La estación del AVE, fin del ‘abordaje pirata' en Almería

El problema de los taxistas piratas en Almería, lejos de ser una novedad, ha persistido durante años, sigue siendo una lucha constante para los taxistas legales, que ven cómo estas prácticas ilegales afectan tanto a su negocio como a la seguridad de los usuarios.

Los taxistas legales, representados por la Asociación Unión Provincial del Taxi, llevan años luchando contra esta práctica ilegal, que afecta tanto a su negocio como a la seguridad de los usuarios. A pesar de sus esfuerzos y la intervención de las autoridades, las bandas organizadas siguen operando con relativa impunidad.

Según Juan José Sevilla, presidente de la Asociación Unión Provincial del Taxi, desde que los trayectos de autobús de Almería capital se operan desde la antigua estación, los taxistas piratas se han adaptado rápidamente a las nuevas circunstancias. “Se han trasladado allí y ahora realizan sus recogidas en ese punto. Los llevan hasta la calle Abogado de Oficio, en Ciudad Jardín, y desde ahí los distribuyen por toda la provincia”, explica Sevilla.

A pesar de la presencia de la Policía Local, los piratas siempre encuentran maneras de eludir la ley. “En cuanto ven a la Policía Local, desaparecen, pero ellos no pueden estar presentes las 24 horas. Cuando los agentes se van, ellos vuelven a aparecer”, denuncia el presidente. Esta situación plantea la necesidad de soluciones más efectivas para combatir la piratería en el sector del taxi.

Una posible solución: la estación del AVE

Sevilla señala que la futura estación del AVE puede ser clave para atajar el problema de los piratas. “La solución debe estar en la futura estación del AVE. Tenemos que ver cómo ubicar al sector del taxi en la zona para dificultar el acceso a los taxistas piratas”, afirma. La asociación tiene previsto reunirse con Adif, el Ayuntamiento de Almería y la Junta de Andalucía para tratar este asunto y buscar soluciones conjuntas que permitan poner freno a estas prácticas ilegales.

El Puerto: otra zona problemática

El Puerto de Almería también ha sido un foco importante de actividad para los taxistas piratas. Sevilla lamenta que erradicar a esta banda sea una tarea prácticamente imposible. Aunque hay presencia policial, los piratas siempre encuentran excusas para justificar su actividad. “Siempre tienen alguna excusa, siempre están transportando a algún familiar: un primo, un hermano, una hermana…”, explica Sevilla.

Colaboración con el Ayuntamiento de Almería

A pesar de las dificultades, Sevilla reconoce el apoyo constante que han recibido por parte del Ayuntamiento de Almería. “El Ayuntamiento siempre está dispuesto a colaborar. No tenemos ninguna queja. Siempre que pedimos una reunión nos atienden”, afirma. Recientemente, la asociación se reunió con la alcaldesa en una reunión cordial, donde se acordaron varias medidas para mejorar las condiciones de los taxistas legales.

Entre los acuerdos alcanzados, el Ayuntamiento se comprometió a incrementar la presencia de la Policía Local, tanto con agentes uniformados como de incógnito, para reforzar la seguridad en las zonas más problemáticas. Además, se llevarán a cabo mejoras en las infraestructuras destinadas a los taxistas. “Le hemos pedido un espacio de sombras en la Bola Azul y el año que viene nos lo van a poner. Este año, van a instalar unos tótems con información de la ciudad, precios y demás en las seis paradas más importantes”, comenta Sevilla. Asimismo, los taxis de Almería serán incluidos en la aplicación municipal Smart Mobility, que facilitará el acceso a servicios de movilidad inteligente.

Mirando al futuro

A pesar de la lucha continua contra los piratas, Sevilla se muestra optimista sobre el futuro del sector. Los proyectos en marcha y las conversaciones abiertas con las administraciones permiten vislumbrar un escenario más favorable para los taxistas legales de Almería. Sin embargo, sigue siendo imprescindible una mayor implicación y medidas más contundentes para frenar a los taxistas piratas, cuya actividad ilegal no solo afecta a la economía local, sino también a la seguridad de los usuarios.

Este problema no solo es un reflejo de la competencia desleal, sino también de la necesidad de una regulación más estricta y una vigilancia constante para garantizar que los ciudadanos puedan confiar en los servicios de transporte que utilizan diariamente.