Anatomía de un nombramiento

Los nombramientos del aparato de la Junta de Andalucía en Almería que este martes se hicieron efectivos al aprobarse por el Consejo de Gobierno que preside Juanma Moreno, trámite obligado una vez designados con anterioridad los consejeros, ha generado cierto malestar en el seno de la familia del PP almeriense por lo difícil que ha sido el entendimiento y el consenso a la hora de elegir a los nuevos cargos.

La opción inicial para el liderazgo y portavocía de la administración autonómica en la provincia era la del concejal ejidense Ángel Escobar, diputado del área de Bienestar Social, Igualdad y Familia y vicepresidente de la Diputación de Almería y así se comenzó a promover e incluso comentar desde el partido en la última semana de enero.

Y su compañera de partido en El Ejido, Rosalía Espinosa, que había sido parlamentaria en la última legislatura, era la opción principal para encabezar la Delegación de Salud y Familia en Almería. Escobar contaba con respaldo del PP ejidense y de la organización provincial, pero el núcleo duro de Juanma Moreno descartó esta posibilidad, a instancias de la consejera almeriense Carmen Crespo, quien ya había pensado para ese cargo en Aránzazu Martín, que también había sido diputada autonómica de los populares durante la anterior legislatura.

Y se frenó esta propuesta, según ha podido conocer este periódico de fuentes de la formación, en base a una serie de críticas vertidas por el diputado provincial al hoy presidente de la Junta en los comités del partido en El Ejido. Esta falta de consenso, que resquebraja la comunión de la victoria de los populares al menos en la provincia y que subyace a la anterior divergencia de sorayistas y cospedalistas -y luego casadistas-, se saldó con una designación inesperada para la Delegación del Gobierno, la de Maribel Sánchez, comodín de la dirección del partido con la que mantener el peso en la estructura provincial de la Junta.

Frustró las aspiraciones de Salud y Familia de Rosalía Espinosa, que ha tenido que recoger el acta sobrante de Maribel Sánchez en el antiguo hospital de las Cinco Llagas, y el veratense Juan de la Cruz se ha beneficiado de la maniobra con la mediación inestimable de Jesús Caicedo, exalcalde de Cuevas y exsenador del PP, que es amigo del consejero Jesús Aguirre.

Y la cuadratura del círculo se completa con Aránzazu Martín en Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible al contar Crespo con el beneplácito de Moreno y Elías Bendodo para elegir a su enlace en la provincia más exportadora de Europa. José Cara, exalcalde de La Mojonera y exparlamentario andaluz del PP, partía con ventaja sobre los demás aspirantes, pero la actual consejera tenía la última palabra.

Y ha incorporado a su equipo al concejal ejidense Manuel Gómez, tal y como adelantó durante la última edición de Fruit Logistica, en compensación por el duro revés que le ha infligido a un municipio que iba a tener a dos delegados territoriales. También Gabriel Amat ha aprovechado esta nueva plaza del PP en Almería para proyectar como delegada a Eloísa Cabrera, concejala roquetera y exdiputada nacional, ante su difícil encaje en la candidatura de las municipales.

Extraños compañeros de viaje y ánimos caldeados en una nueva etapa y estructura de la Junta que ha echado a andar en Almería con ciertos resentimientos, si bien las direcciones provincial y regional del PP, con divergencias en los nombramientos, están condenadas a entenderse y superar las hostilidades de sorayistas y cospedalistas.