Condenada por amenazar de muerte a una médico del centro de salud de Alhama

No obstante, ha resultado absuelta de una delito de vejaciones injustas

Test rápido a cuidadores de ayuda a domicilio en el centro de salud de Alhama
Test rápido a cuidadores de ayuda a domicilio en el centro de salud de Alhama / Rafael González

Una juez de Almería ha impuesto un año de prisión a una mujer por amenazar de muerte a una médico en su centro de salud.

La sentencia declara probados unos hechos que tuvieron lugar sobre las tres de la tarde del 5 de abril del año pasado en un centro de salud de Alhama de Almería.

La procesada acudió a dicho lugar a recoger una medicación prescrita pero comenzó a gritar, de manera reiterada y desde el exterior de la consulta de la facultativa perjudicada, que la iba a “matar”.

La acusada aseguraba que cuando se encontrase con su doctora pro la calle le iba a “partir la cara”, y llegó a abrir la puerta de su consultar para insistir en estas manifestaciones, tras lo que que marchó del centro.

El magistrado David Villagrá apunta que la procesada negó esta versión de los hechos y añadió que en el centro de salud la trataron “muy mal”, y contrapone a esto la declaración de la perjudicada y de un enfermero que fue testigo de lo ocurrido.

En este sentido destaca la “claridad, vehemencia y coherencia” del testimonio prestado por la médico durante la vista oral, a lo que se añade el atestado instruido por la Guardia Civil, en el que se documenta que la doctora afectada, el día siguiente al de ocurrencia del suceso, procedió a interponer denuncia “sin demora”.

Y aclara que si lo hizo al día siguiente es porque estaba prestando el servicio de urgencias y por ello “no pudo desatender sus funciones”.

Respecto a la declaración del testigo enfermero, incide en que éste relató haber escuchado personalmente las amenazas proferidas por la acusada a la médico.

Por estos hechos, la mujer ha sido condenada a un año de prisión por un delito de amenazas, por el que además se le impone una orden de alejamiento de 300 metros durante dos años, tiempo en el que tampoco podrá ir a este centro de salud cuando se encuentre allí la perjudicada, salvo en caso de “visitas justificadas”.

No obstante, ha resultado absuelta de una delito de vejaciones injustas.

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