Almería: un Casco Histórico vacío en verano que envidia al de sus capitales vecinas
Vecinos, turistas y comerciantes sufren el declive y la falta de promoción del barrio que acoge entre sus calles el principal patrimonio cultural de la ciudad
Desde la Plaza de la Catedral hasta la Alcazaba, pasando por la emblemática Calle de las Tiendas, Plaza de la Catedral, Plaza San Pedro o Puerta Purchena. El Casco Antiguo de la ciudad ofrece a los turistas el principal patrimonio histórico y cultural de la capital. En este enclave se dibuja la historia de Almería, la de la dominación árabe en Al-Ándalus, representada en los rincones del barrio de La Almedina, y la de la posterior conquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos en el año 1492, reflejada en monumentos cristianos como la Catedral-Fortaleza de la Encarnación o el palacio episcopal. La historia de la ciudad está encapsulada en las calles de su barrio más longevo y representativo.
El turismo de la provincia nunca ha priorizado el valor histórico y cultural de Almería. El principal atractivo, más allá de las fronteras almerienses, ha sido, es y será el litoral almeriense. El clima y las playas paradisíacas del Levante atraen a miles de turistas durante el año, fundamentalmente en temporada estival. Sin embargo, tanto este perfil de visitantes, que invierten unas horas en visitar los principales monumentos históricos de la ciudad, como aquellos con intereses más culturales, han padecido las innumerables y notables deficiencias del este enclave.
Comercio que brilla por su ausencia
Las tiendas de souvenirs brillan por su ausencia. Tan solo encontramos cinco: tres en los alrededores de la Plaza de la Catedral, una en el entorno de la Calle de las Tiendas y otra en el Paseo. Sandra y José Manuel son dos de los gerentes de estos comercios, Rey Zagal y Exponatura, respectivamente, y ambos aseguran que “la afluencia de turistas es muy baja en verano”.
A pesar del atractivo cultural del Casco Antiguo, las condiciones que ofrece a vecinos y visitantes no están a la altura. El acondicionamiento de sus calles, que adquiere una mayor importancia durante el verano para combatir el calor sofocante, no es el adecuado y los turistas lo adolecen. Además, las obras realizadas en distintos puntos del Casco Antiguo han coincidido con los meses de verano, temporada en la que la ciudad de Almería recibe a un mayor número de visitantes.
La reforma del edificio del Ayuntamiento ha privado a los turistas que han visitado el Casco Antiguo de la ciudad durante la última década de una de las fachadas históricas de la ciudad. Este año, el Ayuntamiento ha puesto en marcha las obras que mejorarán el acceso y la imagen del entorno de la Alcazaba, una reforma que está afectando a los turistas que visitan el monumento más importante de la ciudad. “Nos ha sorprendido que se hagan obras en época turística. Nosotros venimos con una persona discapacitada y los accesos no están adaptados”, explica una familia de turistas madrileños en plena Plaza de la Catedral.
Asimismo, las condiciones de limpieza y mantenimiento del Casco Antiguo descontentan a visitantes y almerienses. El Cerro de San Cristóbal se encuentra desatendido y está sufriendo un deterioro incuestionable. En el entorno de este mismo enclave, basura y desechos se acumulan ante la pasividad de los responsables de limpieza. La zona de La Chanca también adolece un mantenimiento insuficiente pese a estar considerado como uno de los rincones predilectos de la ciudad a nivel histórico y arquitectónico.
Más allá de las insuficiencias relacionadas con el acondicionamiento y ciudado del Casco Histórico, la falta de impulso a todos los niveles en su oferta a los turistas es la principal preocupación que debería acometer el Ayuntamiento. Con un simple paseo por las calles que rodean la Catedral o la Alcazaba se percibe una incuestionable carencia de comercios, restaurantes, bares, cafeterías, etc. Realizando una comparación con otras ciudades similares a Almería, las políticas de explotación del Casco Antiguo quedan en entredicho. José Manuel Martos, comerciante de productos típicos de Almería junto a la Catedral con la experiencia de toda una vida, nos cuenta que “los turistas van a la playa y solo vienen al Casco Antiguo a comer”.
Tanto es así que Sandra nos explica que “por las tardes podemos librar en estas fechas”. Los comercios coinciden en la escasez de clientes incluso cuando los cruceros atracan en el puerto de la ciudad. Según Sandra, “cuando llegan se van a Granada y no los aprovechamos”. Por su parte, Ramón Rodríguez, empleado hostelero en la cafetería La Chumbera, explica que “hacemos caja cuando los cruceros atracan por la mañana y marchan al mediodía porque no tienen tiempo para excursiones y muchos aprovechan para tomar algo en el Casco Histórico”.
El Ayuntamiento podría tomar medidas para impulsar el comercio en estas calles. Sin embargo, la promoción tanto del patrimonio histórico como de los eventos que se celebran en este marco no alcanzan la repercusión necesaria. Las visitas guiadas teatralizadas y el tren que recorre los principales puntos de interés son las únicas dos ofertas impulsadas por el Ayuntamiento para los turistas que quieran conocer la historia del Casco Histórico de Almería. Además, los recurrentes conciertos, festivales, mercados y actividades que se organizan en enclaves como la Plaza Vieja no se publicitan de forma que comerciantes, vecinos y turistas puedan disfrutar y aprovechar su celebración.
Waldo Hobler, gerente de Flea Market, un comercio de ropa de segunda mano situado en la calle Mariana, denuncia que “no puedo adelantarme a los eventos de la Plaza Vieja porque me entero cuando ya se están celebrando”. Además, insiste en que “eventos como la ‘Noche en Blanco’ se mueven gracias a los comercios”.
El Casco Antiguo también cuenta con lugares de interés como el Museo de la Guitarra o el Centro de Interpretación Patrimonial a los que no se les da una promoción que atraiga a locales y visitantes. La mayoría de los turistas no conocen la existencia de estos museos cuya visita merece la pena. Un gran porcentaje de los viajeros solo disfrutan de la Alcazaba y de la Catedral como únicos puntos de cita obligada.
Los vecinos del Casco Histórico no han desistido en su lucha por revitalizar su barrio para su disfrute y el del resto de almerienses y turistas.
A través de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico de Almería, denuncian el abandono de sus calles, que envejecen al tiempo que lo hacen los que allí viven. Magdalena Cantero, presidenta de esta asociación, expone “la necesidad de revitalizar el Casco Histórico atrayendo a los jóvenes mediante iniciativas como la construcción de nuevas viviendas”. Los vecinos piden soluciones para impedir que el Casco Histórico deje de atraer a turistas interesados en la cultura de nuestra ciudad, así como al resto de los almerienses.
La presidenta de la asociación indica como posible solución “un Plan Integral que resuelva la falta de un urbanismo generador”. Asimismo, Magdalena resalta la necesidad de “peatonalizar algunas zonas y homogeneizar los distintos pavimentos” que aún perviven. Además, explica que “si los comercios cierran los domingos, las calles quedan desiertas”.
Los vecinos del Casco Histórico también miran hacia el turismo que visita su barrio. La presidenta destaca que “es la postal que se llevan todos los que nos visitan” y añade que “el Casco Histórico tendrá vida solo si es a partir de la cultura”.
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