Desigualdades económicas en Almería: ¿por qué crecen las brechas entre municipios?

Las desigualdades económicas en la provincia de Almería siguen ampliándose, especialmente entre municipios rurales y urbanos. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y otras fuentes locales de los últimos años, las diferencias en rentas y nivel de vida entre distintas localidades de la provincia han sido cada vez más marcadas. Esto refleja un aumento claro de la brecha económica, lo cual plantea desafíos tanto para la cohesión social como para el desarrollo económico equilibrado de la región.

Municipios como Alcudia de Monteagud, con una renta bruta media anual de 17.553 euros, contrastan fuertemente con Arboleas, que apenas supera los 10.000 euros. En términos absolutos, los residentes de estas localidades perciben menos de la mitad de lo que ganan aquellos en otras zonas de la provincia. Esta desigualdad también se refleja en el Almería capital, donde los ingresos son superiores, con una renta media de 13.061 euros, pero incluso aquí, la brecha entre barrios céntricos y periféricos es evidente.

¿Las desigualdades crecen?

Según los últimos datos disponibles, el incremento de las desigualdades ha sido un fenómeno claro en los últimos años. Las cifras de rentas per cápita de Almería capital y Roquetas de Mar muestran una leve mejora en sus ingresos medios, mientras que otros municipios como El Ejido o Adra han experimentado un estancamiento o incluso una ligera disminución en sus cifras, lo que provoca un creciente diferencial entre zonas urbanas y rurales.

De hecho, los datos comparativos de los últimos años muestran que municipios como Alcóntar (con una renta media de 10.556 euros) y Alhabia (con apenas 10.100 euros de renta media) no han experimentado una mejora sustancial en este periodo, mientras que localidades turísticas como Mojácar (14.630 euros) y Carboneras (13.254 euros) han logrado avances importantes. Este fenómeno de crecimiento desigual es la causa principal del aumento de las desigualdades.

Causas del crecimiento de la desigualdad

Las disparidades no solo son el resultado de una distribución desigual de los recursos, sino también de factores estructurales y económicos. Uno de los principales motores del crecimiento de la desigualdad es la falta de diversificación económica en muchos municipios. Aunque el sector agrícola, predominante en localidades como Níjar y El Ejido, sigue siendo fundamental para la economía de Almería, muchos de estos municipios enfrentan desafíos relacionados con la temporalidad laboral y los salarios más bajos en comparación con otras áreas. La necesidad de mejorar la capacitación de la fuerza laboral y fomentar el desarrollo de sectores adicionales podría contribuir a un aumento de los ingresos y, con ello, reducir la brecha salarial entre estos municipios y otros más urbanos.

Otro factor fundamental es el incremento de la dependencia de las pensiones en áreas más rurales. En Alcudia de Monteagud, las pensiones representan alrededor del 35 % de la renta total, lo que deja a muchas familias en una situación económica vulnerable, especialmente con el envejecimiento de la población. En contraste, Roquetas de Mar y El Ejido, que tienen una base económica más diversa, no dependen tanto de las pensiones, aunque su población joven y trabajadora sigue viéndose afectada por salarios bajos y condiciones laborales precarias en algunos sectores.

El turismo, por ejemplo, ha sido un motor de crecimiento en Mojácar, Vera y Cuevas del Almanzora, donde se ha registrado un aumento notable en los ingresos. Sin embargo, en lugares donde el empleo turístico es estacional y no está acompañado de un desarrollo industrial o tecnológico, la desigualdad sigue creciendo, ya que los salarios no son suficientes para equiparar el nivel de vida de otras zonas más urbanizadas o industrializadas.

Brechas en zonas rurales frente a urbanas

La diferencia de ingresos salariales entre los municipios rurales y urbanos es uno de los mayores factores de la desigualdad en Almería. Mientras que Almería capital presenta una renta media de 13.061 euros y se beneficia de sectores como el comercio y los servicios, en municipios rurales como Zurgena (con una renta media de 6.200 euros) y Bacares (donde la media ronda los 9.500 euros), la economía está mucho más basada en subsistencia y dependencia de pensiones. Estos factores hacen que la brecha entre zonas rurales y urbanas sea cada vez mayor, y que el proceso de igualdad de oportunidades se vea dificultado por la escasez de inversión pública y la falta de infraestructura en las áreas más alejadas.

La precariedad laboral y su impacto

Otro de los factores que contribuyen a las desigualdades es la precariedad laboral. En muchos de los municipios con sectores primarios predominantes, como El Ejido, Níjar o Adra, el empleo está marcado por la temporalidad, la baja remuneración y la falta de protección social para los trabajadores. Estos factores no solo perpetúan la pobreza en estas localidades, sino que también son un obstáculo para la movilidad social. Los residentes en estas áreas tienen menos acceso a empleos bien remunerados, lo que dificulta el cierre de la brecha económica con los municipios de mayor renta.

Los municipios más afectados

El crecimiento desigual en la provincia no ha sido uniforme. Aunque Mojácar y Carboneras han visto incrementos sustanciales en sus rentas medias, otros como Alcóntar y Tabernas siguen estando entre los más bajos, con números que rondan los 10.000 euros de renta anual. Este estancamiento refleja el aumento de la dependencia de las pensiones y la escasez de empleo estable en los sectores agrícola y turístico.