La carga del mineral ya se hacía fuera del núcleo urbano hace un siglo

El cargadero de mineral El Alquife, conocido como Cable Inglés, se construyó fuera del núcleo urbano, que entonces limitaba en el Paseo de Almería · Por su parte, el Cable Francés se ubicó aún más lejos, hoy antes del Paseo Marítimo

La carga del mineral ya se hacía fuera del núcleo urbano hace un siglo
La carga del mineral ya se hacía fuera del núcleo urbano hace un siglo

Aunque el Ayuntamiento de Almería no quiere volver un siglo atrás para cargar en buques como antaño el mineral por el puerto de Almería, retroceder al pasado puede darle, en ciertos aspectos, la razón. Y es que hace poco más de un siglo, cuando el cargadero de mineral El Alquife, conocido como el Cable Inglés, se ponía en marcha, éste se encontraba en el 'extrarradio' del núcleo urbano que apenas sobrepasaba el Paseo de Almería, al igual que el Muelle Francés, junto al Parque de las Almadrabillas, entre el puerto deportivo actual y la playa San Miguel.

El Cable Inglés, alzado por la compañía The Alquife Mines and Railway Company Limited, acabó de construirse en 1904, siguiendo las directrices de la escuela de Gustave Eiffel; además se levantó una vez finalizado el ferrocarril Linares-Almería para dar mayor salida a todo el material que llegaba por tren desde las Minas de Alquife y que se acumulaba en el puerto de Almería. Los primeros proyectos proponían un cargadero hecho de madera, y de unas dimensiones reducidas. Pero por distintos motivos se decidió la construcción de un gran muelle metálico de agua profunda al que accederían los trenes cargados de mineral de hierro, procedentes de la estación de Almería, a unos 900 metros del lugar. Una vez en lo alto, por acción de la gravedad, descargarían su contenido en unos depósitos en el interior de la estructura. Una vez allí, y de nuevo por gravedad, se cargaría el mineral a los barcos atracados al costado del cargadero a través de unos conductos metálicos retraíbles.

Hacia 1900, la empresa que explotaba las minas de Alquife, The Alquife Mines and Railways Company Limited, cuya sede se situaba en la ciudad escocesa de Glasgow, pidió un permiso para construir dicho cargadero, concedido en 1902. Para su construcción se emplearon un total de 3.824 toneladas de acero, procedente de las fundiciones escocesas de Motherwell; también se usaron 8.000 metros cuadrados de madera para revestimientos, 1.152 metros cúbicos de hormigón y un total de 1.056 metros de vías férreas de ancho ibérico.

El 20 de abril de 1904 el rey Alfonso XIII acudió a la ciudad para inaugurar el cargadero así como el ferrocarril Albolote-Granada. A partir de entonces, los ciudadanos se dividieron según su opinión al respecto. Unos pensaban que era una construcción necesaria y positiva y otros la relacionaban con la contaminación metálica y la veían como un obstáculo para el crecimiento urbanístico.

Hacia los años 20 se inicia un conflicto entre la empresa del ferrocarril y la minera, que casi paraliza su actividad. Hacia 1916, la compañía Bairds Minings construyó otro cargadero 500 metros al sureste; aún así, el Cable Inglés permaneció en funcionamiento hasta septiembre de 1970. Tras la Guerra Civil Española, la nacionalización lleva a la venta de las instalaciones a Agruminsa, filial de los Altos Hornos de Vizcaya, el 16 de noviembre del mismo año. Su uso fue decayendo cada vez más hasta que dejó de prestar servicio hacia 1973. En 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural de Andalucía.

El cargadero de la firma Bairds Minings es el conocido como el Cable Francés. Básicamente la filosofía del cargadero era la misma que en el de Alquife, aunque doblaba su capacidad, llegando a las 20.000 toneladas. Contaba en la costa con un depósito principal y dos complementarios, desde los cuales el mineral pasaba a 15 tolvas, y de estas hasta el barco por medio de una cinta mecánica que recorría el cargadero. Por ello es que su altura es inferior a la del Cable Inglés.

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