Agricultura
Un cementerio de olivos centenarios en Almería
desierto
Almería/Almería, junto con Granada, Murcia y Alicante, ha visto un alarmante aumento en la extensión de zonas áridas en la última década. Según un estudio de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) del CSIC, la superficie árida en España se expandió de 307 kilómetros cuadrados a 7.100 kilómetros cuadrados, destacándose el crecimiento significativo en Almería. Este fenómeno refleja un problema estructural grave que afecta profundamente a la región, exacerbando la escasez de agua y aumentando el riesgo de desertificación.
La provincia de Almería ha experimentado un cambio drástico en la extensión de sus áreas áridas desde el siglo XX. Originalmente limitadas a unos 307 kilómetros cuadrados cerca de Tabernas, un estudio reciente liderado por Gabriel del Barrio del CSIC muestra que estas áreas ahora cubren 3.332 kilómetros cuadrados. Este incremento representa un crecimiento diez veces mayor y abarca aproximadamente un tercio del territorio almeriense. En términos porcentuales, Almería ha ganado un 985% más de superficie árida en los últimos años.
La desertificación en Almería no implica la formación de desiertos con dunas, sino una progresiva pérdida de humedad en el suelo, convirtiéndolo en un entorno más seco, improductivo y susceptible a incendios. Este proceso se ve agravado por el abandono del medio rural, lo que fomenta el crecimiento de áreas forestales propensas a arder debido a las altas temperaturas y la falta de lluvias.
Para abordar la escasez de agua y la desertificación en Almería y en toda España, es crucial adoptar medidas más allá de simples observaciones meteorológicas. La sequía persiste como un problema estructural que afecta a millones de personas en el país. En el marco del Día contra la Desertificación y la Sequía (17 de junio), Greenpeace urge la implementación de acciones urgentes para mejorar la gestión del agua, proponiendo soluciones efectivas para garantizar la sostenibilidad ambiental y la seguridad hídrica a largo plazo.
España experimentó el sexto año más seco registrado en 2023, con un 75% de su territorio en riesgo de desertificación. La sobreexplotación de recursos hídricos y el cambio climático son causas principales, afectando biodiversidad, economía y salud pública.
Greenpeace desmiente mitos sobre gestión hídrica y propone soluciones claras. Advierte que las lluvias torrenciales no compensan la sequía y que los embalses no resuelven el problema si persiste el despilfarro. Insta a reducir el regadío intensivo, controlar el uso ilegal de agua y priorizar medidas de ahorro y reutilización.
En 2024, Greenpeace insta a políticas estructurales que mejoren la gestión del agua en España, desde reducir el regadío industrial hasta promover la agroecología y la protección forestal. Eventos internacionales como la Ley de la Restauración de la Naturaleza y la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU son cruciales para fortalecer estos compromisos.
Con estas medidas, Greenpeace busca un cambio hacia un modelo agroalimentario sostenible y una gestión eficiente del agua en España, enfocada en el ahorro, la prevención de la contaminación y la mejora de la depuración.
La organización verde pretende desmentir mitos sobre gestión hídrica y propone soluciones claras. Advierte que las lluvias
También te puede interesar
Agricultura
Un cementerio de olivos centenarios en Almería
La ventana de León Granda
Agenda 2030
La Almería de Moreno
Curso municipal
Lo último
Investigación y Tecnología
¿Qué es el sorbitol y por qué su intolerancia está creciendo últimamente?
Nutrición y Bienestar
¿Por qué deberías comer boniatos más a menudo? Es uno de los alimentos más saludables