"Señora, por favor, ya ha venido a comprar dos veces hoy"

Este es un relato en primera persona. Me sucedió hace unos días.

Una mujer realiza trabajos en un establecimiento.

Este es un relato en primera persona. Me sucedió hace unos días. Como la mayoría de los trabajadores de Diario de Almería, casi la totalidad del trabajo la estamos realizando desde nuestras casas. Tampoco tengo perro, así que no me veo en la obligación de salir a pasear a nadie. Antes compraba un paquete de tabaco diario en el estanco y ahora prácticamente ni lo piso. Y, aunque suene mal, acumulo dos o tres bolsas de basura antes de tirarlas en el contenedor.

Pero es lo que nos han pedido a todos y mi pretensión no es colaborar con el coronavirus, es combatirlo. Y hay situaciones en las que no sé si miedo, pero sí que tengo algo de respeto por la situación. Y una de esas es cuando hago la compra. Me propuse no acudir a ningún establecimiento de alimentación más de una vez por semana y lo cierto es que he conseguido estar incluso más días.

Así que hace unos cuatro o cinco días me acerqué al Mercadona de la Plaza Barcelona, y no hago publicidad, es que es el que tengo más cerca de mi casa. No se si ustedes han tenido esa sensación de estar sumido en una película de devastación cuando les toca hacer la compra. Es el lugar donde más mascarillas y guantes se utilizan y, además, creo que es lo correcto. No pretendo preocupar a nadie, pero ya son varios los especialistas que han afirmado que el virus puede permanecer en el aire incluso una hora en espacios muy cerrados. Otros dicen lo contrario, así que de quién nos fiamos...

De todas formas, más vale prevenir que curar. El caso es que en un momento determinado, cuando estaba llegando mi turno para pagar en caja escuché algo que no se me ha ido de la cabeza desde entonces y que me llegó a frustrar. "Señora, por favor, ya ha venido a comprar dos veces hoy". Era la indignación de una de las trabajadoras de los puestos de caja a otra mujer que llevaba, creo (aunque tampoco me importa), un bote de soja. Simplemente eso, un bote. La mujer le contestó: "Es que me he puesto hacer la comida y he visto que me faltaba, pero apenas he estado tiempo en el establecimiento". La trabajadora no pudo ser más contundente: "No solo se perjudica usted, también a nosotros y al resto de la gente, no lo repita por favor".

Supongo que no será ni la primera ni la última persona inconsciente que viene realizando este tipo de comportamientos. Yo tengo un padre y una madre que superan los 70 años y esa mujer que fue a comprar debe tener familiares en la misma situación de riesgo. Y usted también, y sus vecinos, y sus familiares.

Por favor, colaboremos entre todos. Ha quedado claro que esto no es una "simple gripe" como se decía al principio. Hay decenas de hospitales colapsados y miles de enfermeros que se juegan el tipo y echan horas de más luchando para que todos... menores, jóvenes, adultos y mayores superen la enfermedad. Pero si seguimos comportándonos de esta manera, esto no va a durar solo dos semanas más. Estoy seguro de que ni siquiera yo soy el mejor ejemplo, así que gracias a todos vosotros que os preocupáis por ser prudentes, porque también estáis cuidado a la gente que quiero.

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