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La Brigada de Infantería Ligera Rey Alfonso XIII de La Legión ha declarado la guerra al coronavirus y desde el comienzo de la Operación Balmis de las Fuerzas Armadas ha desplegado a una media de un centenar de militares en las más de cincuenta acciones que se iniciaron con sus patrullas en la capital el 18 de marzo. Unidades del Tercio don Juan de Austria, Alejandro Farnesio, Bandera de Zapadores, grupos de Caballería y Artillería, octava y décima Bandera y la del Cuartel General y la Compañía NBQ (Nuclear, Bacteriológica y Química) han intervenido en una veintena de localidades de seis provincias (Almería, Málaga, Albacete, Alicante, Granada y Jaén) en las que inicialmente realizaron tareas de prevención, información y seguridad por diferentes poblaciones, en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para después ir asumiendo encomiendas del Mando de Operaciones como la desinfección de hospitales, centros médicos, residencias de ancianos e incluso fábricas de textil que están produciendo material sanitario.
Los legionarios procedentes de la base Álvarez de Sotomayor de Viator y el acuartelamiento de Montejaque en Ronda patrullan las infraestructuras estratégicas y zonas sensibles de mayor afluencia ciudadana en las capitales y grandes municipios de las provincias de Almería, Granada y Málaga desde el comienzo de la Operación Balmis, denominación con la que se rinde homenaje a la expedición humanitaria que llevó la vacuna de la viruela a territorios del imperio español en América y Filipinas, y gracias a sus unidades específicas, con capacidades NBQ, han podido desarrollar la desinfección del hospital comarcal de Ronda y la Policlínica del Levante, además de las residencias de mayores Virgen de Flores de Álora y Geroclinic de Ronda, Núñez de Balboa en Albacete, San Vicente de Paul en Alicante, Ángeles Parra en Huércal-Overa, Fuente de Vícar, San Rafael de Níjar, la de Cuevas de San Marcos, la Casa Grande en Santo Tomé y San Luis, Stella Maris y Luis Pastor en Motril. Una docena de geriátricos, instalaciones de especial riesgo por la vulnerabilidad de la tercera edad, además de un par de fábricas en tierras manchegas que se han habilitado para elaborar mascarillas y equipos médicos.
Pero el despliegue legionario ha ido más allá de la hoja de ruta inicial y han ampliado sus intervenciones con reconocimientos en otra veintena de localidades. Ayer mismo la unidad que se desplazaba a Granada realizó patrullas en Gérgal, Abla, Abrucena, Las Tres Villas y Baza y los grupos que viajeron el miércoles a Vera y Huércal-Overa asumieron labores de seguridad en Mojácar y Albox. La atención humanitaria es, sin duda, una de la señas de identidad de la Brigada de la Legión, punta de lanza a la vanguardia del Ejército de Tierra con una treintena de misiones internacionales, por lo que han participado activamente en otras labores durante sus incursiones. El Grupo de Caballería colaboró en la descarga de material sanitario en el Hospital Regional de Málaga y también respaldó a la Unidad Militar de Emergencias en la desinfección del Virgen de las Nieves, además de hacer posible la habilitación de una nueva ala del edificio.
Los legionarios han ayudado también a Cruz Roja en sus patrullas de reconomiento y traslado de enfermos en la capital nazarí y en los pueblo que han ido visitando se han ofrecido como un recurso asistencial a los vecinos mayores, como ayer en Ocaña, preguntando si necesitaban ir a por medicinas o que les ayudaran con la compra. Un despliegue legionario que se ha ido ampliando desde el inicio de la Operación Balmis que le ha generado el reconocimiento de alcaldes y autoridades sanitarias en el medio centenar de localidades que han visitado desde mediados de marzo, por su entrega con la seguridad a pie de calle e implicación en tareas más complejas como la descontaminación de instalaciones críticas que inició su equipo NBQ en los geriátricos de Álora y Albacete. También han realizado acompañamiento de vehículos y convoyes de transporte de bienes prioritarios, montaje de alojamientos e instalaciones médicas y control de vías de comunicación restringidas.
Es la primera vez que los legionarios participan en un despliegue de estas características, una medida excepcional adoptada por el Gobierno para tratar de contener los efectos del coronavirus, si bien la Brigada de la Legión, con una treintena de despliegues en el exterior desde que se estrenó en el conflicto de los Balcanes en 1992, cuenta con una larga trayectoria de intervención en emergencias y catástrofes naturales como las inundaciones de Málaga de 1989, el desastre del Prestige en 2002, el terremoto de Lorca en 2011 o los daños por la gota fría en el Levante en 2014 por la que fueron reconocidos con la Medalla al Mérito de la Protección Civil del Ministerio del Interior.
A finales del año pasado, también se sumaron en varia localidades murcianas a las labores de rescate y obras de reconstrucción de los graves daños que sembró la DANA y en Almería estuvieron a punto de intervenir en la inundación del camping de Cabo de Gata, pero finalmente no fue necesario y se desmovilizaron los equipos operativos al quedar el problema resuelto por efectivos de bomberos y Protección Civil. La Legión, que este año celebra su centenario, se ha sumado dentro y fuera de la provincia a la guerra contra el coronavirus.
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