Esta es la estación del AVE en Almería, con parking, nueva calle y otra pasarela
Almería
Contendrá un gran vestíbulo con techos de doble altura, wifi y zona workhub, cafetería, tiendas y parking subterráneo, Antes se instalará otra estación de autobuses prefabricada con lanzaderas hasta Huércal para los viajeros en tren
Ha resuelto desde 1998 las necesidades funcionales y urbanísticas de “modo impecable” y es considerada un buen ejemplo de la arquitectura racionalista de finales de siglo, pero la estación intermodal, tal y como hoy se la conoce, tiene los días contados una vez que Gobierno, Junta y Ayuntamiento firmen el convenio del soterramiento y Adif pueda adjudicar con ello la segunda fase de obras de la integración del ferrocarril en Almería, las cuales traerán consigo una profunda reforma para esta futura estación del AVE, que vendrá a consolidar la intermodalidad de la que la capital fue pionera, con un nuevo diseño arquitectónico, parking subterráneo, viales y una pasarela a levantar en un espacio diferente a la actual, a desaparecer del paisaje urbano.
Pendientes de resolver “flecos jurídicos”, la rúbrica del convenio de colaboración con el reparto de las aportaciones económicas de los 196,7 millones que costará esta segunda fase del soterramiento se demora y quizás por ello las administraciones competentes poco, o casi nada, han desgranado las actuaciones que una obra de esta magnitud contempla.
Sin embargo, el proyecto básico, finalizado en marzo de 2022, es un libro abierto en el que se desglosa las piezas esenciales de la integración del ferrocarril a su paso por la ciudad consolidada como la futura estación del AVE. Pero para la transformación de actual intermodal antes entrará la ‘pala’.
Las obras del soterramiento, que contemplan un plazo de ejecución de 36 meses, comenzarán en la denominada fase cero levantando los andenes de la antigua estación del ferrocarril. Y es que este espacio será adaptado, en seis meses, como estación provisional a fin de mantener, mientras duren los trabajos, las comunicaciones en autobús de la ciudad, mientras que las llegadas y salidas en tren retornan a la estación de Huércal.
La terminal del bus provisional contará con 23 dársenas de 15 metros de longitud dispuestas a lo largo de una isleta central, en la que también se ubicarán las taquillas. Para esta estación provisional, el proyecto propone módulos prefabricados (información, taquillas y aseos), y habrá una zona de asientos cubierta por una marquesina en el centro de la isleta con la finalidad de proteger a los viajeros de las inclemencias del tiempo durante los tiempos de espera. Entre ellos, los que vayan a emplear las lanzaderas previstas para llegar a la estación huercalense.
Una vez en funcionamiento, llegará el momento de entrada de obras a la actual intermodal, decir adiós a la pasarela peatonal sobre Sierra Alhamilla que ha venido conectando los barrios de levante como El Tagarete, 500 Viviendas y Ciudad Jardín, y construir una nueva calle que conectará carretera de Ronda y la avenida de Sierra Alhamilla, así como otra pasarela en un punto más distante.
En superficie, (la opción de estación soterrada se deja para un fase 3 que ahora mismo se presume utópica), el proyecto incluye una transformación arquitectónica sustancial que, mediante la modificación de la actual configuración y distribución de la intermodal, permitirá dar cabida al incremento de viajeros previsto por la llegada de la Alta Velocidad.
ADIF ha elaborado un programa sobre las necesidades de la terminal ferroviaria y de la terminal de autobuses al que se han incorporado los requisitos de la Junta de Andalucía, quien finalmente explotará la estación de autobuses, además de las sugerencias de Renfe operadora para el prediseño de esta futura estación.
La intervención en el actual edificio será tal que, incluso, permita la división de la gestión de las estaciones de autobuses y ferroviaria, lo que conlleva a la separación física de ambas tanto desde el punto de vista arquitectónico como a nivel de instalaciones, de forma que se pueda facilitarse el reparto de responsabilidades y activos entre Adif y la Junta.
Serán dos edificios en uno, reconocibles individualmente, pero que conformarán un conjunto integrado en el entorno urbano, mediante unas conexiones peatonales y rodadas adecuadas, según recoge el proyecto.
De esta manera, habrá un edificio netamente ferroviario, que correspondería con el edificio de dos plantas existentes, y otro edificio, de nueva planta, destinado a estación de autobuses, conectados entre sí por un vestíbulo principal, de 1.000 metros cuadrados y con altura de entre 4 y 6 metros, donde estará ubicada la zona de espera con máquinas vending y cajeros automáticos, además un espacio acondicionado para el trabajo, un workhub, con datos y wifi, así como los elementos de información dinámica como monitores.
Una de las características principales del proyecto es la configuración del espacio público a modo de eje longitudinal. Dicho eje une todos los espacios a los que debe tener acceso el usuario, y culmina el recorrido con el acceso a los andenes. El eje conforma el vestíbulo y la sala de espera de la estación, que tiene una gran calidad espacial gracias a su doble altura, y al efecto de luz de los tres grandes lucernarios en cubierta contemplados en el proyecto básico.
Otra de las intervenciones de mayor relevancia en la propuesta es la inclusión de marquesinas en las zonas de espera, tanto de dársenas como en la cabecera de andenes. En la actualidad ya se dispone de marquesinas en la zona de dársenas, así como en los dos andenes existentes. Sin embargo, aprovechando su necesaria demolición, se ha optado por desarrollar unos elementos que, además de ser funcionales, sean “icónicos y representativos”. Una vez más, se busca diferenciar los ámbitos que componen la estación, pero conservando esa perseguida imagen unitaria entre ambos.
El proyecto reserva además espacios comerciales, distribuidos alrededor del vestíbulo y zona de espera, tanto en el área ferroviaria como en la correspondiente a a los autobuses. Los locales pequeños, de unos 30 metros cuadrados, estarán agrupados a lo largo de la fachada este de la estación ferroviaria, con escaparates tanto al vestíbulo como a la nueva calle que unirá carretera de Ronda con la avenida Sierra Alhamilla, mientras que el local de mayor superficie quedará integrado en los espacios de operadores. Habrá también pequeñas tiendas en la zona de autobuses, mientras la cafetería estará ubicada en el testero norte de la estación ferroviaria.
Bajo las dársenas, se construirá un aparcamiento subterráneo de dos plantas, con 392 plazas de las cuales 12 son para personas con movilidad reducida, 6 en cada planta. Los vehículos accederán al parking desde la autovía del Aeropuerto y Sierra de Alhamilla. Contará con dos accesos peatonales: en el vial del Kiss&train y junto al acceso viario a los autobuses.
Calle de conexión y paso elevado para peatones y bicicletas
Junto a la nueva estación intermodal del AVE, el proyecto para la integración urbana del ferrocarril contempla la creación de una nueva calle de conexión entre barrios, desde la glorieta de Manuel Fraga (rotonda de Renfe) y la avenida de Sierra Alhamilla, que será reurbanizada.
Este vial permitirá la demolición de la pasarela, estando prevista la creación de otro paso elevado a una distancia media entre la estación y el futuro paso sobre el final del soterramiento, junto a la avenida del Mediterráneo. Tras estudiar diferentes alternativas, la opción seleccionada es el puente entre la calle Elio Antonio de Nebrija, junto al parque Gloria Fuertes, y carretera de Sierra Alhamilla. Esta pasarela tendrá una anchura de 5 metros, con pavimento mixto, que permitirá el uso compartido entre peatones y ciclistas, con la previsión de que la mencionada calle, actualmente con acerado estrecho, pueda tener carril bici al igual que la avenida Sierra Alhamilla.
Los desniveles en ambos puntos de partida serán salvados con escaleras y rampas, de 23 y 29 metros de longitud, y a este paso superior se le instalará, además, una barandilla interior para las personas con movilidad reducida y un cerramiento antivandálico, de dos metros y medio de altura, que impida lanzar objetos a la vía.
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