El desierto de Tabernas continúa en expansión
cambio climático
El 35% de la superficie de la provincia tiene riesgo de ser víctima de la desertificación (de su avance)
La mano del hombre es también una causa tangible del problema
Y parecía que no iba a llegar nunca. Que era una profecía destinada a morir entre aquellos locos que un par de décadas atrás avisaron de que la tierra estaba sufriendo un cambio en su clima debido a la mano del hombre. Pero no era broma. Las consecuencias del cambio climático ya están aquí. En 1970, la temperatura media de Almería era de 17,96 grados, la cifra ha aumentado hasta los 19,69 que se dan en la actualidad. Si continúa la tendencia actúa y no se poner en marcha actuaciones de mitigación, Almería habrá ganado en 2050 cuatro grados de temperatura media anual con respecto a hace cincuenta años.
El 35% de la superficie de la provincia tiene riesgo de ser víctima de la desertificación (de su avance). En concreto, ese porcentaje se reparte entre un 3% de la superficie provincia que presenta un riesgo “muy alto”, un 15% con posibilidades “altas” de resultar afectadas por el avance de la erosión en sus suelos y un 17% que tiene un riesgo “moderado”.
En un lugar en el que escasean las lluvias y buena parte de la desertificación supone un hecho heredado, la mano del hombre es una causa tangible del avance de este problema en la provincia de Almería y en el resto del planeta.
Jaime Martínez Valderrama, Doctor Ingeniero Agrónomo especialista en Desertificación y Cambio Global, explica la agricultura y el turismo son los principales factores de la expansión de la desertificación en zonas como Almería, Granada o la Costa del Sol. La explicación es sencilla, el turismo y la agricultura requieren de agua y eso trae consigo la sobreexplotación de los acuíferos. Se genera, por lo tanto, una degradación de la tierra, que es, en definitiva, lo que sucede cuando avanza el desierto. La agricultura, por lo tanto, es víctima y verdugo de la desertificación.
Almería es, por lo tanto, una provincia en la que el desierto avanza a causa de dos vertientes, el cambio climático y la mano del hombre.
Todo esto, desde un punto de vista local e internacional se está desarrollando desde ayer en el Simposio Internacional “Geoecology and Desertificatión- from physical to human factors (EcoDesert)” de La Estación Experimental de Zonas Áridas, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y tiene como escenario en hotel NH de la capital almeriense.
En Almería, parte de la sociedad ya se ha concienciado del problema de la sobreexplotación de acuíferos y se han iniciado planes de recuperación, uno de ellos en el acuífero del Poniente. Eso, unido a la obtención de agua a través de las desaladoras, podría ayudar, sin duda, a frenar o debilitar el avance de la degradación del suelo en la provincia de Almería, sin embargo, también habría que tomar medidas contra el cambio climático, algo, que, por otra parte, también ha comenzado a hacerse gracias a proyectos como Life Adaptamed, que ha hecho del azufaifar un símbolo de la lucha contra las consecuencias de este cambio. En el simposio se están dando cita investigadores de referencia internacional , cuyo propósito persigue identificar y explorar algunos temas avanzados, que relacionan la explotación de ecosistemas naturales con el bienestar y persistencia de las poblaciones humanas.
El trabajo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas alerta de los impactos del cambio climático sobre las interacciones entre los organismos del suelo, como bacterias y hongos, y las plantas. El informe ofrece un detallado análisis de la interacción mutua entre ambos tipos de organismos, destacando las diferentes respuestas que cada uno tiene y que pueden conducir a cambios importantes en las comunidades vegetales. El desierto de Tabernas es una de las ‘probetas’ del ensayo y uno de los lugares de la provincia en los que el cambio se podría producir más rápidamente.
Así, la hojarasca producida por las diferentes especies de planta difiere en composición y calidad, y los microbios del suelo están adaptados a ese tipo de hojarasca, descomponiéndola fácilmente. Los hongos, junto a las bacterias, son responsables de la descomposición de la hojarasca y a menudo están vinculados a ciertas especies de plantas, como se detecta fácilmente en los hongos del bosque, normalmente asociados a un tipo determinado de árbol.
En el informe, elaborado por un equipo internacional de expertos de once instituciones científicas, se pone de manifiesto que, consecuencia del cambio climático, habrá cambios en la distribución tanto de las plantas como de los organismos del suelo, lo que puede dar lugar a que algunas plantas se liberen de sus parásitos y muestren un comportamiento de tipo invasivo en su nueva área de distribución.
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