Un nuevo centro comercial engulle la Balsa del Canario

Las obras avanzaban ayer sobre la Balsa del Canario, según la denuncia de Amigos de la Alcazaba.
Las obras avanzaban ayer sobre la Balsa del Canario, según la denuncia de Amigos de la Alcazaba.
María Victoria Revilla

15 de agosto 2018 - 02:31

La de la Balsa del Canario, una de las piezas de mayor importancia del Canal de San Indalecio, es la crónica de una muerte anunciada. A diferencia de la Balsa de los 100 Escalones, no goza de protección alguna y pasó a ser propiedad privada dentro de un proyecto para la construcción de un nuevo centro comercial abierto en Cuesta de los Callejones, en suelo correspondiente al término municipal de Huércal de Almería. La maquinaria comenzó ayer a engullir este antiguo contenedor de agua, uno de los depósitos más grandes existentes... Hasta ahora.

"El patrimonio almeriense ha vuelto a perder una parte de su historia", se lamentaba ayer, a través de un escrito enviado a los medios de comunicación la Asociación Amigos de la Alcazaba, para la que resulta "triste y desalentador ver cómo en Almería la historia se repite y, sobre todo, comprobar que sus lecciones no se aprovechan".

Fue precisamente este colectivo quien la pasada semana daba la voz de alerta ante un boquete ya realizado en la estructura y la acumulación de tierras en el interior de la balsa, solicitando en ese momento una revisión del proyecto a favor de la conservación de la balsa. Pero ayer la respuesta, con la entrada de máquinas, era otra. "Desde que Amigos de la Alcazaba dimos la señal de alerta esperábamos lo que acaba de producirse: su destrucción definitiva. Y en este tiempo la respuesta de las instituciones responsables ha sido el silencio de los corderos. ¿Por qué no estaba protegida la Balsa del Canario? ¿Quizás porque los terrenos donde se encuentran costaban dos millones de euros para sus propietarios?", cuestiona la asociación, que recuerda que este depósito es uno de los testimonios más importantes del gran proyecto hidráulico del Canal de San Indalecio.

Se trata de uno de los contenedores de agua más grandes, con una capacidad de más de 9.000 metros cúbicos y una construcción extraordinaria. Sus valores patrimoniales están expuestos en la página del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, pero no estaba protegida legalmente.

También el Grupo Municipal Socialista, en el Ayuntamiento de Huércal de Almería, ha procurado intervenir a favor de la conservación de la balsa. Su portavoz, Ángeles Castillo, ha lamentado de igual manera la destrucción del depósito, así como el "silencio" mantenido desde el equipo de gobierno a la solicitud de "mediar" con la propiedad de los terrenos y reconvertirla, como proponía la edil socialista, "en un activo para uso y disfrute de los huercaleños y huercaleñas. Se puede preservar ese espacio y transformarlo en un espacio de ocio, deportivo o de otra clase", animaba.

"Se trata -incide Castillo- de una obra del siglo XIX, sin parangón a nivel nacional, pudiendo ser considerado como patrimonio único" pero, añade, "no ha habido voluntad" para una obra que, "como dicen los expertos, es única, con una estética particular, donde destacan unos contrafuertes espectaculares".

Recientemente la empresa CEMAR se ha hecho con la Finca El Canario por 2 millones de euros para construir una gran superficie que se estrenará el próximo año, habiendo obtenido con anterioridad la sociedad el suelo donde se encuentra la balsa a través de un convenio urbanístico con el Ayuntamiento de Huércal.

"Sus propietarios -critica Amigos de la Alcazaba- no han tenido la más mínima sensibilidad a la hora de respetar e integrar este patrimonio en su gran proyecto. Así, irremediablemente, el patrimonio almeriense va desapareciendo ante la inutilidad de unos y la complicidad de otros. Desde la Consejería de Cultura pasando por numerosos ayuntamientos".

Los 19 escalones del Canal de San Indalecio

En la Cuesta de los Callejones, junto a la carretera N-340 se encuentra uno de los testimonios más importantes del Canal de San Indalecio, aquel proyecto de hace 150 años que reinventó el uso del agua en Almería, entre la tradición islámica y los modernos sistemas hidráulicos, para regar campos de cultivo de uva de embarque y para el consumo urbano. La Balsa del Canario era uno de los dos mayores contenedores de agua de aquel Canal de San Indalecio, que proyectó el arquitecto provincial Enrique López Rull. La Balsa del Canario era gigantesca pero bien proporcionada. De 55 metros de largo, 26,60 de ancho y 6 de profundidad, permitiendo acceder a su fondo por una escalera de 19 escalones.

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