Así envejece Almería: 44 años de edad media y un 21,2% de mayores en 2039

El índice de envejecimiento pasará de 93,4 mayores de 65 años por cada 100 jóvenes a 141,37

La esperanza de vida de los hombres era de 47 años en 1925, 69,7 en 1975 y hoy ronda los 79

La población extranjera representará un 35% del censo de Almería en 2039

La tercera edad ya es mayoritaria en los pequeños pueblos de la provincia / Rafael González

La provincia ha experimentado un crecimiento continuado del censo desde hace más de medio siglo, por el que ha pasado de 410.149 habitantes en 1981 a los cerca de 762.000 actuales, principalmente por el saldo migratorio favorable (sólo fue negativo en dos ejercicios posteriores a la crisis económica: 2011 y 2013) y por tener uno de los índices de fecundidad más altos del país, históricamente por encima del número de muertes (saldo vegetativo). No obstante, la pirámide demográfica se está transformado y también en Almería se avecina un escenario de población envejecida, con tasas de natalidad a la baja y una creciente proporción de la tercera edad que necesite cuidados sociosanitarios y dificulten la sostenibilidad de la financiación de las pensiones. Es cierto que el impacto será menor en la provincia que en el resto del país, pero todos los indicadores ya avanzan hacia ese envejecimiento imparable de la sociedad. La población mayor de 65 años representa el 15,9% del censo en la actualidad y dentro de quince años estará por encima del 21%, según la última proyección del Instituto Nacional de Estadística. Esa tasa que crecerá seis puntos en Almería hasta 2039 se situará en el 30,9% en Jaén, el 29,9% en Córdoba y el 27,1% en Granada.

La edad media de los almerienses era de 31,2 años en 1971, 32,3 años en 1981, 34 en 1991 y hoy llega a 40,9

La edad media de los almerienses no ha dejado de incrementarse, una consecuencia directa de ese envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida, evolucionando desde 31,2 años en 1971 a 32,3 en 1981, 34 en 1991, 38 en 2011, 40,6 en 2021 y 41,2 en 2024, siendo como en la mayoría de los indicadores la más baja de Andalucía. En la previsión del INE se eleva a 42,4 en 2031 y 43,8 en 2039. El índice de envejecimiento, que se calcula sobre la base de cuántos mayores de 65 años hay por cada cien menores de 16, se encuentra hoy en 93,4 y crecerá hasta 116,16 en 2030 y 141,37 en 2039. Crece de forma sustancial, pero queda aún muy lejos del que tienen otras provincias vecinas como Granada que llegará al 207,8 en 2039. Hace poco más de una década (2013) ese índice era de 77,93, de 73,90 en 2001, de 60,69 en 1996, de 48,56 en 1991 y de 36,75 en 1981. Diez años antes eran 30,5 mayores de 65 años por cada cien menores. 

La tasa de dependencia para la población de más de 64 años, que tiene un marcado significado económico al representar la medida relativa a la población inactiva sobre la activa, es actualmente de 23,7 y pasará a 27,6 en 2032 y 33,3 en 2039. Por último, una de las estadísticas más significativas que fundamente ese envejecimiento de la población es la esperanza de vida. No figura en la proyección a 2039, pero en las últimas décadas experimentó un avance imparable. En 1975 era de 69,7 años para los hombres y 75,8 para las mujeres, en 1997 alcanzó los 75 y 81,1, en 2004 fue de 75,5 y 82,3 y en 2024 se situaba ya en 78,5 para los varones y 84 para las féminas. Hace un siglo, en 1925, la media era de 47 y 52 años. El indicador coyuntural de fecundidad era de 3,10 hijos por cada mujer en 1975 y cayó a 1,3 en la recta final de la década de los noventa. En la predicción a quince años se plantea que será de 1,7 en 2033 y 1,85 en 2038, ligeramente superior a los 1,4 que se han establecido de media hoy.

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