Los edificios protegidos de Almería capital superan el medio millar con 13 nuevas incorporaciones

El faro de Poniente, la iglesia de San Antonio de Padua, en Ciudad Jardín, los depósitos de agua de Santa Isabel, el puente de Los Molinos o la Ermita de San Antón son algunos de los trece inmuebles que pasarán a formar parte del Catálogo de Edificios y Espacios Protegidos de Almería. Se trata de la tercera modificación del Plan General que el Equipo de Gobierno realiza en esta relación de bienes inmuebles con algún tipo de protección especial.

La modificación puntual número 77 del PGOU98, aprobada en Pleno por unanimidad en su trámite inicial y provisional y ahora sometida a exposición pública, viene a sumar trece inmuebles más a las listas anteriores -veintiún y treinta respectivamente en las dos anteriores modificaciones- en el objetivo de seguir avanzando en la protección patrimonial de edificios y espacios. En total, en esta Corporación quedarán protegidos, en diferentes grados de catalogación, sesenta y cuatro inmuebles, “un número muy importante que subraya el compromiso municipal por la protección patrimonial”, ha destacado la concejala de Urbanismo e Infraestructuras, Ana Martínez Labella.

Básicamente, esta ampliación del Catálogo, que permite alcanzar así los 527 inmuebles, está constituida en su mayor parte por una serie de edificaciones de carácter religioso (iglesias), completándose con otras obras de arquitectura e ingenieria civil (faro, depósitos de agua y puente) y la edificación de uso residencial colindante a la iglesia de San Roque y casa parroquial, también incluidas en esta relación

“La inclusión en el Catálogo de los edificios y construcciones propuestos ayuda a fortalecer por una parte la arquitectura religiosa de la ciudad, que sin llegar a ser monumental, es merecedora de unas medidas de protección para evitar posibles intervenciones desacertadas que impliquen un empeoramiento de su calidad arquitectónica, que sin ánimo de ostentación y riqueza, se trata de los edificios que integran el patrimonio religioso de la ciudad desde principios del siglo XX. El resto de edificios y construcciones propuestos, incluidas las obras de ingeniería de obra civil, también son merecedores de su inclusión en el Catálogo, reconociendole los valores singulares y de interés que justifican su protección”, ha explicado Martínez Labella.

La mayoría de estos edificios fue construida entre los siglos XIX y principios del XX. La relación de inmuebles propuestos para su inclusión en el Catálogo de Edificios y Espacios Protegidos, la mayoría edificados entre los siglos XIX y principios del XX, es la siguiente: