La cueva de La Campsa, otro espacio histórico que irá a pleno

Pescadería no para de dar rasgos culturales históricos plasmados en elementos estructurales. Una de ellas, oculta en el olvido, es la cueva de La Campsa, una cueva artificial usada inicialmente como un escondite para la ocultación de combustibles, y posteriormente sirvió como refugio durante la Guerra Civil Española tanto para personas como para mercancías y en los últimos tiempos con actividad para cultivo de champiñones. Se encuentra en las inmediaciones del barranco de Greppi.

"La Cueva Campsa es objeto de gran curiosidad por su visita y estudio, pero desconocemos que se haya realizado nada en este sentido, y a poco que nos adentremos en ella, se puede apreciar su enorme extensión y posible comunicación subterránea con la zona Este de Almería hacia Aguadulce, y sus techos altísimos y anchas salas perfectamente transitables", explica José Campoy, presidente de la Asociación de Vecinos La Chanca-Pescadería, colectivo encargado de llevar una pregunta sobre la rehabilitación de este espacio de patrimonio histórico que irá a pleno.

"Hasta el presente, no se ha realizado ningún estudio geológico o social sobre su origen, uso y estado. Por ello solicitamos en primer lugar que adecuen la entrada que en el pasado era de fácil acceso y hoy está semienterrada, aunque es accesible. Y que realicen ese Proyecto de puesta en valor que ustedes mismos anunciaban a la ciudadanía almeriense, que lo reclama y que lo demuestran en las más de 2.000 firmas que se siguen recogiendo para su acondicionamiento", manifiesta Campoy.

Durante el bombardeo de Almería, acaecido en 1937 en el escenario de la Guerra Civil Española, los depósitos de combustible del puerto de Almería fueron destruidos, generando un incendio que duró, según fuentes, entre tres días y una semana.1 Para evitar que voviera a pasar, la empresa propietaria de dichos depósitos, Campsa, empezó a almacenar los barriles de combustibles dentro de esta cueva. El ver llegar continuamente camiones rotulados con el nombre de la empresa provocó que los vecinos bautizaran a la cueva con ese nombre.

Se ha propuesto en varias ocasiones el convertir esta ubicación en una atracción turística, pero el hecho de que se encuentren localizadas en el corazón de un barrio marginal han frenado las propuestas. Tan sólo se realizan excursiones periódicas guiadas por personas residentes en la zona, caso de las rutas guiadas que realiza el colectivo de Campoy, que hace de guía en ellas.

La cueva de La Campsa se encuentra junto a las canteras califales, lugar del que nació el monumento más importante y visitado de la provincia almeriense, la Alcazaba. Estas, en forma de cuevas, se tratan de excavaciones que se abrieron con la fundación de la ciudad por el califa Abd el-Rahman III a mediados del siglo X. El entorno estuvo ocupado por fundiciones de plomo, un ejemplo insólito del patrimonio industrial de la ciudad.