Condenada por lanzar borracha su móvil a un policía tras caer desplomada al suelo

Una juez de Almería ha condenado a algo más de un año y nueve meses de cárcel a una mujer que arrojó ebria su móvil a la cara de un policía local que la asistía mientras llegaban los sanitarios, después de que cayese al suelo.

La sentencia declara probados unos hechos que tuvieron lugar sobre las cuatro menos cuarto de la madrugada del pasado 19 de mayo en la calle Padre Luque de la capital almeriense, cuando la Policía Local instó a la acusada a identificarse por su implicación en un altercado en esta vía.

La mujer se negó de manera reiterada a hacerlo y en cierto momento cayó desplomada al suelo, por lo que los agentes comenzaron a asistirla a la espera de la llegada de los sanitarios.

Sin embargo, la acusada se recuperó y comenzó a insultarlos, toda vez que cogió su teléfono móvil y lo arrojó contra la cara de uno de los policías, al que provocó una contusión en la nariz y en el labio superior.

Según el fallo, la mujer ya había sido condenada en noviembre del año pasado a cuatro meses de cárcel por otro delito de atentado, aunque esta pena fue suspendida durante un plazo de dos años, a condición de que no volviese a delinquir en dicho periodo.

Para exculparse, la mujer aseguró que no recordaba casi nada, sólo que había llegado a un pub, en el que se tomó una copa que no le sentó bien por la medicación que se estaba tomando, y que se despertó en la Bola Azul. Añadió que una amiga vio todo lo que había ocurrido, aunque ésta no había podido ir a declarar durante el juicio.

Sin embargo, la magistrada resalta frente a este testimonio el de los cuatro agentes de la Policía Local que intervinieron en el incidente, que concretaron cómo a su llegada a la calle Padre Luque encontraron a varias personas que discutían con "signos de embriaguez".

Todos ellos incidieron en que la procesada cayó desplomada al suelo cuando solicitaban su documentación a estas personas y que comenzaron a auxiliarla, aunque la mujer se levantó unos minutos más tarde, comenzando entonces los insultos y amenazas en "actitud agresiva".

En esta línea, concretaron que lanzó el móvil contra uno de ellos cuando intentaron que se calmase y que tras esto la trasladaron a la Bola Azul.

Por estos hechos, la procesada ha sido condenada a un año, nueve meses y un día de prisión por un delito de atentado a agentes de la autoridad, en el que concurre la agravante de reincidencia, y al pago de una multa de 189 euros por un delito leve de lesiones, toda vez que se le impone el abono de una indemnización de 200 euros al agente agredido.