Las diez carreteras con más muertes en Almería

Ramos amarrados con esmero al quitamiedos, atados a una farola que alumbra el camino o al poste de una señal, a veces depositados en el suelo a escasos centímetros del asfalto. Puntos kilométricos sembrados de flores y tristeza. En ocasiones contienen fotografías, cruces y mensajes de cariño de los amigos y familiares, altares que se improvisan en arcenes y cunetas para rendir homenaje a personas que se dejaron la vida al volante. Porque las ofrendas florales no son patrimonio exclusivo de iglesias y cementerios y se repiten a decenas a lo largo de los 2.300 kilómetros de carreteras de la provincia para mantener vivo el recuerdo de los que fallecieron en un accidente de tráfico, pero también se convierten en todo un símbolo emocional, tan humano como efectivo, para concienciar a los conductores sobre las historias desgarradoras de vidas que fueron interrumpidas de forma abrupta y trágica en un desplazamiento que nunca completaron.

Es la señalización no oficial de las carreteras, la iconografía de un duelo que nunca cicatrizará, la que advierte a un conductor para que extreme las precauciones porque donde hubo un fallecido siempre existirá algún riesgo. Durante los últimos cinco años han perdido la vida en las vías interurbanas 146 personas en la provincia y casi el 50% de muertes (69) se concentran en las diez arterias más peligrosas y letales, en las que se multiplican los memoriales en forma de ramos o cruces exhibiendo el profundo dolor de un silencioso homenaje de sus seres queridos. El análisis de la estadística de accidentes con al menos una víctima mortal pone de manifiesto que la autovía A-7 es el principal punto negro del tráfico en Almería, consecuencia directa tanto de su amplia extensión como de la alta frecuentación, con una treintena de fallecidos en un total de 27 siniestros de 2019 a 2024.

El segundo eje con mayor cifra de episodios tan traumáticos como la muerte de uno de los implicados en un accidente es la Nacional 340 con siete víctimas mortales en seis colisiones o salidas de vía. En la tercera posición del ranking están dos carreteras municipales de El Ejido (CEJ-0 y CEJ-5) que suman ocho bajas en el último lustro. A continuación estaría la A-334 con cinco accidentes letales en Fines, Zurgena, Serón, Tíjola y Purchena y la AL-3106 de Níjar que registró en ese periodo cuatro siniestros con cinco muertes. En sexto lugar está la AL-1100 con 3 accidentes letales en Albanchez, Cantoria y Tahal, que se saldaron con cuatro muertes, seguida por la AL-3201 entre Almería y Níjar con tres accidentes y cuatro fallecidos. Con tres víctimas mortales cierran el listado la CVE-0 (Albox y Serón), la AL-7101 (Taberno y Albox) y la A-92 (Pechina y Gádor).

A pesar de que el 70% de los accidentes con fallecidos se concentran en las carreteras secundarias, la Autovía del Mediterráneo lidera el ranking en contraposición con la reducida siniestralidad en la provincia de la A-92 o de la AP-7 de Vera que sólo ha tenido una víctima mortal en los últimos cinco años y tuvo lugar el pasado 24 de marzo. El análisis pormenorizado de la estadística de violencia vial, que ha facilitado la Jefatura Provincial de Tráfico a este periódico, pone de manifiesto que la localidad en la que se han producido más muertes en vías interurbanas es El Ejido con 22, seguido por Níjar con 18, de las que la mitad se concentraron en el primer año de pandemia. En tercer lugar figura la capital con 12 y el resto de municipios se encuentran a gran distancia: Albox (5), Cuevas (5), Vícar (5), Vera (5), Huércal-Overa (4), Roquetas (3), Adra (3) y La Mojonera (3), entre otros.

En el último lustro han sido 146 muertes en autovías y carreteras convencionales de la provincia en un total de 132 siniestros porque 13 de los accidentes se saldaron con más de una víctima mortal, siendo el episodio más reciente el del 25 de abril en el que perdieron la vida dos mujeres que quedaron atrapadas en un turismo que había colisionado con una furgoneta n la carretera AL-9006 a la altura del cruce de Las Marinas en El Ejido. El primer año de pandemia fue el que registró más siniestros de este tipo con al menos cinco en Nacimiento, Vera, Cantoria, Arboles y El Ejido. Las carreteras secundarias siguen siendo las que concentran la mayor letalidad, siendo la salida de vía el principal factor detonante del accidente, normalmente por una distracción, velocidad inadecuada o la conjunción de ambos factores. En la provincia, al igual que ocurre con la estadística de ámbito nacional, tres de cada cuatro fallecidos se producen en accidentes en vías convencionales. En este tipo de carreteras ya se han llevado a cabo actuaciones importantes por parte de la Dirección General de Tráfico como la reducción de los límites de velocidad o recientemente la eliminación de la posibilidad de adelantar superando lo establecido, como se venía haciendo hasta ahora, en 20 kilómetros por hora.

Un estudio de actualización del valor de prevenir una muerte y una lesión no mortal de la Universidad de Murcia, en colaboración con la empresa Sigma Dos parar realizar las encuestas, ha determinado que cada persona que fallece tiene un coste de dos millones de euros. El informe establece que 1,9 millones es el valor estimado para una vida estadística, cifra a la que se añaden los costes de la producción neta perdida a consecuencia de la mortalidad prematura, así como costes médicos y de los servicios de emergencia. La estimación es un 46% superior a la que se había fijado en un estudio anterior de 2011 (1,3). Cuando sobreviven al accidente, el informe sobre el coste de los siniestros de tráfico establece que 354.630 euros es el valor monetario de cada víctima con lesiones graves y en 7.886 de los heridos leves. “Esta evaluación es indispensable para una eficiente asignación de recursos públicos y el gasto en medidas de seguridad vial efectivas, es una inversión con un elevado nivel de retorno social y económico”, argumenta Álvaro Gómez, director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico.

Entre los años 2019 y 2024 se han contabilizado 187 fallecidos en accidentes en las vías urbanas y carreteras interurbanas de toda la provincia, lo que equivaldría a 374 millones de euros si se le aplica el estudio anterior sobre los costes sociales de cada muerte al volante. En lo relativo a las lesiones, en una reciente jornada sobre accidentabilidad laboral, Ángel Iglesias, director de la delegación de Fraternidad-Muprespa en Pulpí, detallaba que, según los datos de las empresas mutualistas de Almería, entre 2021 y 2023 se habían producido 898 siniestros viales que han originado casi 42.000 días de baja, los cuales, traducidos en un coste estimado por incapacidad temporal, suponen casi 1,7 millones de euros”. Sin embargo, la principal secuela que deja cada episodio violento y traumático es la que sufren tanto los familiares como amigos del que fallece o la víctima que sufrirá una lesión de gravedad de por vida.

De ahí la importancia de incrementar las políticas de prevención como viene haciendo la DGT con apoyo del resto de administraciones. El jefe provincial de Tráfico de Almería, José María Méndez, ha insistido en la importancia de que se mantenga la atención cuando se conduce, evitando distracciones, que desde 2016 son la principal causa de accidente mortal. De ahí nuevas medidas como la reforma de la Ley de Seguridad Vial en la que el uso manual del teléfono móvil implica la retirada de seis puntos y antes eran tres. Y más reciente es el paquete de medidas que ha anunciado la DGT para hacer frente a ese incremento de la siniestralidad vial en base a una serie de preocupaciones como la mayor letalidad de los siniestros (más fallecidos), el aumento de muertes un 50% en autovías y autopistas y mayor número de accidentes graves con implicación del consumo de alcohol y de una velocidad inadecuada.

La mortalidad en las vías interurbanas de la provincia se viene incrementando en los tres últimos años pasando de 25 en 2021 a 26 en 2022 y 28 en el ejercicio más reciente. Con anterioridad en vías interurbanas fueron 37 en 2020, 25 en 2019, 18 en 2018, 17 en 2017, 28 en 2016, 19 en 2015 y 14 en 2014. De los 28 almerienses que han perdido la vida en los accidentes de tráfico en el último año en vías interurbanas, más de la mitad la mitad (16) no viajaban en vehículos de cuatro ruedas: 9 eran motoristas (32%), 1 ciclomotorista, 3 ciclistas y 3 peatones. De los conductores de los turismos, furgonetas y camiones siniestrados, 9 no hicieron uso del cinturón de seguridad en el momento del percance, una imprudencia que acabó siendo determinante en el trágico desenlace de los accidentes. El análisis pormenorizado de la Jefatura Provincial de Tráfico de Almería permite trazar un perfil con las variables más presentes en los siniestros que pone de manifiesto que 18 personas fallecieron en fin de semana (64%), 22 lo hicieron en vías convencionales (78%) y 15 por salida de la carretera (53%).

Principal causa de muerte en siniestralidad laboral

El delegado de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta, Amós García Hueso, participó junto al jefe provincial de Tráfico de Almería, José María Méndez, y el director de la delegación de Fraternidad Muprespa en Pulpí, Ángel Iglesias Aguilera, en una jornada reciente de Seguridad vial en el ámbito laboral, organizada por el Centro de Prevención de Riesgos Laborales en Almería, a la que asistieron profesionales de la prevención, empresas y responsables de recursos humanos. El seminario, según explicó Amós García, tiene el objetivo de “concienciar a trabajadores, técnicos y empresas sobre las medidas aplicables en seguridad vial, presentar buenas prácticas y contribuir a reducir las cifras de siniestralidad que provocan los accidentes de tráfico en el ámbito laboral” porque la siniestralidad al volante es la principal causa de muerte en el trabajo y provoca el 43% de los accidentes mortales y el 29% de incidentes graves, la mayoría in itinere.

El delegado de Empleo expuso estos datos de los últimos años en la provincia para que trabajadores y empresarios tomen conciencia de la necesidad de tomar medidas para evitarlos. Amós García resaltó que “el crecimiento de las actividades de transporte de mercancías y prestación de servicios a domicilio ha elevado el número de desplazamientos de personas trabajadoras”, si bien “estos riesgos laborales relacionados con la movilidad pueden, como cualquier otro peligro, ser identificados y evaluados para definir medidas preventivas”. La Junta promueve acciones de sensibilización sobre las consecuencias de no adoptar actuaciones y actitudes preventivas al volante en jornada laboral o en los trayectos al trabajo, además de la implantación de planes de movilidad segura y sostenible para empresas, sin olvidar la aplicación del Reglamento General de la Circulación.

Entre las medidas, el delegado territorial de Empleo anunció el desplazamiento de una nueva unidad móvil informativa a polígonos industriales y nodos logísticos, para acercar la información y sensibilización en materia preventiva a las empresas y trabajadores in situ. “Entre otras actividades, en esta unidad habrá un simulador de conducción en el que las personas trabajadoras podrán realizar una prueba de conducción para averiguar sus tiempos de reacción y conocer la importancia de la aptitudes psicológicas y la incidencia que tienen la fatiga y las distracciones en la seguridad laboral vial”, esgrimió.