“El deporte me lo ha dado todo: vida, salud, alegría, familia...”

Almería y sus personajes I Alicia Marco Rodríguez. (Comercial y deportista.)

Desde los 12 años practica muchos deportes: baloncesto, natación, equitación, atletismo...    

Ha trabajado desde los 17 años como comercial

Alicia Marco es una apasionada del senderismo de montaña. Aquí la vemos subiendo a los Lavaderos de la Reina, en Sierra Nevada.
Alicia Marco es una apasionada del senderismo de montaña. Aquí la vemos subiendo a los Lavaderos de la Reina, en Sierra Nevada.
José Luis Laynez

30 de junio 2024 - 05:59

Por afinidad laboral de nuestros padres, Alicia y quien esto escribe nos conocemos desde que naci-mos, ella después que yo, y siem-pre ha sido igual: deportista con-sumada, extrovertida simpatía pura y bellísima que todo hay que decirlo. Con su larga melena rubia y su inseparable sonrisa es fácil verla por el centro de Almería.  

Pregunta.–Es que eres ‘del centro’. 

Respuesta.–Pues sí, mi padre era uno de los dueños de la tienda de muebles La Valenciana, situada en la calle JuanLirola. Vivíamos en los altos. Estudié en la Compañía de María y luego pasé al instituto Celia Viñas. Siempre por las calles más céntricas de la ciudad.

P.–Tu padre era un gran deportista y tú heredaste los genes.

R.–Sí, era muy conocido en el mundo del deporte: PacoMarco, futbolista, automovilista, jinete... Es cierto, yo salí tan deportista como él. Siendo una niña, me compró un pony y lo montaba en el Club Hípico. Con el teimpo, llegué a ser profesora de equitación. Luego, con 12 años, entré a la escuela de gimnasia que tenía AntonioYagüe en La Salle. Los estudios me gustaban más bien poco; pero el deporte me apasionaba.  

P.–Y das el salto al baloncesto...

R.–Es que siempre he sido grande y fuerte y daba la talla. Entré en el equipo del Hispania y la tienda de mi padre empezó a subvencionarlo. Con el Hispania Muebles La Valenciana llegamos a ser 3ª en el Campeonato de España juvenil. Hice grandes amigas con las que aún tengo contacto: Carmina, Ester... Recuerdo un campus en Marbella que lo impartía Brabender: aquello fue maravilloso.

P.–Pero nace tu hija, también consumada baloncestista, y cambias de deporte.

R.–Pasé a hacer triatlón: carrera, natación y ciclismo. Participaba en las competiciones de toda Andalucía y siempre quedaba entre las tres primeras. Allí conocí a mi marido, también buen deportista. Yo saludaba a todo el mundo mientras corría, por mi carácter abierto, y él me lo reprochaba: “¡Quieres centrarte en la carrera y dejar de saludar!”

P.–¡Qué fotos más bonitas me enseñas para ilustrar la entrevista!

R.–Son de distintos montes en los que he hecho senderismo o maratones Es la modalidad que más me gusta. De quedarme con una prueba de este tipo, lo haría con los ‘101 km. de Ronda’. Transcurre por parajes maravillosos, por toda la Serranía y parte de los pueblos blancos. Subir hasta la parte más alta y verlos tan chiquititos, es fascinante.

"La prueba en la que más a gusto me he sentido es los ‘101 km. de Ronda’; resulta espectacular, preciosa”

P.–Sé que el senderismo te hizo un regalo especial...

R.–¡Ja, ja, ja! Seguro que te refieres a mi marido. Él también es buen deportista y, además, le encanta la fotografía de montaña. Coincidíamos en las pruebas y... 

P.–Y de tal palo, tal astilla...

R.–¡Ja, ja, ja! Si, tengo dos hijas que son grandes deportistas, concretamente baloncestistas. La mayor, Alicia, llegó a jugar con España el Mundial femenino de Brasil cuando tenía 15 años y durante bastantes años ha sido profesional en equipos de Barcelona o Murcia... La pequeña, Sara, estudió Educación Infantil y juega en el Club Baloncesto Almería.

P.–Oye, ¿hay algún deporte que no hayas practicado?

R.–¡Ja, ja, ja! Pues alguno hay por ahí. Mira, sí: las artes marciales en general. Karate, judo, boxeo... deportes de contacto y golpes, no son lo mío.   

"Desde los 17 años he compaginado mi trabajo de comercial y los deportes: equitación baloncesto, triatlón...”

P.–Pero tú nunca has sido profesional del deporte...

R.–¡Qué va! Amateur total, por simple afición. Bueno, sólo cobraba como profesora de equitación. Ya sabes que trabajo desde los 17 años como comercial en una empresa de fotocopiadoras. ¡Cuántas veces he ido a tu instituto a llevaros material!

P.–¿Qué te pasó en el triatlón de Retamar?

R.–¡Ja, ja, ja! Llegué a la meta primera y me dieron a mi nieto Guillermo, que tenía un mes, para entrar con él. ¡La gente se creía que era mi hijo!

P.–Tu otra gran afición...

R.–Viajar por las montañas de Galicia, Cantabria, Asturias...

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