El crimen de Piedras Redondas

ALMERIA/El cuerpo sin vida de Montse Fajardo Cortés, de siete años de edad, fue descubierto la madrugada del 17 de marzo de 2002 en el barrio almeriense de Piedras Redondas dentro de una caja de cartón y con evidentes signos de violencia. El anterior precedente de otro abominable crimen con otra menor como victima, hay que situarlo a diciembre de 1987 fecha en que se produjo el crimen de la pequeña Estefanía Úbeda Simón en la barriada de Los Molinos.

El móvil del brutal y aberrante asesinato para muchos sigue siendo una incógnita, a pesar de las distintas versiones relatadas sobre los motivos que llevaron a la familia Santiago a cometer tan terrible asesinato. Los celos a la pequeña y una deuda económica han ido siempre de la mano sobre la hipótesis del crimen. La autopsia reveló que la pequeña Montse no sufrió abusos sexuales aunque recibió treinta y seis puñaladas, cuatro de ellas graves y su cuerpo fue rociado con un ácido corrosivo que le afectó a un ochenta por ciento de su frágil cuerpo.

La niña se dirigió el mismo día por la tarde a celebrar un cumpleaños con unas amigas pero no regresó a casa a la hora prevista y, ante la tardanza, sus padres y familiares comenzaron a recorrer el barrio y sus alrededores en su búsqueda.

El cadáver de la pequeña fue hallado en torno a la una y media de la madrugada en una esquina de la calle Sierra de Fondón, en el interior de una caja de cartón, desnuda de cintura para abajo y con varias heridas de carácter inciso provocadas por un arma blanca. La familia sospechó desde el primer momento que la pequeña conocía a su agresor, ya que, de lo contrario, aseguraron, no se habría ido con él.

De inmediato se sospechó que el agresor podría ser del barrio, precisamente por el hecho de que el cuerpo fuera depositado en la calle en tan corto espacio de tiempo y a pesar de saber que familiares, vecinos y hasta la propia Policía rastreaban incesantemente la zona.

Menos de veinticuatro horas más tarde las acusaciones se fijaron en el matrimonio formado por Juana Santiago y Antonio Santiago Torres, tíos de Montserrat Fajardo como presuntos culpables de la muerte de la pequeña.

Antonio Santiago, apareció ahorcado la mañana del 19 de marzo en un árbol del paraje Canteras de Lucas, muy cerca de su domicilio, situado en la calle Sierra de Fondón, donde apareció el cadáver de la pequeña Montserrat. Su esposa, Juana Santiago Santiago fue detenida por su implicación directa en el asesinato.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía registraron el domicilio de la pareja, presuntamente relacionada con el crimen, desde las 15.20 horas hasta las 17.10 horas de ese mismo día. Tras la inspección ocular se retiraron del inmueble llevándose como pruebas una silla, un barreño y tres bolsas de basura que fueron encontradas en una pequeña habitación situada en el tejado de la casa de dos plantas de los tíos de Montserrat.

Se dio la circunstancia de que la mujer detenida es prima del padre de Montserrat, Francisco Fajardo y su marido, el hombre ahorcado primo de la madre de la pequeña, Joaquina Cortés. Además, la mujer Juana Santiago, detenida como autora material del crimen era precisamente quien se encargaba de realizar duras declaraciones en los diversos medios de comunicación condenando el asesinato y pidiendo justicia.

Ingresó en la prisión provincial de Acebuche la tarde del 20 de marzo por orden del titular del Juzgado número 2 instructor del caso quien hasta marzo de 2004 mantuvo el secreto del sumario. Posteriormente fue trasladada a otra prisión para evitar posibles represalias en el centro penitenciario con otras reclusas que a través de los medios de comunicación conocían perfectamente el caso.

En relación con el crimen se produjeron otras detenciones posteriormente. Engracia Santiago –tía de Juana- y su marido Antonio Fernández ambos como supuestos encubridores del asesinato, ya que se sospechó que fueron testigos directos del crimen y no impidieron la muerte de la pequeña.

Seis meses más tarde hubo un incidente, relacionado como consecuencia del brutal crimen. Un tiroteo ocurrido poco después del mediodía del 28 de septiembre en la localidad de Huércal de Almería y a consecuencia del mismo fueron detenidos el padre y un tío de Montserrat Fajardo, la niña asesinada y un hijo de Juana Santiago, detenida por estar implicada en la muerte de la pequeña.

Las detenciones se realizaron tras la llamada de una vecina de la localidad que alertó a la Policía Local sobre un tiroteo que se estaba produciendo en el mercadillo del municipio. Posteriormente el tiroteo continuó en la persecución en la que en un turismo el padre de Montserrat, Francisco Fajardo Sánchez, y un tío de la niña, un menor de 17 años, perseguían al coche de Antonio Fernández Santiago, de 21 años de edad y también tío de la pequeña.

Tras la intervención de la Policía Local y de la Guardia Civil, se pudo detener al primero de los vehículos en la calle Jesús de Perceval, dándose a la fuga el segundo de los turismos que fue localizado y detenido su ocupante en la localidad de Pechina. Dos de los detenidos fueron puestos a disposición judicial mientras que el menor de edad quedó bajo la tutela de la Fiscalía de Menores de la Audiencia Provincial.

El 12 de marzo de 2.004 el titular del juzgado de instrucción numero 2 de Almería ordenó la libertad provisional de Engracia Fajardo y su esposo Antonio Fernández aunque mantuvo la prisión preventiva para Juana Santiago Santiago, la primera mujer detenida en relación con el asesinato de la niña un día después del crimen, en plenos funerales y después de que su esposo Antonio Torres dos días mas tarde apareciese colgado de un árbol en el paraje conocido como “El Pilar de Lucas” cercano a la barriada de Piedras Redondas.

El juicio con tribunal Popular se inició el 3 de octubre y se prolongo durante diez sesiones donde testificaron medio centenar de personas entre familiares, policías intervinientes en el esclarecimiento del caso, forenses y peritos. El jurado popular el 20 de octubre emitió su veredicto considerando por unanimidad culpables a los tres procesados a los que el ministerio publico y la acusación particular le habían pedido una pena de veinticinco años a cada uno de ellos, pena que se ha visto reducida en dos años menos.

La Audiencia Provincial de Almería condenó a la pena de veintitrés años de prisión a Juana Santiago, Engracia Santiago y Antonio Fernández “El Follares” como autores directos y materiales del asesinato de la niña. Antonio Fernández “El Follares” murió meses mas tarde de una rápida enfermedad en la prisión provincial de Jaén en donde fue internado.