"Llevo tres días con síntomas y sin atención"
Coronavirus Almería
L.A.R. es vecina de Almería y lleva desde el lunes intentando que alguien le coja el teléfono en alguna de las dos líneas que se han habilitado para comunicar posibles casos de padecer el coronavirus
Asegura estar "indignada" por la falta de medios para poder frenar esta pandemia
Almería/“Tengo un dolor de cuerpo como si me hubieran metido en una picadora. Este síntoma comenzó el lunes día 16 de marzo. El martes, día 17, empecé a tener picos de fiebre alta hasta 39,8 grados. Y ya el miércoles apareció la tos. Llevo tres días intentado ponerme en contacto con los profesionales sanitarios a través de los dos números de teléfono que han facilitado las autoridades para comunicar que soy un posible positivos de coronavirus pero no ha habido forma humana de que alguien me coja el teléfono. También he realizado la encuesta que aparece en la aplicación móvil de Salud Responde pero hasta el momento (miércoles día 18 de marzo a las 17:30 horas) nadie se ha puesto en contacto conmigo”.
Es el relato desesperado de una mujer, vecina de Almería, que vive encerrada, como es obligación de todos desde que el Gobierno de España decretó el Estado de Alarma. Asegura que está aislada en la parte de arriba de su casa y procurando tener el mínimo contacto posible con sus dos hijos menores de cuatro años y con su marido, que es trabajador en un centro de menores tutelado por la Junta de Andalucía y cuya labor en estos días de concinamiento la ha estado realizando de forma presencial.
Está tranquila porque no le cuesta respirar
“Estoy encerrada y sin asistencia”, asegura con cierta tranquilidad, pues aunque asegura tener los síntomas que se describen para esta maldita enfermedad que ha llegado y ha puesto el mundo patas arriba en cuestión de semanas, asegura que por ahora puede respirar bien y la tos no es muy persistente.
Como ha relatado a Diario de Almería, “ha sido al leer una información de este periódico a través de su página web, cuando me he dado cuenta de que tenía que hacer algo y mi primer pensamiento ha sido llamar a la prensa para poner en conocimiento lo que me está ocurriendo en Almería. Estoy siendo protagonista de una situación que no dista mucho de lo que cuentan los ciudadanos de Madrid, que muchos llevan días denunciando estar con síntomas en su casa pero nadie ha ido a tomarle las muestras para realizar los análisis pertinentes y verificar si son o no portadores del virus”.
La preocupación de L.A.R. va más allá de su salud. Por ahora, a parte de la fiebre, del dolor corporal y de los golpes de tos, asegura que no tiene dificultad para respirar y es precisamente esto lo que le ha llevado a estar en su casa y no acudir a los servicios de urgencias del hospital. Sin embargo, no puede evitar pensar en el hecho de haber tenido contacto estos días atrás con todos sus alumnos en el colegio donde ejerce como docente. Su marido, que desde el miércoles está de descanso, ya ha puesto en conocimiento de los responsables del centro la situación que está viviendo su familia.
Piensa en cuántos más como ella estarán a la espera del test
Espera como agua de mayo la llamada de alguien que le pueda dar luz a la incertidumbre y que ponga coto a la ansiedad inevitable de sentirse enferma, portadora de un bicho que corre a sus anchas, sin freno y cada vez más fuerte a tenor de las informaciones que el Gobierno va anunciando. Y no puede evitar pensar en cuántas personas más estarán en su misma situación a la espera de que se le practique el dichoso test que confirme o desmienta que padece la enfermedad.
La última llamada de socorro fue directamente al 061 el miércoles sobre las 17:30 horas. Allí le indicaron que debía extremar al máximo la higiene, que permaneciera en su vivienda y que como no está diagnosticada que podría deberse también a un simple proceso vírico”. Está tomando paracetamol y nolotil y asegura que no se fía de tomar ibuprofeno ante las informaciones que ha leído de que puede ser un aliado para el virus, aunque indica no obstante que no sabe si esta información es real o es un bulo.
Mientras tanto, L.A.R., preocupada por la situación que se está viviendo en su casa, sigue con su aislamiento y muy intranquila por la tardanza en la realización del análisis que, por otro la do, ya le han indicado que no se le practicará hasta pasados unos tres o cuatro días, periodo en el que le han pedido que vuelva a ponerse en contacto con ellos si los síntomas continúan o si empeoran.
Indignada por la falta de medios
Siempre pensó que la amenaza del coronavirus podría estar cerca de ella, por el volumen de personas que la rodean en su trabajo, o por sus hijos pequeños, que están asintomáticos por ahora. Sin embargo, asegura no tener miedo, sino “indignación de que no se pongan medidas para frenar la expansión de esta enfermedad”.
Su familia sabe de sus síntomas desde el principio y están más preocupados por ella y los que le rodean en su casa que ella misma.
Mientras tanto, en el laboratorio del Hospital Universitario Torrecárdenas y el del Hospital Virgen de las Nieves de Granada continúan a destajo analizando muestras de pacientes de toda la provincia de Almería.
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