Los robos a los cortijos de La Cañada, en Almería, regresan durante las vacaciones

Almería

Denuncian que los vecinos están viviendo una nueva oleada de hurtos pese a que las patrullas ciudadanas de vigía no han sido desactivadas

Cartel protesta confeccionado por los vecinos del Llano de La Molina, fuera del Plan de Iluminación.

Tras un periodo en los que los amigos de lo ajeno han dado cierta tregua a los vecinos de La Cañada de San Urbano, los robos a los cortijos existentes en los núcleos agrícolas de esta zona de la capital almeriense han regresado durante estas vacaciones pese a que las patrullas ciudadanas, que peinan los caminos rurales, no han cesado en sus inspecciones diarias a lo largo del año.

Según han denunciado vecinos de La Cañada, están inmersos en una nueva oleada de robos, que ha comenzado justo con el inicio de la temporada estival al igual que ocurriera el pasado año en Paraje Guillén, Cortijo Córdoba, Camino Cintas, Llano de La Molina y Camino de Los Sifones, donde residen unas 1.600 familias que vuelven a vivir sujetas a la angustia, como explican, de dejar solas sus propiedades por miedo a que le desvalijen sus casas. “Han empezado otra vez, están de vacaciones y se dedican a robar”, lamentan desde las asociaciones vecinales como las de Paraje Guillén o Los Llano de La Molina.

Son dos puntos estos donde en los últimos días se han producido al menos dos intentos de robos, frustrados al ser sorprendidos los intrusos por los propietarios que no pudieron, no obstante, evitar destrozos en sus casas, ya que emplearon sierras para retirar las rejas de protección y entrar en las viviendas. En concreto, el último intento denunciado a este periódico se produjo el pasado sábado, entre las siete de la tarde y las diez de la noche, cuando la familia estaba ausente.

Según detallan, al parecer el modus operandi ha variado en cuanto a los horarios. “Han cambiado el sistema, el pasado verano entraban en las madrugadas y ahora lo hacen hasta de día. Nos vigilan y cuando la familia sale a comprar o hacer cualquier gestión, entran a robarnos”. Es desde luego una situación paradójica, ya que las patrullas ciudadanas, que recorren los caminos rurales, siguen en activo pese a las recomendaciones policiales y del Ayuntamiento de Almería. Los vecinos supervisan en alerta estos viales y los cacos vigilan los movimientos de los vecinos para encontrar el momento adecuado.

Vecinos, de la patrulla ciudadana, patean este verano los caminos.

Los denunciantes aseguran, además, que la presencia de la Policía, que aumentó a el pasado año, se ha ido difuminando con el paso del tiempo, merma ante la que muestran en sus declaraciones comprensión. “La Policía no puede estar en todo, los agentes son los que son y tienen que cubrir toda Almería hasta Cabo de Gata, y más durante la temporada de verano con el aumento de visitantes en las zonas turísticas de la capital”, por lo que las peticiones de adopción de medidas vuelven a ser dirigidas al Ayuntamiento, administración a la que los colectivos vecinales requieren la instalación de alumbrado público en los caminos rurales.

“No es la solución, pero sí es una medida disuasoria, ya que la oscuridad invita a delinquir. A oscuras es más sencillo para ellos huir entre los caminos”, recuerdan.

De hecho, ante la oleada de robos sufrida en esta zona agrícola almeriense, con casas robadas hasta en ocho ocasiones, la actual alcaldesa de la ciudad se comprometía con los vecinos a la instalación de farolas en los caminos rurales de la Cañada dando como resultado el Plan de Iluminación, en el que colabora económicamente la Diputación Provincial.

El proyecto está hecho, así como la licitación de las obras a la que se presentaron catorce empresas, si bien la actuación cubre la mitad, aproximadamente, de los cortijos afectados, ya que el Ayuntamiento mantiene que solo puede actuar en aquellas vías que son de titularidad pública. Quedan fuera pues de esta actuación los caminos privados, que se concentran en Los Llanos de La Molina y Cortijo Córdoba, cuyos vecinos esperan un cambio de criterio municipal que les permita contar también que alumbrado público que vienen reclamando desde hace un año.

Reja arrancada con el empleo de una sierra eléctrica en Paraje Guillén.

Las primeras 100 farolas, pendientes de adjudicación

Tras las protestas protagonizadas por los vecinos el pasado verano, el Ayuntamiento de Almería ha venido trabajando para cumplir el compromiso de dotar de alumbrado público los caminos, de titularidad municipal, de los cortijos de este área de La Cañada afectada por los robos. De hecho, pendiente de adjudicación se encuentran las obras para la instalación del primer centenar de farolas. +

Hecho el Plan Municipal de Iluminación de Caminos Rurales, en el que colabora económicamente la Diputación Provincial, redactado y aprobado el proyecto, y licitadas el pasado mes de mayo las obras, la Mesa de Contratación finalizó el paso mes la selección de la oferta más ventajosa de las 14 presentadas con una propuesta de adjudicación que se llevará a Junta de Gobierno Local de forma inminente. Esta aprobación le permitirá a la alcaldesa de la ciudad, María Vázquez, atender a sus compromisos con los vecinos de La Cañada mediante la rúbrica del contrato y el inicio de esta actuación que fue dividida en tres fases, con una inversión conjunta de 600.000 euros, que cubre más de ocho kilómetros de caminos rurales.

La primera fase dotará de luz a Paraje Guillén y Camino Cintas con una inversión de unos 253.852 euros,

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