Drama migratorio: segunda muerte en 24 horas al ser arrojado al mar desde una narcolancha en la costa de Níjar
Un joven marroquí de 25 años falleció y otro resultó herido en un violento desembarco este miércoles a mediodía en la cala de Enmedio
La costa nijareña: del asedio pirata al refugio de los petaqueros y narcos

En menos de 24 horas dos inmigrantes han perdido la vida en aguas del parque natural de Cabo de Gata-Níjar en los violentos desembarcos que vienen realizando los patrones de las narcolanchas que se dedican al triple negocio del narcotráfico, petaqueo y transporte clandestino de personas desde el norte de África a través del mar de Alborán. El martes sobre las doce y media murió ahogado un hombre de 30 años al ser empujado al mar desde una patera en la playa de Los Muertos en Carboneras y este miércoles poco antes de las dos del mediodía fallecía otra persona tras alcanzar la cala de Enmedio de Níjar, separadas por una distancia inferior a diez kilómetros.
El joven marroquí de apenas 25 años había sido arrojado al agua desde una planeadora en la que viajaba junto a una veintena de inmigrantes y expiraba minutos después tumbado sobre la orilla. La mayoría de los tripulantes huyeron tras la descarga, pero algunos compañeros de expedición se quedaron atendiéndolo a la espera de que llegaran los servicios sanitarios. Testigos presenciales de la escena dantesca, que alertaron cuando se aproximaba la embarcación, aseguran que "los estaban tirando al mar" y que uno de los inmigrantes llegó a duras penas a tierra en muy mal estado de salud con ayuda de los demás. El Centro de Coordinación de Emergencias 112 Andalucía recibía un aviso a las 13:40 horas y activaba a los efectivos del 061 en Almería que tuvieron que desplazarse en helicóptero por las dificultades de acceso en vehículo a la cala.
El personal sanitario sólo pudo certificar la muerte del inmigrante, cuyo cadáver fue evacuado en el helicóptero del 061 para que en el Instituto de Medicina Legal puedan realizar la correspondiente autopsia que determine la causa exacta del fallecimiento. Otro de los jóvenes, de 20 años, también fue atendido porque presentaba varias heridas en la pierna por las que perdía sangre, posiblemente de algún corte con la hélice del motor cuando bajaba de la neumática. Fue evacuado en vehículo por carretera y se encuentra fuera de peligro. Un equipo de respuesta inmediata en emergencias (ERIE ) de Cruz Roja también se desplazó hasta esta pequeña y recóndita playa, situada en la desembocadura de la Rambla de la Cala, flanqueada por el Cerro del Cuartel y el Cerro de la Higuera, para prestar asistencia a seis varones marroquíes que no se habían dado a la fuga como el resto.
Las playas del parque natural de Cabo de Gata-Níjar, refugio antaño de piratas berberiscos, están siendo testigo directo en los últimos años de la presencia permanente de embarcaciones de organizaciones delictivas con la misma procedencia por un estrangulamiento y presión policial que sufre la actividad de estas mafias en el Estrecho que ha acabado desplazando sus estructuras operativas y logísticas hacia el mar de Alborán. Las calas nijareñas, por su orografía y difícil acceso, se han convertido en uno de los rincones estratégicos para el avituallamiento y fondeo en las frecuentes borrascas, al tiempo que en la comarca del Poniente proliferan los narcoembarcaderos e industria auxiliar del petaqueo.
Un detenido tras embestir a Guardia Civil y caer al mar
El seguimiento y persecución de las narcolanchas fondeadas a mediados de marzo en la zona de El Playazo de Rodalquilar se saldó con la detención en tierra de uno de los tripulantes que había caído al mar tras embestir violentamente a la patrullera de la Guardia Civil. Según informó la Comandancia de Almería, cuando detectaron las embarcaciones semirrígidas, del tipo ‘go fast’, emprendieron la huida como viene siendo habitual y se inició el hostigamiento hacia la cala de Bergantín, la misma zona en la que días antes ardía otra narcolancha. Sin embargo, el patrón de una las planeadoras maniobró para embestir a la patrullera y fruto de la colisión se produjo la caída de uno de los tres tripulantes al mar. Inició un intento de huida nadando hacia tierra, pero desde el Servicio Marítimo se activó a las patrulleras de la zona para que procedieran a su detención. Al llegar a la playa se escondió entre los arbustos de un acantilado, pero fue localizado por dos agentes que procedieron a su detención. Esta semana era puesto a disposición judicial por delitos de contrabando, atentado contra los agentes de la autoridad, daños afectos de la Guardia Civil y otro de riesgo por sustancias inflamables y el juez decretaba su ingreso en prisión provisional.
Las redes del hachís y la desesperación humana disponen recursos ilimitados y los medios más avanzados frente a las limitadas plantillas, arcaicas flotas y falta de medios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia, por lo que es casi misión imposible interceptar estas planeadoras y semirrígidas de alta velocidad, del tipo ‘go fast’, que cuando hay temporal y condiciones meteorológicas adversas se refugian en las calas a pocos kilómetros de la orilla. Una supremacía náutica que ha derivado en imágenes infaustas -cientos de vídeos y fotografías- captadas por bañistas y vecinos de los núcleos costeros de potentes narcolanchas campando a sus anchas por icónicas calas del parque natural de Cabo de Gata-Níjar cada vez que buscan refugio de un temporal o de las que transportan petacas y desembarcan a grupos de inmigrantes a plena luz del día en las playas de Levante y Poniente.
Almería viene siendo el punto más caliente de la inmigración clandestina de la península, con más de 55.000 personas recepcionadas por vía marítima en la última década, y también se ha convertido en un enclave geoestratégico indispensable para la supervivencia de las mafias que operan desde el norte de África y aquí reciben el avituallamiento de la floreciente 'industria auxiliar' del petaqueo. Un negocio muy rentable que se está implantando en la provincia con un reproche penal insuficiente porque si los bienes incautados no superan los 50.000 euros se queda en infracción administrativa por contrabando. Estas petacas de combustible, garrafas blancas de 25 litros, están invadiendo las paradisiacas playas del primer parque marítimo-terrestre de Andalucía con el consiguiente daño ambiental para su conservación y perjuicio a la proyección turística.
"Las movemos de una cala a otra"
En esta batalla desigual de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad contra las mafias, agentes sobre el terreno reconocen a este periódico las dificultades, sobre todo por la limitación de medios y personal, para plantarle cara a las organizaciones delictivas: “No hay forma de pararlas, no podemos abordar una narcolancha de tres y cuatro motores. Las movemos de una cala a otra, pero es imposible cogerla si no se avería o se queda sin gasolina e hacer nada”, afirma uno de los guardias civiles. Otro de los aspectos que preocupan a los agentes es que las redes cuentan con pilotos cada vez profesionales y temerarios a los que no importa poner su vida en riesgo ni la de los demás. Los sindicatos y asociaciones policiales consideran que siguen “infradotados” y exigen mayores inversiones y medios para plantar cara a organizaciones que tienen planeadoras de última generación y tecnología de vanguardia como drones para blindarse y eludir la seguridad.
El real decreto aprobado en 2018 por el Gobierno catalogando este tipo de embarcaciones como “género prohibido” les impide tocar tierra, por lo que se ha venido generando un negocio complementario para el abastecimiento de combustible y víveres a las redes que trafican con hachís o transportan personas desde Marruecos y Argelia. Deben ser incautadas y destruidas, pero su interceptación marítima es una misión imposible con los actuales medios policiales que se limitan a un seguimiento disuasorio que da resultados cuando se produce una avería, accidente o contratiempo como el del tripulante que cayó al agua en El Playazo y posteriormente fue detenido.
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