Los contenedores de ‘quita y pon’ se instauran en Obispo Orberá
Limpieza
El sistema supera el periodo de prueba y ha sido incluido en el contrato junto a estas otras mejoras
Las nuevas 'armas' para la limpieza de las calles de Almería menos ruidosas
Los contenedores de ‘quita y pon’ se han instaurado en la Rambla Obispo Orberá, un sistema que lleva años implantado en el Paseo de Almería y que están empleando otras capitales españolas en sus cascos históricos y espacios peatonales en aras de conseguir un entorno agradable para su disfrute por los viandantes, libre de obstáculos y elementos que afeen el paisaje urbano o causen malos olores.
Paseo y Obispo Orberá son dos arterias comerciales por excelencia en el centro capitalino y el Ayuntamiento aceptó meses atrás la propuesta de extender este sistema condicionada a una prueba piloto que, según el concejal de Sostenibilidad Ambiental y Energética, Antonio Urdiales, se superó con éxito de tal modo que ha sido incorporada a los servicios habituales de la empresa concesionaria del servicio de recogida de residuos urbanos.
Esta contenerización portatil, o de como se le suele llamar de quita y pon, mantiene los recipientes de la basura en la calle justo el tiempo necesario (desde las 20:00 horas con retirada a patir de las 23:30), liberando espacio en la vía que se escapa, además, de malos hábitos como depósito de bolsas fuera del horario establecido y de los consiguientes olores, sobre todo, en los meses de temperaturas elevadas en una avenida que carece de zonas de sombra.
Son las principales razones por las que el Ayuntamiento se ha decantado por extender el sistema que hasta ahora solo disfrutaba el Paseo de Almería de forma “consensuada con los comerciantes y vecinos de la zona”, apunta el responsable municipal.
Estas son las bonanzas que tienen al margen de su coste. La expansión de los contenedores portátiles ha sido incluida en el contrato de la basura con un pellizco económico a favor de la empresa concesionaria. De hecho, forma parte de la modificación del contrato de la recogida y transporte de residuos sólidos, aprobada este mismo verano por el equipo de María del Mar Vázquez en Junta de Gobierno Local, que añade a la factura anual 1,2 millones.
Es el tercer cambio aplicado por el Ayuntamiento al objeto de “dar respuesta a las necesidades de la ciudad”. Además de los contenedores de quita y pon en Obispo Orberá, la alteración de los costes, que asciende a un 15,32%, abarca el aumento de la frencuencia en la recogida de envases, así como de la retirada del papel y cartón depositados, servicio de recogida de la fracción orgánica (los marrones), el aumento del servicio de mantenimiento de los contenedores soterrados y el coste del alquiler de nueva maquinaria.
El montante económico estimado del gasto correspondiente a esta tercera modificación, a aplicar desde el pasado 16 de julio, asciende a 563.805 euros redondeados, por lo que no llega, según los informes jurídicos que respaldan esta subida de canon, a superar el límite del 20% legal establecido.
La empresa FCC Medio Ambiente se hacía con la concesión de la recogida de residuos de la capital almeriense en el año 2014 con un canon anual de 6.854.802 euros, lo que supone, en los diez años de contratación, el pago de un total de 68,6 millones.
La abultada factura se le ha elevado a la capital que, durante el transcurso de esta década de servicios, ha ido introduciendo variaciones. Una primera modificación en el año 2016 sumó 886.978 euros al canon anual; la segunda, en 2019, otros 643.207; y esta tercera, 1.226.523 euros. Al año, Almería paga por el servicio de recogida y transporte 10,4 millones. Mientras, se trabaja en la nueva licitación.
La limpieza viaria y el quinto cambio de contrato
Los servicios de limpieza y recogida de la basura, que tradicionalmente iban unidos en un mismo contrato, tomaron caminos separados en la idea del Ayuntamiento de abaratar costes. Mientras que de los contenedores se ocupa FCC Medio Ambiente, del barrido de calles y de limpiar playas se encarga Acciona Servicios Urbanos, cuyos servicios y costes también han ido cambiando durante estos últimos diez años. La última, y quinta modificación, ha sido aprobada por el Ayuntamiento este mismo verano en respuesta a “la necesidad del municipio de mantener los niveles mínimos de prestación exigidos en la concesión”, dado que parte de la maquinaria había superado su vida útil y la extensión de la limpieza a nuevas zonas como los desarrollos de la Vega.
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