El director de la residencia en la que fue maltratada una usuaria dice que estaba de vacaciones
Tribunales
Durante meses la víctima recibió un trato “degradante” y “discriminatorio” con respecto al resto de los usuarios
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El director de la residencia de personas con discapacidad de Almería en la que presuntamente fue maltratada, coaccionada y lesionada una usuaria, ha asegurado este viernes que estaba de vacaciones cuando se adoptaron medidas sancionadoras contra dicha mujer.
Durante la vista oral presidida por la magistrada Juana Cortés, únicamente han podido declarar dos de los cuatro acusados, el director de este centro y la gobernanta, sin que hayan podido hacerlo una cuidadora -hija de la anterior- y el gerente de la residencia.
Por ello, se convocará una nueva sesión no prevista inicialmente para que declaren estos dos procesados, además de los testigos y peritos propuestos por los abogados Jessica Hernández y Francisco Ruiz, además de por el Ministerio Fiscal.
La primera en declarar ha sido la que fuera gobernanta de la residencia, quien ha aseverado que a pesar de formar parte del comité interdisciplinario que sancionó a la víctima, no participó en la toma de decisiones al tratarse de que afectaba a su hija, por lo que no "quiso manifestarse".
Ha aseverado en numerosas ocasiones que no recordaba muchos detalles de lo ocurrido, y ha rechazado que tuviese mala relación o enfrentamientos con la víctima.
Por su parte, el director ha aseverado que cuando se puso la primera "sanción" a la usuaria él estaba de vacaciones y que no se enteró hasta que se incorporó y la propia perjudicada le comunicó lo que pasaba.
También ha aseverado, entre otros, que fue el gerente el que decidió "unilateralmente" expulsar temporalmente a la mujer de la residencia tras un incidente entre ésta y la gobernanta.
Según la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso EFE, la víctima es una mujer que tiene reconocido un grado de dependencia y cuenta con una plaza concertada en una residencia de adultos de la asociación Aspapros, donde durante meses recibió un trato “degradante” y “discriminatorio” con respecto al resto de los usuarios.
Los acusados no le prestaron la atención que debía recibir un usuario de la residencia, “tirándole de malos modos la comida”, sin respetar su intimidad cuando hablaba con su familia, y sin permitirle participar en las actividades lúdicas que organizaba el centro, según este escrito de acusación.
Tras una disputa con la gobernanta del centro, ocurrida el 2 de julio de 2016, la junta interdisciplinar sancionó a la mujer 'sine die', de forma que pasó a ser la última en acudir a las duchas y entrar en el comedor, a pesar de que los procesados sabían lo que suponía para ella por su padecimiento.
El 10 de agosto de 2019, tuvo lugar un forcejeo entre la víctima y la cuidadora, en mitad de la cual esta última la empujó sobre la cama para golpearla en la cara y propinarle un bocado en la ingle. Tras ponerse sobre ella, habría seguido golpeándola hasta que fueron separadas por personal del centro.
El fiscal ha sostenido que cuando el gerente de la residencia, otro de los acusados, se enteró, tomó la decisión “unilateral” de expulsar a la víctima cinco días de la residencia, a la que no pudo volver hasta el 2 de septiembre del mismo año.
El 2 de mayo de dicho año, la gobernanta presuntamente comenzó a insultarla cuando se encontraba sentada en la sala de estar, propinándole más tarde un bofetón en la cara, lo que hizo que cayese al suelo y se rompiese las gafas que llevaba la víctima.
La Fiscalía imputa un delito contra la integridad moral, un delito de coacciones, un delito leve de lesiones, y un delito leve de maltrato, si bien no todos los procesados se encuentran acusados por los mismos ilícitos.
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