Ecologistas y vecinos presentan más de 150 alegaciones al Plan del Cambio Climático de Almería

Sostenibilidad

“No sólo es insuficiente, sino incluso es irresponsable", mantienen organizaciones como Greenpeace

La Molineta, en Almería
La Molineta, en Almería / Rafa González

Colectivos ecologistas y vecinales, integrantes de la Mesa del Clima, entre ellos el Grupo Ecologista Mediterráneo, Greenpeace, Ecologistas en Acción o La Palmera, han hecho llegar sus alegaciones al anunciado Plan Municipal contra el Cambio Climático. Las 164 propuestas desgranan lo que consideran un plan “no sólo insuficiente, sino incluso irresponsable en el contexto actual de emergencia ante la crisis climática y energética”.

En cualquier caso, las organizaciones firmantes de este fuerte paquete de alegaciones aún confían en que se puedan introducir los cambios necesarios para convertir el documento que ahora se somete a información pública en un plan que no deje pasar la oportunidad de que Almería se dote de políticas y compromisos que den respuesta a las cuestiones más preocupantes vinculadas con el escenario de cambio global al que se enfrenta la capital, como el resto del país y el Planeta Tierra.

Este plan elaborado por el ayuntamiento de Almería, parte de la Ley Europea del Clima y la Estrategia de Transición Justa, del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima o de la Ley de Cambio Climático y Transición Justa; así como del Plan Andaluz de Acción por el Clima. Y aunque enumera los principales riegos a los que se enfrenta el municipio de Almería como consecuencia del cambio climático, es “poco ambicioso a la hora de proponer medidas preventivas o que reduzcan gran parte de esos riesgos detectados”. Entre ellos citan las inundaciones provocadas por el río Andarax y ramblas, la subida del mar, la pérdida de biodiversidad, la menor disponibilidad y pérdida de calidad del agua, el impacto de la sequía y la desertificación, la frecuencia e intensidad de las olas de calor y frío y su incidencia en la salud humana, o el incremento de plagas y enfermedades.

En las propuestas de los colectivos firmantes de las alegaciones se piden cambios y mejoras en cuestiones como las referidas a la recogida y tratamiento de residuos, la rehabilitación integral de edificios públicos y barriadas con población más vulnerable, el transporte y la movilidad sostenible, la ordenación del territorio y la planificación urbanística o de infraestructuras, el ciclo integral del agua y la economía circular.

Infraestructuras verdes del municipio o los refugios climáticos

Estas organizaciones están pidiendo que el Plan se aleje de la ambigüedad y que afronte la actual situación con decisión, compromiso y “voluntad real de cambio”. Entre los problemas que más les preocupan está el hecho de que buena parte de la ciudad y su término albergan zonas de riesgo de inundaciones, frente a las cuales no se ha actuado en tiempo y forma, pero que tampoco reciben un tratamiento decidido para evitar que se sigan ocupando esas áreas. Por eso solicitan que el Pan Municipal traslade al PGOU cuestiones como declarar suelo rústico, con protección especial, todas las zonas inundables y, en aquellas donde ya se han ocupado y son, por tanto, irreversibles, se programen medidas preventivas con planes de emergencia municipales que se trasladen a sus poblaciones; son zonas como El Zapillo, la Vega de Acá, los márgenes o el delta del Río Andarax y un buen número de ramblas y cauces del municipio.

La mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor obliga, según su criterio, a crear en las zonas urbanas las llamadas islas verdes, promoviendo las zonas de vegetación o las ajardinadas, huyendo de los modelos basados en el cemento o el césped artificial, porque está demostrado que la presencia de vegetación y sobre todo arbolado, crean ambientes más frescos y ayudan a la población a sobrellevar los excesos del calor.

Se quejan de que la cartografía del Plan Municipal contra el Cambio Climático es muy imprecisa y no delimita las áreas de actuación en este sentido. Además, señalan que en la propuesta no aparece una adecuada valoración socioeconómica de los barrios o los diferentes núcleos de población, porque señalan que en las áreas más deprimidas los ciudadanos están más expuestos a los efectos del cambio climático.

Mención especial para todo lo relacionado con la transición energética y es que, para ecologistas y vecinos, uno de los problemas esenciales está en el alto coste, tanto económico como ambiental, de los modelos convencionales. De ahí su petición de que se promueva con mucha más decisión el autoconsumo o las comunidades energéticas, sistemas que pueden acelerar ese cambio hacia las renovables que se considera como la mejor fórmula para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para reducir la factura de la luz, que castiga cada vez con más fuerza a los consumidores.

No olvidan tampoco otro de los fenómenos que aportan un plus de riesgo a los vecinos de Almería, la frecuente presencia de temporales de viento, agravados además por el llamado ‘efecto Venturi’, consistente en zonas en las que debido a la presencia de edificios altos y sin una planificación especial, las rachas de viento cobran un cariz de alto riesgo para las personas o para la circulación. En la capital son áreas como El Palmeral, la Plaza de Las Velas, el Parque de la Estación y la zona del antiguo Toblerone o la franja litoral, donde ya se han producido numerosos accidentes por culpa del fuerte viento.

A las alegaciones técnicas se acompañan otras encaminadas directamente a hacer partícipes de este Plan al conjunto de los ciudadanos de Almería, para los que piden una información amplia, veraz y que permita que ellos sean también parte de ese proyecto para conseguir que la capital y su entorno puedan disponer de las respuestas adecuadas para afrontar un problema de intensidad creciente, “al que en los últimos años o décadas no se le ha prestado la atención que merecía; las alertas no han parado de llegar desde los ámbitos sociales o científicos, pero las medidas para atender ese cambio global no se ha traducido en políticas valientes ni en medidas eficientes”, concluyen.

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