El ‘eccehomo’ de Almería tiene manos expertas que lo restauren

Almería

El Sagrado Corazón de la Casa Consistorial se desprende de las toscas capas de pintura para recuperar su aspecto original

Forma parte de las piezas que la capital almeriense va a recobrar

El Sagrado Corazón de Jesús muestra media cara del antes y del después de la restauración que se le realiza.
El Sagrado Corazón de Jesús muestra media cara del antes y del después de la restauración que se le realiza. / Rafael González

Daba la bienvenida a modo de bendición a todo aquel que accedía por la entrada principal de la Casa Consistorial, aunque su ubicación, una hornacina en la pared separada por la escalera de mármol, impedía al visitante una visión aproximada a este ‘eccehomo de Borja’ almeriense, que sufrió, años atrás, una de esas labores de restauración carentes de maestría. La talla del Sagrado Corazón de Jesús de la Casa Consistorial fue sometida a repintados por manos desconocidas y con el lamentable resultado de un rostro que combina los rasgos marcados de la cantante Conchita Wurst y la tez grisácea de un enfermo ET, que hoy se intentan corregir bajo la divina providencia de las obras de rehabilitación del viejo Ayuntamiento de Almería, que encaran ya su recta final.

Este Sagrado Corazón de Jesús es una de las esculturas que, junto a antiguos muebles y otras piezas de madera, forman parte del proyecto de recuperación de la Casa Consistorial. En paralelo a las obras en el propio edificio, existe una trastienda donde se procede a una laboriosa restauración de los elementos decorativos que volverán a estar presentes en el edificio, cuando en mayo –así se espera– vuelva a abrir sus puertas a la ciudadanía, después de 18 años de cierre ante el peligro de derrumbes que conllevó, en 2005, a la orden de desalojo inmediato de las dependencias.

Figuras y enseres se encuentran guardados en una sala contigua a la zona nueva del Ayuntamiento (recuperada en la primera fase de rehabilitación). Es un cuarto almacén, presidido por la talla de madera sobre la que opera Noemí Sánchez, restauradora de Jarquil, la empresa adjudicataria de las obras, y miembro de un equipo multidisciplinar especializado en recobrar, con la delicadeza debida, las piezas de valor.

Los disolventes han dejado al descubierto el nombre del autor de esta figura, símbolo del amor divino, encontrado en una lateral de la peana sobre la que reposa. Es obra del pintor, escultor e imaginero, y también profesor Prados López. “Daba clases en la Escuela de Artes y no se sabe con exactitud si la talló su hijo o sus alumnos. Puede que, como profesor, hiciera el diseño y los alumnos tallaran parte de la escultura”, explica la restauradora. Lo que sí se sabe con exactitud es la fecha en la que terminada, 1941. Y es precisamente a dónde se quiere volver.

Adquirida por el Ayuntamiento junto a otras imágenes religiosas para decorar las estancias municipales –formaba parte de un retablo–, las catas han permitido deja al descubierto su aspecto de madera y su policromía original en parte su rostro y vestiduras. Es un proceso muy laborioso y de gran cuidado. “Empleamos mezclas de disolventes, de menos a más agresivos, que no afecten a la capa original, haciendo pruebas de disolubilidad hasta acertar con el disolvente adecuado”. Es un proceso lento, pero que ya ha dado sus primeros resultados, tanto en el rostro como en las vestiduras, si bien es la cara la que más puede llamar la atención pues ahora luce divida en dos partes, como una especie de antes y después del maquillaje, pero a la inversa en cuanto a belleza artística.

Noemí Sánchez, responsable de restauración de Jarquil, explica el proceso de intervención
Noemí Sánchez, responsable de restauración de Jarquil, explica el proceso de intervención / Rafael González

Durante los años que ha estado expuesto en la Casa Consistorial, el Sagrado Corazón de Jesús ha soportado capas y capas de pintura acrílica hasta el punto de perder el aspecto de madera y dar la impresión de ser una figura de escayola. Según detalla la especialista, la imagen está recubierta de muchas manos de acrílico cuando es el óleo la pintura original. De hecho, son tantos los repintados que la barba había ganado en largura y ni los colores empleados se ajustan a la paleta original.

El negro empleado en el pelo, cejas y barba se asemeja a un tatuaje y nada tiene que ver la falsa tez gris con las encarnaciones originales, un patrón de toscas inexactitudes que se repite por el resto del cuerpo y vestidura. “Recuperar las encarnaciones es lo más complicado y nunca se sabe con exactitud el tiempo que se va a necesitar”, comenta la restauradora, puesto que el proceso conlleva la limpieza, acertar con la policromía más exacta para la reintegración cromática, rellenar las faltas existentes con yeso y darles un tono similar al de la madera de tal manera que estos rellenos no puedan ser apreciados a simple vista.

Una de las falanges diseccionadas que fueron pegadas con silicona
Una de las falanges diseccionadas que fueron pegadas con silicona / Rafael González

El trabajo de restauración contempla, además intervenir en las falanges de los dedos, prácticamente diseccionados. En algún momento, al Sagrado Corazón de Jesús le partieron los dedos, que le fueron devueltos con el empleo de silicona, otra torpeza a corregir y que ahora se protege con el envoltorio que puede apreciarse en la imagen principal.

María Vázquez, alcaldesa de Almería

"Los elementos recuperados serán todo un aliciente para ver la Casa Consistorial”

El resultado esperado es el obtenido ya en las imágenes de los patrones de Almería, San Indalecio y la Virgen del Mar, bajorrelieves de la época de la posguerra, que también habían soportado lo suyo, con capas y capas de pintura y cal que le otorgaban aspecto de pared. Recuperada su policromía y su volumen auténticos, la madera luce ahora las líneas talladas con todo lujo de detalles como en los mantos. Un trabajo que fue alabado en su última visita a Almería por la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, y la alcaldesa de Almería, María Vázquez.

“En el conjunto del proyecto de rehabilitación de la Casa Consistorial, la restauración de elementos, de todo tipo, adquiere una gran importancia. Hay un buen número de piezas que en este proceso se van a recuperar y poner en valor y que los almerienses van a poder disfrutar, en todo su esplendor y recuperados para la ciudad”, explica la regidora, quien hace referencia a “elementos arquitectónicos, bienes muebles, forja, solería, balaustradas y relieves y carpintería de madera, una gran cantidad de elementos que vienen además a significar la importancia que siempre se ha dado a esta actuación, después de muchos años de espera. Ya queda menos para poder disfrutar y recuperar para la ciudad nuestra Casa Consistorial. Los elementos recuperados en esta restauración supondrán –añade la alcaldesa– todo un aliciente en la visita que los almerienses hagan a su rehabilitada Casa Consistorial”.

La talla de las puertas de madera de la Casa Consistorial están siendo recuperadas
La talla de las puertas de madera de la Casa Consistorial están siendo recuperadas / Rafael González

Los suelos hidráulicos están siendo recuperados como la lámpara gigantesca que colgaba del Salón de Plenos y sus apliques de forja. El artesonado del techo, muy laborioso pero que no era de madera y se encontraba en muy mal estado, se replica con resina de cáscara de almendras y se trabaja ya en la recuperación de las imponentes puertas, de 3,20 metros de alto, mediante moldes de silicona para recuperar partes perdidas como las figuras mitológicas que abrazan al escudo de Almería.

Rosetón del artesonado del Salón de Plenos
Rosetón del artesonado del Salón de Plenos / Rafael González

Este ‘laboratorio del pasado’ está, de hecho, repleto de puertas, de barnices muy oscuros y tallas perdidas, que están siendo restauradas junto a las vitrinas de la Biblioteca Municipal, uno de los tesoros del antiguo Ayuntamiento, que volverá a contener la historia documentada de la ciudad de Almería, libre de carcomas y otros devoradores xilófagos.

La restauradora Noemí Sánchez con los moldes de silicona empleados para recomponer las figuras mitológicas de las puertas plenarias
La restauradora Noemí Sánchez con los moldes de silicona empleados para recomponer las figuras mitológicas de las puertas plenarias / Rafael González
stats