Una falsa compra de la casa para entrar y robarle: el plan de los detenidos no era matar al doctor Piorno
Crimen de Aguadulce
El juez decreta el ingreso en prisión provisional de dos de los tres detenidos, Óscar F.S. y José Javier F.M., uno agente de Policía Nacional destinado en la Comisaría de El Ejido, y deja en libertad a una tercera persona, una mujer vinculada a otro de los arrestados propietaria de la furgoneta en la que se desplazaron a la vivienda de Aguadulce
El asesino del doctor Piorno Fernoselle le asestó tres puñaladas al médico
El 23 de agosto se produjo uno de los crímenes más impactantes de los últimos años en la provincia. El prestigioso doctor Rafael Piorno Fermoselle, de 76 años y origen cubano, un profesional querido en Roquetas que era ya habitual en las candidaturas del actual alcalde del PP, era asesinado en su dúplex de la calle Enrique Granados de Aguadulce. Dos días más tarde un vecino alertaba al teléfono único de emergencias porque el pediatra no lo había visto aparecer por casa y detectó una mancha de sangre en la puerta. La Guardia Civil confirmó la tragedia al encontrar el cadáver con signos evidentes de violencia. Había sido maniatado y apuñalado sin móvil aparente. Pero nada más lejos de la realidad. Lo que ocurrió aquel día era un plan premeditado para robar objetos de valor, enseres y dinero a Piorno Fermoselle que se torció y tuvo un desenlace trágico. No acabó como esperaban los dos presuntos autores, uno agente de la Policía Nacional destinado en la Comisaría de El Ejido, a los que la justicia ordenaba ayer ingresar en prisión provisional, comunicada y sin fianza a la espera de juicio por los delitos de homicidio y robo con violencia.
Pruebas en los registros de dos domicilios y un local
Durante la investigación del equipo de homicidios de la Policía Judicial de Guardia Civil se llevarón a cabo diversos análisis con los que acreditar la implicación y vinculación de los dos presuntos autores materiales, así como la relación con los efectos y medios utilizados en la comisión de los hechos delictivos. Una de las pruebas más determinantes fueron localizadas gracias a los registros policiales que se practicaron en los domicilios de los detenidos en las localidades de León y Roquetas, así como en un local que uno de los arrestados mantenía arrendado en la capital almeriense, donde se localizaron diferentes efectos relacionados con la violenta muerte del doctor Rafael Piorno.
El equipo de homicidios de la Policía Judicial de Guardia Civil inició una minuciosa investigación en la mañana del 25 de agosto que se saldó con la detención de tres personas el 17 de septiembre en Almería, León y Roquetas. 26 días después del crimen del médico ya jubilado se culminaba con éxito la operación Alhabana. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Roquetas ordenaba este jueves el ingreso en prisión de los dos hombres, Oscar F.S. y José Javier F.M., y al tercer implicado, una mujer vinculada a uno de los arrestados y a su vez propietaria de la furgoneta en la que se habían desplazado a la casa del doctor, le ha impuesto la prohibición de que abandone territorio nacional y la obligación de dejar el pasaporte al permanecer como investigada en la causa. Después de tomar declaración a los acusados, el juez instructor ha constatado indicios suficientes de la autoría del crimen que, según ha podido conocer este periódico de fuentes de la investigación, se produjo con el cuchillo que Piorno Fermoselle había empleado para defenderse cuando sospechó que iba a ser víctima de un robo.
Las heridas de arma blanca acabaron con la vida del facultativo y en ese momento se inició una operativa para esconder cualquier prueba y eliminar cualquier rastro, pero la diligente investigación de Guardia Civil ha puesto al descubierto los hechos y ha permitido acreditar la participación de cada uno de los implicados. Las primeras pesquisas sobre la violenta muerte apuntaban hacia una posible relación de la víctima con los responsables del asesinato, según el estudio del análisis sobre el terreno de los especialistas de criminalística de Policía Judicial. Los análisis forenses esclarecían la fecha -el 23 de agosto- y una vez que se acotó el espacio temporal y geográfico. Todas las actuaciones en esa primera fase, según indica la Benemérita, se centraron en la localización de cualquier persona vinculada a la vivienda y al propio fallecido. La potente red social de contactos que mantenía el doctor Piorno Fermoselle en su entorno personal y profesional, complicó la investigación y precisó del gran esfuerzo y exhaustivo análisis del equipo de homicidios.
En base a los resultados obtenidos, Guardia Civil ha podido reconstruir cómo se sucedieron los hechos. Uno de los detenidos conocía de manera directa al fallecido, sus horarios y rutinas, y esa información, que se iba a orientar supuestamente a la sustracción de bienes en la casa de Rafael Piorno, era facilitada a la persona que ha sido detenida en León para que iniciar el contacto con la víctima. El informe de Policía Judicial ha revelado que “actuaron de forma coordinada y eran conocedores de las medidas de seguridad que se tenían que adoptar para evitar ser localizados antes y después de los hechos”. Emplearon la coartada de la compra de la vivienda que el médico tenía a la venta para una aproximación que acabaría siendo letal. Se ganó así la confianza del asesinado y acudió a su vivienda desencadenando una situación inesperada. Cuando el facultativo percibió señales evidentes de las oscuras intenciones de esta visita, cogió un cuchillo para defenderse de sus atacantes y fue entonces cuando se produjo un forcejeo en el que acabó siendo apuñalado.
Los dos presuntos autores de la muerte se llevaron varios enseres y ropas ensangrentada en bolsas de plástico. Trataron de borrar cualquier rastro del lugar que los vinculase con este crimen. Al día siguiente emprendieron la huida en dirección a León pensando que no serían descubiertos, pero los agentes de la Guardia Civil han ido encontrando pruebas e hilando las pesquisas hasta que han logrado poner al descubierto su presunta participación en la muerte de este vecino de Roquetas y la gestación de un maquiavélico plan con el que arrebar a Piorno Fermoselle algunos objetos de valor de los que había sido informado uno de los detenidos previamente cuando se ganó la confianza de la víctima. La operación Alhabana acaba con un mes de especulaciones sobre las hipótesis y posibles causas de su muerte que lo vincularon a deudas y negocios ocultos y a la política.
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