Entrevista a Jǿwu, artista plástico: "El color en mis obras es un lenguaje emocional"
Protagonista
El Chroma Narrativismo es el lenguaje que el artista "Jǿwu" ha ideado para contar historias que no caben en frases.
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Johannes Wurmer "Jǿwu" (Linz, Austria, 1971) inauguró ayer sábado a las 19 horas su exposición de pinturas "Raíces y alas" en la galería de arte de su esposa, Susana García Castillo, que ha abierto sus puertas este fin de semana en la urbanización de Roquetas de Mar, en avenida Antonio Machado 73. La muestra, comisariada por Susana Pozo Miralles, nos adentra en la compleja obra del autor. Sus obras son más que arte abstracto: son narraciones visuales llenas de emoción, profundidad y significado. Y es que Jǿwu ha creado un estilo personal: el Chroma Narrativismo, una fusión de color y narrativa que trasciende los límites del lenguaje visual tradicional. Tras haber contemplado la exposición, que me ha impresionado profundamente, me entrevisto con él para profundizar más en su trabajo.
R. G. F.: ¿Cómo te iniciaste en la pintura?
Jǿwu: Me inicié como se inician los que necesitan expresarse más allá de las palabras. Para mí, pintar fue desde el principio una forma de respirar. No era una decisión racional, sino una necesidad vital. De joven, comencé con el retrato y el realismo, casi como una forma de entender a los demás, de ver lo que había detrás de sus ojos. Pero con el tiempo, comprendí que mi verdadero lenguaje no era el que imitaba la realidad, sino el que la transformaba.
R. G. F.: Tu producción se divide al parecer en dos etapas, una que se remonta al género del retrato y al realismo y otra que tras una fase de experimentación culmina en la abstracción y el simbolismo del color. ¿Cómo ha sido esa evolución o metamorfosis de Jǿwu como artista?
Jǿwu: Ha sido un viaje interior. En los retratos buscaba a los otros, y en la abstracción comencé a encontrarme a mí mismo. El paso hacia el simbolismo del color no fue planificado, sino inevitable. Me di cuenta de que las emociones más profundas no podían representarse con formas reconocibles. Necesitaban color, gesto, energía. Mi metamorfosis artística refleja también una transformación vital: dejar de complacer para empezar a ser.
R. G. F.: ¿En qué consiste exactamente el estilo Chroma Narrativismo?
Jǿwu: El Chroma Narrativismo es el lenguaje que encontré para contar historias que no caben en frases. Es la unión entre color y narración: cada obra es una escena emocional, una página de una historia que no se lee, sino que se siente. El color no está al servicio de la estética, sino del relato. Es un lenguaje emocional abstracto que provoca una respuesta interior en quien lo contempla, sin necesidad de saber nada antes.
R. G. F.: ¿Tienes algún referente en la pintura actual?
Jǿwu: Admiro a muchos artistas, pero no sigo a ninguno. Me interesa más la autenticidad que el estilo. Mis verdaderos referentes no están en la pintura, sino en la vida, en la música de Beethoven, en los silencios de mi infancia, en los momentos de ruptura y revelación que uno atraviesa solo. Mi arte nace de ahí, no de la comparación con otros.
R. G. F.: ¿Qué materiales usas para crear tus obras y cómo son tus cuadros?
Jǿwu: Trabajo principalmente con acrílicos, pero no me limito. Uso maderas, pigmentos, barnices, arenas y hasta objetos encontrados. A veces, un fragmento de realidad entra en la obra y le da un alma distinta. Mis cuadros suelen tener gran formato, son físicos, energéticos. No están pensados para decorar una pared, sino para habitar un espacio y provocar una reacción.
R. G. F.: Tú eres de Linz, ¿qué te trajo a Almería?
Jǿwu: Me trajo el amor. Mi esposa, Susana García Castillo, es de Barcelona, pero eligió Almería por la calidad de vida excepcional que ofrece esta parte de España. Yo la seguí, guiado por su amor, su sensibilidad y su manera de ver el mundo. Roquetas de Mar se convirtió para mí en un nuevo comienzo. Aquí, con ella, encontré la calma, la luz y el impulso necesario para abrir por fin mi universo artístico al exterior. Ella ha sido mi raíz y mi ala.
R. G. F.: Te dedicas a la pintura desde hace años, pero no has expuesto hasta ahora. ¿Por qué te has lanzado a hacer esta exposición en Roquetas de Mar, "Raíces y alas"?
Jǿwu: Porque ahora estoy preparado. Porque necesitaba que esta primera muestra naciera en un lugar íntimo, auténtico, fuera del ruido de las grandes ciudades. Roquetas de Mar es un punto de partida. Aquí no expongo por estrategia, sino por necesidad emocional y simbólica. Quiero que esta exposición sea un acto de verdad.
R. G. F.: ¿Por qué "Raíces y alas"?
Jǿwu: Porque así me siento: con raíces profundas en mi historia y en mi pasado, y con alas recién desplegadas para volar hacia lo desconocido. El título representa mi viaje interior. Sin raíces no hay identidad, pero sin alas no hay libertad. Mis obras transitan ese equilibrio.
R. G. F.: Entre la comisaria, Susana Pozo Miralles, y tú (el artista), ¿cómo habéis ahondado en todos los aspectos que rodean el proyecto de exposición? ¿Cómo ha sido vuestra colaboración?
Jǿwu: Ha sido una experiencia profundamente enriquecedora. Susana tiene una sensibilidad extraordinaria. Ha sabido ver más allá de la superficie de las obras, leer entre los colores. Nuestra colaboración ha sido un diálogo constante, lleno de respeto mutuo. Su texto en el catálogo es tan parte de la exposición como las obras mismas.
R. G. F.:¿Cuántas obras expones en esta muestra y qué nos quieres transmitir a aquellos que nos acercamos a conocerla?
Jǿwu: Exhibo 14 obras más una obra invitada que dialoga con el conjunto de la exposición. Cada una nace de un momento vital distinto, pero todas comparten una misma búsqueda: despertar algo en quien las contempla. No busco transmitir un mensaje cerrado, sino abrir un espacio de resonancia. Que cada visitante se vea reflejado, conmovido, cuestionado. El arte no debe dar respuestas, sino encender preguntas.
R. G. F.: En el conjunto de obras empleas colores llamativos, cálidos y fríos, así como, representaciones simbólicas de gran impacto y curiosidad, donde la luz y las formas cobran mucho protagonismo. ¿Qué simbolizan?
Jǿwu: El color en mis obras es un lenguaje emocional. Los tonos cálidos suelen hablar de lo visceral, del deseo, del dolor. Los fríos, de la distancia, del silencio, de lo que se ha perdido. La luz simboliza revelación. Y las formas, aunque abstractas, son puertas a mundos interiores. Todo tiene un porqué, aunque no siempre se entienda racionalmente.
R. G. F.: Me llaman la atención estas tres obras: "Vía crucis", "Caminos del amor" y "Fuego y agua". ¿Cuál es la historia que hay detrás de ellas?
Jǿwu: "Vía crucis" es una obra sobre el sacrificio personal. No es religiosa, pero sí espiritual. Habla de las cargas que uno lleva para construir algo que los demás no siempre ven. "Caminos del amor" representa las rutas impredecibles del sentimiento. No es un camino recto, sino una maraña hermosa de encuentros y pérdidas. "Fuego y agua" es el diálogo entre lo opuesto: pasión e introspección, impulso y calma. En mi vida, estos dos elementos están siempre en tensión creativa.
R. G. F.: Hay una obra rodeada por cráneos coloreados de animales con cornamenta. ¿Por qué? ¿Qué une obra y objeto?
Jǿwu: Esa instalación que tiene como título "Simbiosis de la naturaleza y el arte" representa lo ancestral, lo instintivo. Los cráneos son reales, pero su color los resignifica. Ya no son muerte, sino transformación. La obra central se conecta con ellos como si fueran guardianes del inconsciente. Es un ritual silencioso. Un homenaje a lo salvaje que aún vive dentro de nosotros.
R. G. F.: Colores oscuros y claros y un blanco de luz como principales protagonistas en la obra "Caos emocional". ¿Cuáles son los nexos de unión entre estas cromáticas tan heterogéneas? ¿Recuerdas cuánto tiempo te llevó terminarla?
Jǿwu: "Caos emocional" es una de las obras más viscerales que he creado. El contraste entre los colores oscuros, los claros y ese blanco casi cegador no es una contradicción, sino el reflejo fiel de cómo vivimos las emociones cuando nos desbordan. La oscuridad representa los miedos, las heridas abiertas; los tonos claros, los momentos de lucidez, de esperanza. Y el blanco no es paz, es colapso, es luz que irrumpe con fuerza y desarma todo. El nexo entre todos ellos es el pulso emocional, la intensidad con la que sentimos sin entender. Tardé varios meses en terminarla. La dejé reposar muchas veces. No porque no supiera cómo continuar, sino porque necesitaba vivir lo suficiente para comprender lo que la obra aún me pedía. Al final, fue ella quien decidió cuándo estaba terminada.
R. G. F.: ¿Hasta qué día se podrá visitar la exposición?
Jǿwu: La exposición estará abierta hasta el 13 de abril, todos los días de 17:00 a 20:30 horas. Después de esa fecha, se podrá visitar con cita previa o sin horario fijo, porque este lugar es más que una exposición puntual: es mi taller, mi galería, mi espacio vivo. Y el arte no siempre entiende de horarios.
R. G. F.: ¿Cuál es el objetivo de esta nueva galería en Roquetas de Mar? ¿Será un espacio para la exhibición y promoción del arte?
Jǿwu: Mi galería no pretende ser una vitrina de venta. Es un lugar de encuentro, de inspiración, de diálogo. Quiero que sea un refugio creativo donde el arte respire sin presión. Aquí se crean obras, se exponen y se comparten procesos. También quiero invitar a otros artistas a sumarse. Que sea un laboratorio de alma.
R. G. F.: Para terminar, una pregunta más personal. ¿Por qué es tan importante reflexionar sobre la vida?
Jǿwu: Porque si no lo hacemos, vivimos en automático. Reflexionar nos permite sentir con más profundidad, amar con más conciencia y crear con más autenticidad. El arte es una forma de reflexión emocional. A través de él, me hago preguntas que no sabría formular con palabras. Y a veces, en el lienzo, encuentro una respuesta que no sabía que necesitaba.
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