Un almeriense lidera la lucha contra la piratería en el Índico

El contralmirante 'cañaero' Ricardo Hernández ejercerá el mando de la Operación Atalanta durante los próximos meses embarcado en la fragata Navarra

Un almeriense lidera la lucha contra la piratería en el Índico

Este fin de semana ha partido hacia el Cuerno de África la fragata Navarra desde la base naval de Rota para integrarse durante los próximos cinco meses en aguas del Océano Índico como buque de mando en la Operación Atalanta liderada por el contralmirante almeriense Ricardo Hernández López. La misión se centra en la lucha contra la piratería y en la protección de los buques del Programa Mundial de Alimentos, una operativa de la que España fue impulsora en 2008 para contribuir a la defensa de los derechos internacionales de la zona.

La fragata en activo desde mayo de 1993, que cruzará el Canal de Suez y el Mar Rojo para desplegarse el Mediterráneo Oriental, fue despedida por el comandante general del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad, el vicealmirante Antonio Martorell Lacave, y no es para menos. Será el buque de mando de la Fuerza Naval de la Unión Europea llevando embarcado al almeriense Ricardo Hernández como Force Commander ejerciendo junto a su Estado Mayor formado por un equipo de 22 personas -la mitad españoles- el control de la Operación Atalanta hasta agosto.

Es, sin duda, una etapa de especial protagonismo de la Armada española y su papel en la lucha contra la piratería en el Cuerno de África porque el despliegue coincidirá con el traslado del cuartel general en tierra de esta misión desde Reino Unido a la Base de Rota a partir del 29 de marzo. Aunque ahora hay menor fuerza aeronaval en la zona que en los inicios de la Operación Atalanta, siguen desplegados en la zona un barco y un avión de patrulla marítimas españoles, un buque italiano y por periodos hay embarcaciones francesas o incluso de Corea del Sur a los que se suman “una relación constante y fluida” con organizaciones multinacionales comandadas por Estados Unidos, Rusia o Japón.

La fragata Navarra partió este fin de semana de la base naval de Rota

La Fuerza Naval de la Unión Europea patrulla en una amplia zona entre el Golfo de Adén y las islas Seychelles. La piratería en la zona “está contenida pero no suprimida”, reconoce el contralmirante almeriense. “La misión Atalanta ha sido un éxito y la presión ejercida ha servido, de hecho ha habido secuestros en estos 3 ó 4 años, pero se erradican desde tierra. Mientras la situación en tierra -en Somalia- no sea propia de un estado estructurado, disponen allí de fondeaderos para llevar el barco sin ninguna presión policial”, ha valorado recientemente Hernández López, este almeriense que dejó La Cañada al ingresar en la Escuela Naval para ser oficial de la Armada y que ha llegado a desempeñar la Jefatura del Estado Mayor de la Flota. Una trayectoria impecable, navegando por mares de medio mundo, pero sin perder nunca, como reconoce el contralmirante, “el cordón umbilical con Almería”.

Son 24.000 mercantes los que navegan por la zona al año, entre ellos los españoles, y aunque no lo consiguen, los piratas siguen intentando un ataque al menos una vez al mes. Más de 170 personas han sido detenidas en los últimos años, con dos tercios condenados, según los datos de la Armada. La Navarra ha zarpado de Rota con 226 personas a bordo, 174 de la dotación, el Estado Mayor, la Unidad Aérea Embarcada y el grupo de operaciones especiales.

Es una veterana en operaciones de control y es la quinta de las seis fragatas que componen la 41 Escuadrilla de Escoltas clase Santa María. Con una eslora de 138 metros, una manga de 14 y un desplazamiento superior a las 4.000 toneladas, la fragata está equipada con sensores y armas que le permiten desarrollar sus cometidos como buque de escolta y vigilancia marítima. Participó, por ejemplo, en el embargo y bloqueo de la antigua Yugoslavia en el mar Adriático entre diciembre de 1995 y marzo de 1996.

Profeta en su tierra

Ricardo Atanasio Hernández López fue reconocido en su tierra coincidiendo con su responsabilidad como Jefe del Estado Mayor de la Flota en 2017. El Ayuntamiento de Almería le impuso el escudo de oro de la ciudad en verano y meses más tarde recibió uno de los premios de Diario de Almería. “Siempre he llevado a Almería en el corazón. Nací en La Cañada, soy tomatero y lo llevo a gala”, apuntó en sus intervenciones Ricardo Hernández.

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