Una casa de siete ventanas en Almería y no pueden abrir ninguna

En el barrio de Los Molinos, hay una vivienda con siete ventanas, pero sus moradores están condenados desde hace tres años a no abrir ninguna. Si lo hacen, literalmente, las ramas de los árboles se les cuela en las habitaciones. Si fuera de un hipotético jardín propio, esta molesta situación no sería tal, pero los ejemplares se encuentran en la vía pública, por lo que los propietarios esperan a que un día “aparezcan” los jardineros de la empresa concesionaria, mandados por el Ayuntamiento de la capital.

Es, al menos, lo quiere José Fernández López, el dueño de este inmueble situado en el calle Rosa Chacel, número 29. “Los árboles de la calle tapan todo el piso primero y las ramas están metiéndose dentro de las habitaciones. Ni se pueden abrir las ventanas ni se ve la calle”, se lamenta este vecino, que tiene su propiedad alquilada a unas estudiantes, que deben hincar codos prácticamente sin luz natural.

“Se trata de un piso muy alegre y es lamentable que las siete ventanas estén tapiadas por los árboles, cuyas ramas traspasan el edificio”, describe el afectado en un comentario que ha difundido redes sociales, cansado, según detalla, de formular peticiones en vano al Ayuntamiento para que procedan, si no al traslado de estos árboles, al menos a una actuación de poda que contenga el crecimiento excesivo de las ramas, permitiendo así visibilidad y la entrada de luz a la vivienda, y evitando al mismo tiempo el acceso a los insectos.

“Hemos reclamado al Ayuntamiento y no nos hacen ni caso”, remacha, aclarando que hace tres años los jardineros de la empresa del servicio de conservación y mantenimiento de las zonas verdes llevaron a cabo tareas de poda, aunque “lo dejaron casi como estaba”, en opinión de tal, por lo que el problema de la invasión de las ramas volvió a aflorar en cuestión de poco tiempo. Y hasta el día de hoy.

El propietario quiere una pronta solución, y que ésta no sea fugaz como la anterior, por lo que optó hace unas semanas a publicar su situación en las redes sociales. “Si los responsables de la poda están leyendo esto, rogamos que vengan lo antes posible hagan una poda en condiciones para que entre el sol y podamos abrir las ventanas”. Especialmente ahora que las temperaturas han empezado a subir y se aproxima la temporada estival.

El post ha suscitado muchos comentarios. Algunos compartiendo experiencias similares, en la calle Lentisco o Celia, y otros centrados en la crítica al añadir Fernández López la sugerencia de trasplantar el arbolado de su calle. “Tal vez lo que deberían hacer es quitar estos árboles que tantos quebraderos de cabeza están ocasionando”, exponía como otra posible solución generando otra corriente contraria de comentarios.

Lo cierto es que ha pasado más de un mes y las soluciones que reclama aún no han llegado. Espera que sus peticiones sean atendidas. “Es lamentable que todo se lo dediquen al centro, mientras que los barrios se encuentran dejados de la mano...”, sentencia, molesto por la larga espera de años a una simple poda.

“Las estudiantes se están quejando y lo más seguro es que se vayan antes de tiempo”, agrega como consecuencia.