Cierre de oficinas bancarias en Almería: un desafío para gran parte de la población

Almería se enfrenta a un cambio radical en el acceso a los servicios bancarios. Con solo 20 oficinas por cada 100.000 habitantes, la provincia ocupa el último puesto en España, solo por delante de Ceuta y Melilla. Esta situación refleja una tendencia imparable: el cierre masivo de sucursales físicas, impulsado por la digitalización y la concentración bancaria. Aunque responde a la evolución del sector financiero, también genera serios problemas de exclusión financiera, especialmente en las zonas rurales.

Un desplome del 75% en los últimos 15 años

En 2008, Almería contaba con 806 oficinas bancarias. Hoy, esa cifra ha caído a menos de 200, una reducción superior al 75%. Más del 60% de los municipios almerienses han quedado sin sucursal, dejando a miles de personas sin acceso cercano a servicios bancarios según el último informe sectorial de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Mientras tanto, la banca digital crece rápidamente, aunque no todos los ciudadanos pueden o quieren adaptarse a este modelo.

La banca se concentra y la atención física desaparece

El cierre de oficinas responde a dos factores clave: la digitalización y las fusiones bancarias. Los bancos buscan reducir costes y adaptarse a los nuevos tiempos, mientras que las fusiones han generado un exceso de oficinas, lo que ha llevado a la clausura de muchas de ellas.

A pesar de ello, instituciones como Cajamar y la Diputación de Almería han puesto en marcha soluciones para mitigar el problema en las zonas rurales, como cajeros automáticos y oficinas móviles. Aunque estas alternativas permiten realizar operaciones esenciales, no sustituyen la atención personalizada que muchos clientes aún necesitan.

La digitalización avanza, pero no todos están preparados

Más del 80% de los españoles ya gestionan su dinero online, situando a España por encima de la media europea en adopción de banca digital. Sin embargo, muchas personas mayores o sin acceso a internet quedan fuera del sistema. La desaparición de oficinas físicas acelera la exclusión financiera, un problema que afecta a muchas provincias, pero en el que Almería está entre las más perjudicadas.

El futuro de la banca en Almería

El cierre de sucursales no tiene marcha atrás. La clave estará en encontrar un equilibrio entre digitalización y acceso a servicios básicos. La instalación de cajeros, oficinas móviles y mejoras en la atención online serán fundamentales para evitar que miles de personas queden desconectadas del sistema bancario.