Un “dojo” de dibujo en lugar de artes marciales en Almería

Cultura

En este espacio los ‘senseis’, Zapata y Jorge J. Alonso forman a alumnos que parten de los siete u ocho años hasta llegar a los adultos, con clases de una hora y media en la que un tercio del tiempo dedicado se destina a la teoría y el resto a dibujar, dibujar y más dibujar

Daniel Zapata, impulsor del 'dojo' de dibujo.
Daniel Zapata, impulsor del 'dojo' de dibujo. / Carlos Barba/Efe

Almería/La práctica hace al maestro y es la clave para dominar cualquier disciplina, por eso un joven almeriense, Daniel Zapata Viciana, ha puesto en marcha el ‘dojo’ de dibujo DZVART en la ciudad de Almería, con el objetivo de formar a los futuros profesionales del cómic y la animación

“El nombre de ‘dojo’ es porque al final es como un ‘dojo’ de artes marciales en el que tienes que practicar todos los días. Tienes que insistir con ciertas técnicas, dominar la anatomía, la perspectiva, el diseño de personajes, la psicología de los colores… Son cosas que deben dominar sí o sí si quieren dedicarse a esto”, señala Zapata en una entrevista con Efe.

Esta particular academia nace de su experiencia. De pequeño quería aprender para dedicarse al mundo del cómic pero “no había sitios” como éste y los pocos en los que permitían una formación plástica tenían un concepto distinto de la ilustración". “Cuando un hijo le dice a su padre que quiere dedicarse a esto, no saben qué hacer. Por eso he montado algo que me hubiese gustado tener a mí”, afirma.

Así, en este espacio los ‘senseis’, Zapata y Jorge J. Alonso forman a alumnos que parten de los siete u ocho años hasta llegar a los adultos, con clases de una hora y media en la que un tercio del tiempo dedicado se destina a la teoría y el resto a dibujar, dibujar y más dibujar.

Zapata explica que, en su caso, trabaja en su tableta con Photoshop, mostrando en una pantalla los diferentes aspectos que quiere trasladar a sus discípulos, de forma que vean de una forma clara y visual conceptos que van desde los puntos de fuga, a otros de composición de páginas, etc.

Daniel Zapata, impulsor del 'dojo' de dibujo.
Daniel Zapata, impulsor del 'dojo' de dibujo. / Carlos Barba/EFE

Apunta que el ‘sensei’ Alonso se centra en exclusiva en el cómic, con un público más adulto a partir de los 16 años.

Zapata insiste en que el “estilo, al final, será desarrollado por cada uno" y que "es lo que te nace, y saldrá hacia un lado u otro.

"Algunos tendrán un dibujo que tire más al manga, otros al cómic europeo y otros al americano. Pero antes tienes que tener la técnica”, detalla.

Y todo ello teniendo en cuenta que, subraya, no es lo mismo la narrativa y planificación de una página con un estilo japonés que, por ejemplo, uno que beba del cómic estadounidense. Algo que, sostiene, se aplica también a la animación.

Por ahora, el ‘dojo’ tiene poco tiempo de vida, apenas tres meses, pero ya cuenta con unos 50 alumnos que a final de curso tendrán que realizar proyectos que demuestren sus progresos. Para aquellos que opten por el noveno arte, será un proyecto de cómic, y para los que prefieran el audiovisual, un “storyboard que luego se pasará a una animática, el paso previo a animar”. En el futuro, Zapata espera poder ofertar dos másteres, uno de animación y otro de dibujo.

El artista reconoce que tuvo una formación “autodidacta” en una primera etapa. “Siempre estaba dibujando, era el típico que llenaba el escritorio de dibujitos”.

Daniel Zapata con parte de sus alumnos.
Daniel Zapata con parte de sus alumnos. / Carlos Barba/EFE

Sin embargo, en 2014 la fortuna quiso que un amigo guionista buscase un dibujante para su cómic.

Esto supuso para él descubrir qué era lo que le gustaba y buscar una escuela en Valencia para formarse. A su regreso a Almería comenzó a dar clases particulares que sufrieron un parón por la pandemia. Una vez recuperada cierta normalidad, la demanda lo llevó a abrir su ‘dojo’.

Ahora, considera que ahora puede haber “más dibujantes españoles de cómic que nunca” en activo, pero trabajando fuera del país. “No hace falta salir de España para trabajar en Marvel o DC. Hay muchísimos pero casi todos trabajan para Francia, Estados Unidos.. E incluso algunos para Japón”, dice.

Algo que, por el contrario, no pasa en el mundo de la animación, un sector al que ve con una salud envidiable, como demuestra la nominación al Óscar de ‘Klaus’.

“El propio estudio en el que realicé mis prácticas es un ejemplo. Eran seis personas y los becarios, y ahora son más de 90 y suman varios Goya”, concluye.

stats