Doce años de prisión por estrangular a una mujer tras mantener relaciones sexuales en Roquetas de Mar

Una mujer fue hallada muerta en la madrugada del 8 de enero de 2023 en su domicilio de Roquetas de Mar. Su cuerpo presentaba múltiples signos de violencia: hematomas, escoriaciones y lesiones internas que evidenciaban una agresión brutal. Había muerto por asfixia mecánica. Ahora, más de dos años después, y tras el veredico de culpabilidad de un jurado popular, la Audiencia Provincial de Almería ha condenado a 12 años de prisión por homicidio al hombre que estuvo aquella noche con ella.

Según los hechos considerados probados por el jurado, el acusado acudió al piso de la víctima en la calle Las Palmeras, donde ambos mantuvieron relaciones sexuales consentidas. Fue tras el encuentro íntimo cuando comenzó una discusión. El hombre, que no tenía antecedentes penales y se encontraba en situación regular en España, le propinó varios puñetazos en la cara y golpes por todo el cuerpo.

Los gritos de la mujer no sirvieron para detener la agresión. El condenado, sabedor de su superioridad física, la agarró fuertemente del cuello con las manos y apretó hasta dejarla sin vida. Los forenses que practicaron la autopsia detallaron una larga lista de lesiones, entre las que se incluyen equimosis en la zona cervical, hemorragias internas, la rotura de parte del cartílago tiroides y signos de presión manual directa en el cuello.

La sentencia, basada en el veredicto del jurado, destaca que el acusado, que ha estado representado en el proceso por el abogado Juan Carlos Vélez, “actuó con un claro ánimo de matar”, guiado por un “dolo directo y determinado”. Lo hizo con plena conciencia de sus actos y sin que existiera ningún atenuante que pudiera modificar su responsabilidad penal.

Durante el juicio, el hombre admitió íntegramente los hechos que le imputó la Fiscalía. Aunque aseguró haber consumido drogas y alcohol aquella noche, los agentes de la Guardia Civil que lo detuvieron en el lugar —aún junto al cuerpo sin vida— no apreciaron síntomas de intoxicación, ni tampoco se aportó prueba alguna que respaldara tal afirmación.

Fue precisamente su confesión espontánea en el momento de la detención y el relato coincidente de los agentes y forenses lo que llevó al jurado a no dudar de su autoría. También descartaron que la asfixia se produjera por una maniobra desde atrás: según los expertos, el estrangulamiento se produjo de frente.

La víctima tenía 43 años y un hijo menor de edad que convivía con ella y dependía económicamente de su trabajo. La sentencia establece que el acusado deberá indemnizar al menor con 150.000 euros.

Además de la pena de prisión, el tribunal le ha impuesto la inhabilitación absoluta durante 12 años, la prohibición de residir o acudir a Roquetas de Mar durante 22 años y la de acercarse o comunicarse con el hijo de la fallecida durante el mismo tiempo. Una vez cumpla su condena, permanecerá bajo libertad vigilada durante otros ocho años.