El Colegio Virgen de la Chanca cumple 50 años desde que se fundó como Centro de Promoción
Educación
La orden religiosa de los Marianistas creó el centro para darle una formación a los niños desfavorecidos del barrio
El CEIP La Chanca, un centro referente en educación en la diversidad
El colegio concertado Virgen de La Chanca, conocido como La Calamina por la existencia de unas antiguas minas de este mineral, vio la luz el 13 de octubre de 1974 como Centro de Promoción, hace ahora 50 años, cuando se firmó un acuerdo entre el entonces obispo de Almería, Manuel Casares, y el sacerdote Marianista Eduardo Benlloch.
La presencia Marianista en el barrio de La Chanca llegó algunos años antes, en 1969, cuando se hicieron cargo de la parroquia de San Roque, que, a día de hoy, siguen custodiando.
Elvira Martínez, la directora del centro en la actualidad, explica que “lo primero que se creó fue un centro de promoción humana, que es una cosa que suena muy rara, pero realmente consistía en eso, en hacer personas”
“Se realizaban talleres de fontanería, carpintería o deporte, e incluso se llegó a formar la cooperativa del champiñón. Esta formación que se promovía era tan buena que incluso era complicado que la acabaran, ya que las empresas venían a contratar a la gente antes de que acabase”, cuenta Martínez.
Posteriormente, en 1981, se creó una Escuela-Puente, en la que los marianistas acogían a los niños que estaban en la calle y no acudían al colegio para darles una formación. Esta tenía un aula de infantil y otras dos de primaria, en la que los menores daban clase juntos, independientemente del curso.
Fuera de lo que era la formación, también se realizaban talleres para los padres con un objetivo claro. Estos tenían lugar durante el horario escolar, con la intención de que los adultos tuvieran que dejar a sus hijos en el colegio, así, mientras los niños se formaban, ellos también lo hacían. La directora relata que “estos talleres eran de cosas básicas, como de costura, para aprender a arreglar la ropa para los pequeños, o de cocina, e incluso llegó a haber una especie de ayuda para quienes estaban tratando de sacarse el carnet de conducir”.
“Todo se fue regulando, dejando de lado la atención a los padres. Llegó un momento en el que nosotros no podíamos acreditar la formación que les dábamos, que al final era alfabetización pura, por lo que dejó de hacerse, y también por el hecho de la aparición de las escuelas para adultos”, explica.
En el año 1998 se inaugura el Colegio Virgen de la Chanca, tal y como se conoce en la actualidad. Cuenta con seis aulas de primaria y otras tres de infantil a las durante este curso acudirán alrededor de 200 niñosy niñas diariamente, siendo atendidos por 14 maestros y un orientador.
“Cabe destacar la presencia de una comunidad de religiosos marianistas, que vive en las instalaciones del centro y que son testimonio de la apuesta educativa hacia los más desfavorecidos. Al vivir aquí, todo lo que pasa en La Chanca les afecta, para bien o para mal, como por ejemplo los cortes de luz”.
“La gente les continúa agradeciendo la labor que hacen. En el colegio del CEIP La Chanca realizaron un mural con las personas más importantes del barrio, donde escribieron “los Marianistas”. Para ellos es muy bonito sentir que reconocen y valoran su trabajo”, finaliza Elvira Martínez.
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