Condenado por intentar matar a su pareja a puñaladas y retenerla once horas sin asistencia médica
Por estos hechos, Nikola I.P. ha sido condenado a trece años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa
El barrio de la Cruz, el ‘Bronx’ de Almería está en Pechina
La Audiencia de Almería ha impuesto trece años de prisión a un hombre condenado por intentar matar a puñaladas a su pareja cuando le comunicó que quería romper con él de forma definitiva.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, señala que durante febrero de 2023 el procesado Nikola I.P. y la víctima, con la que tenía un hijo de dos años, reanudaron su relación de pareja una vez finalizada la prohibición judicial que impedía al hombre comunicarse y aproximarse a la mujer durante dos años.
De esta forma, la víctima y el niño se instalaron el domicilio del acusado en el término municipal de Pulpí, en el que tuvieron lugar los hechos durante la noche del 13 al 14 de marzo de dicho año.
Cuando ambos se encontraban en el salón de la vivienda, la víctima comunicó al procesado que quería poner fin de forma definitiva a la relación, lo que provocó que se iniciase una discusión y que, posteriormente, el hombre pidiese a su pareja que tuviesen relaciones sexuales por última vez.
Ante la "firme negativa" de la perjudicada, el investigado se fue a la cocina y cogió un cuchillo que acto seguido clavó "sorpresivamente" en la zona costal y lumbar derecha de la mujer mientras le decía: "Si no vas a ser mía, no vas a estar con nadie".
El fallo resalta que efectuó este ataque "con intención de acabar con la vida de ella, o asumiendo en todo caso que a resultas de su acción se pudiera producir ese desenlace", y añade que acto seguido cogió una botella de vino y golpeó con ella a la víctima.
Como la botella se rompió y su contenido se derramó por el suelo, la agredida resbaló y se cayó, momento en el que el hombre se abalanzó sobre ella con el cuchillo para asestarle otro corte bajo el pecho izquierdo mientras le gritaba: "Voy a acabar con tu vida".
La víctima logró poner las manos entre ella y su pareja para evitar más cuchilladas e intentó zafarse del procesado, quien aprovechó para asestarle otra puñalada en la parte alta del hombro izquierdo cuando se encontraba de espaldas.
El niño se despertó a causa de los gritos y llantos de la madre y se presentó en el salón, pero su padre únicamente cogió una sábana para envolver a la víctima y tumbarla en una cama.
De esta forma impidió que recibiese asistencia sanitaria hasta las cuatro de la tarde de ese día, sin dejarla salir del domicilio durante once horas mientras la amenazaba con acabar con su vida si "no dejaba de llorar y quejarse".
Durante todo este tiempo, el acusado se comunicó con un amigo para pedirle tiritas, vendas y antiinflamatorios, aunque le dijo que eran para atender una lesión propia, y finalmente para pedirle que trasladase a su pareja al centro de salud de Pulpí, ya que ésta se "encontraba mal".
Desde dicho centro sanitario fue derivada "inmediatamente" al Hospital de La Inmaculada de Huércal-Overa.
Por estos hechos, Nikola I.P. ha sido condenado a trece años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, en el que concurren las agravantes de parentesco y de género y que también conlleva una orden de alejamiento de 500 metros durante 23 años, la medida de libertad vigilada durante diez años y el pago de una indemnización de 41.540 euros.
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