El crimen de la Calle Sagunto

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Asesinato. Zahra E.I., de 31 años de edad, fue brutalmente asesinada en la mañana del 21 de junio de 2003 en su domicilio particular, en el número 17 de la calle Sagunto de la capital

El crimen de la Calle Sagunto
El crimen de la Calle Sagunto

Una mujer de origen magrebí que habitualmente ejercía la prostitución en la zona de los Nuevos Ministerios, fue brutalmente asesinada la mañana del 21 de junio de 2.003 en su domicilio particular de la calle Sagunto número 17 de la capital. La mujer llevaba escasamente tres meses viviendo alquilada en esta vivienda junto a otra compañera de trabajo también oriunda del Magreb. El asesino se ensañó brutalmente con su indefensa victima identificada como Zahra E.I, de 31 años de edad, ya que el cuerpo sin vida de la infortunada mujer presentaba más de veinte puñaladas repartidas en el abdomen, región torácica a la altura del corazón y en la nuca. Su cuerpo había sido cosido a cuchilladas.

Se supone que el crimen pudo tener lugar entre las doce y doce y media de la mañana. Ningún vecino del inmueble escuchó ruidos o gritos procedentes de la vivienda en la que residía Zahra E.I en ese intervalo de tiempo cuando se produjo el crimen.

El cuerpo fue hallado minutos antes de la una de la tarde, por una amiga suya y compañera de actividades, quien había regresado al domicilio a recoger una determinada cantidad de dinero para pagar el alquiler de la vivienda.

A la amiga le esperaba un espectáculo dantesco. Subió confiada por la escalera y llegó hasta la primera planta. La puerta del piso numero14 estaba entreabierta y en su interior a primera vista nada hacía presagiar la terrible tragedia ocurrida media hora antes. Nada más entrar, en una pequeña sala de estar y rodeada de un gran charco de sangre y junto a un sofá, se encontraba la victima tendida en el suelo. La mujer hecha un manojo de nervios alertó con sus gritos al resto del vecindario. Aunque aturdida ante la escalofriante situación que tenía ante sus ojos, reaccionó de inmediato, ya que fue la persona que avisó a la Sala operativa de la Policía del 091. Posteriormente fue informando de lo ocurrido a los familiares y conocidos de la inmigrante asesinada. La tensión fue en aumento. Los facultativos del servicio de Emergencias Sanitarias del 061 que llegaron quince minutos más tarde de descubrirse el suceso, solo pudieron certificar su muerte. Casi al mismo tiempo ya habían hecho acto de presencia agentes de la Brigada de Policía Judicial y Policía Científica.

Zahra E. I. nació en Old Mbarek (Beni Mellal) en 1972, era residente legal en territorio español y tenía un hijo que actualmente reside en Marruecos. Ejercía la prostitución en sectores céntricos de la ciudad, de forma más asidua en la zona de Nuevos Ministerios. La victima se hacía llamar "Yamila" y "Sara". Según trascendió entonces la mujer estaba arreglando esa misma semana ante las autoridades españolas los documentos necesarios para conseguir que el menor residente en Beni Mellal pudiese venir a España a vivir con ella.

El mismo día de su muerte, a primeras horas de la mañana, la joven fue vista por varios vecinos haciendo la compra por los comercios de la zona. La mujer fue descrita por algunos de estos vecinos como una persona muy discreta y que nunca había tenido problemas con ellos.

Las primeras investigaciones determinaron que el autor del atroz asesinato fuese un compatriota conocido de la víctima identificado poco después por la Policía cuya identidad y fotografía fue distribuida horas más tarde a todas las dotaciones policiales de la capital. Según algunos testigos de la calle el individuo fue visto saliendo del portal de la vivienda. La Policía situó varios controles de carretera y en varios puntos de la ciudad, especialmente en el puerto de la capital, la estación Intermodal y en el propio aeropuerto.

Esta persona fue descrita como un individuo de 1,80 metros de estatura, complexión delgada y tez morena de unos cincuenta años de edad. Desde los primeros momentos en que se tuvo conocimiento del suceso, la Policía activó un amplio despliegue destinado a localizar al presunto autor del hecho. Una de las hipótesis que se manejó sobre las causas de este homicidio fue que el autor tenía una relación cercana con Zahra E.I y durante los últimos tiempos la había presionado para vivir con ella y además a costa de su trabajo, algo a lo que ésta se habría negado.

Al parecer, la mujer había presentado varias denuncias por malos tratos contra su supuesto agresor, un individuo con problemas psicológicos y de carácter extremadamente violento y otra persona más, la última el pasado 6 de junio dos semanas antes de su muerte.

Los agentes que se personaron en la escena del crimen encontraron un cuchillo tipo estilete en el lavabo de la vivienda, presumiblemente de uso doméstico, que sin duda fue el arma que usó el asesino. Tras la inspección ocular de la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Almería y las primeras inspecciones oculares llevadas a cabo por la Unidad de la Policía Científica y agentes de la Policía Judicial, el cadáver fue retirado a las 15,40 del edificio y conducido al tanatorio, donde la mañana del 22 de junio se le hizo la autopsia cuyos informes y análisis forenses determinaron con certeza la causa de la muerte.

Las investigaciones policiales dieron su fruto estrechando cada vez más el cerco del asesino. Un mes más tarde la Policía Nacional localizó y detuvo al criminal en un pueblo de la provincia de Murcia donde había buscado refugio durante ese tiempo, entre un núcleo de magrebíes trabajadores temporeros en esta zona del sureste español. El sujeto, el tiempo que estuvo huido utilizó un nombre y documentación falsa.

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