Apuesta por la protección de los menores en desamparo

La vida en un centro de acogida

La Junta de Andalucía ha aprobado una partida de 15,7 millones para contratar 220 plazas residenciales en la provincia para niños tutelados por la administración

La delegada del gobierno de la Junta de Andalucía en Almería y la delegada de Igualdad visitan el Centro de Menores Indalo
La delegada del gobierno de la Junta de Andalucía en Almería y la delegada de Igualdad visitan el Centro de Menores Indalo / Redacción

Almería/Tan desconocido es el interior del Centro de Acogida de Menores como la situación de los niños y niñas que le dan vida, y la realidad social que les ha llevado hasta allí. Algunos tienen historias que son propias de una película de ciencia ficción, según explican los propios educadores que les cuidan, les dan el cariño que no recibieron en sus hogares y cubren sus necesidades más básicas hasta hacerles sentir que viven en un hogar, pese a ser un centro institucionalizado. Y desconocida también, para gran parte de la sociedad, es la labor que realizan los trabajadores que desempeñan sus funciones en este tipo de centros las 24 horas y los 365 días del año. Una plantilla en la que, unos funcionarios, otros administrativos, trabajadores sociales, psicólogos, enfermeros, cocineros y de muy diversas disciplinas, se ha convertido en referente para niños y niñas que han encontrado en ellos el calor de lo que más se asemeja a una familia.

La delegada del gobierno y la delegada de Igualdad conocen en primera persona el Centro de Menores Indalo de Almería
La delegada del gobierno y la delegada de Igualdad conocen en primera persona el Centro de Menores Indalo de Almería / Redacción

La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Maribel Sánchez, y la delegada de Educación e Igualdad, Mari Carmen Castillo, visitaron ayer las instalaciones del Centro de Protección de Menores Indalo, ubicado en Almería capital, en el que hay 35 plazas para niños de 0 a 18 años. Han mantenido una charla con los responsables, entre ellos el director, quien le ha transmitido la “satisfacción” que siente y la “lección de vida” que han supuesto para él estos casi 28 años al frente de un servicio tan necesario para atender a menores que se encuentran en situación de desamparo.

Las representantes del gobierno andaluz realizaron un recorrido por las instalaciones, guiadas por el director y otro trabajador. Pudieron comprobar en primera persona los servicios que se ofrecen, las atenciones que se prestan y el ambiente en el que un total de 35 menores vive en el centro Indalo, en el barrio almeriense de Los Molinos.

“Los niños son felices en el centro de acogida y muchas veces, el único miedo que tienen cuando están aquí es llegar a la mayoría de edad y tener que abandonar el centro y el entorno en el que han crecido”, explicaba el director, Pepe Martínez, a la vez que destacaba la sensación de “recompensa” que supone para él la normalización de la vida del menor bien en el centro o cuando lo abandonan para pasar a estar con una familia de acogida en un hogar de verdad. Emocionado, cuando piensa en todos los que ya se han ido al cumplir 18 años, Pepe Martínez, asegura que “para entender lo que sucede día a día en centros de acogida como el Indalo hay que vivirlo en persona”. Relata que su labor, y la del resto de sus compañeros (73 personas en total componen la plantilla) no se ciñe estrictamente a lo que pone en su contrato laboral, sino que va mucho más allá. “Es una experiencia enriquecedora, es más, me atrevo a decir que para mí, es un sueldo emocional que no hay quien lo pague”, como los abrazos que durante la fiesta con motivo del Día Universal del Niño, que se celebró el pasado miércoles, recibió de una niña del centro a la que ha visto crecer y que pronto cumplirá los 18, con lo que ello conlleva.

Un bebé acogida en un centro de protección de menores juega al cuidado de los educadores que se han hecho cargo de él.
Un bebé acogida en un centro de protección de menores juega al cuidado de los educadores que se han hecho cargo de él. / Redacción

Paz, tranquilidad, cariño, compañía, seguridad y protección es el ambiente que se respira en cualquiera de las estancias del CAI Indalo de Almería. Especialmente sensible es la zona donde pasan el día los más pequeños de la casa. Son bebés de apenas unos meses, que por distintas casuísticas, han tenido que salir de su casa y ser apartados de sus padres porque no les trataban bien, incluso víctimas de agresiones sexuales, o por el hecho de no recibir una buena alimentación o cuidados higiénicos o estar escolarizados. La Junta de Andalucía en estos casos, siempre tras una decisión judicial, es la protectora. Es la administración que, a través de los centros de protección garantiza la calidad técnica, la calidez de la atención y actuación profesional.

Modelo de convivencia

Se trata de espacios que disponen de una dinámica de funcionamiento basada en el modelo de convivencia de la familia, donde se garantice el cumplimiento de sus derechos, la satisfacción de las necesidades infantiles y su pleno desarrollo personal. Además, ofrecen una respuesta adaptada a los cambios sociales, dada la diversidad de procedencias culturales de los menores acogidos y el importante de jóvenes próximos a la mayoría de edad, que requieren el establecimiento de acciones enfocadas a la incorporación a la vida independiente y su inserción social y familiar.

Doce menores de seis años buscan una familia

Durante la visita, la delegada de Igualdad de la Junta de Andalucía, destacó el programa de Acogida Inmediata en el que se acoge y atiende , con carácter de urgencia, a menores que se encuentran en grave situación de desprotección o alto riesgo físico y/o psíquico. Y quiso incidir en la premisa de la administración en el caso de que se trate de niños menores de seis años. “Se intenta que estos pequeños en lugar de venir al centro puedan ir a una casa con una familia de acogida, pero la realidad es que en Almería la situación es verdaderamente complicada ante la falta de familias que quieran entrar en este programa. Tanto es así que actualmente, sólo en el CAI Indalo hay 12 menores de menos de seis años para los que esperamos familias de acogida con las que llevarlos. Es el entorno ideal con el que los profesionales han comprobado que mejor pueden crecer, aunque sea de forma temporal”.

Almería es así, de las provincias de la comunidad autónoma de Andalucía, con menor número de familias que se presten al acogimiento de menores en situación de desprotección o desamparo. De esto también alerta Cruz Roja.

Una inversión de 15,7 millones para 220 plazas

Junta destinará 15,7 millones a 220 plazas residenciales en Almería para menores tutelados. Este nuevo contrato propone que las plazas se distribuyan en 8 zonas de la provincia de Almería divididas en 17 lotes. Con respecto al programa de atención residencial básica, se distribuyen 62 plazas para Almería capital, 16 para Roquetas de Mar, 16 para Vera y municipios limítrofes, 10 para Serón y municipios limítrofes, 15 plazas para Chirivel y municipios limítrofes y 24 para Instinción y municipios limítrofes. Estas plazas comprenden diferentes tipos de programas o modalidades a desarrollar en los centros residenciales que acojan a los menores, como son acogimiento residencial básico, adaptado para discapacidad, conflicto social e intervención en problemas de conducta. Con respecto al programa de menores con discapacidad, 10 plazas se distribuirán a Albox y municipios limítrofes mientras que en lo relativo a menores en conflicto social, 8 plazas estarán en Vera y municipios limítrofes y otras 8 en Vícar, municipio en el que se distribuirán también 12 plazas para menores con trastornos de conducta. El plazo de ejecución es de 2 años, prorrogable hasta un máximo de 24 meses. Por destacar un dato, sólo en lo que va de año han pasado por el CAI Indalo un total de 176 menores, de los cuales 24 son menores de seis años. La tendencia es devolverlos con sus familias biológicas cuando su situación se haya estabilizado. Pero en muchos casos el regreso no es posible, por lo que la estancia en el centro es hasta la mayoría de edad, o la estancia con una familia de acogida (hay distintas modalidades, desde la acogida de urgencia, temporal o permanente) se prolonga, o incluso son adoptados por una familia demandante.

En Almería hay 550 niños tutelados por estar en riesgo por sus padres

La delegada de Igualdad, Mari Carmen Castillo, explicó que en la actualidad hay 550 menores atendidos por la Junta de Andalucía debido a su situación de riesgo. Además, indicó que “de las tres modalidades de atención: la acogida inmediata en centros como el CAIIndalo, la acogida en entornos en acogimiento residencial y pisos tutelados, y el acogimiento familiar, hay que apostar más por ésta última vía”. Castillo quiso animar a las familias a que “nos apoyen porque nuestros menores necesitan entornos familiares estables”. En este contexto, Castillo recordó la campaña puesta en marcha por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ‘Sé mi familia. Cuento contigo’, que persigue precisamente fomentar el acogimiento familiar. Según los datos facilitados por Cruz Roja, entidad colaboradora de la Junta de Andalucía para llevar a cabo el programa de acogimiento familiar, cifró en unos 25 los menores que hoy esperan una familia en la provincia de Almería.

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