Más caravanismo y menos sanciones en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar

En el verano de 2021 fueron 755 sanciones, 1.278 a lo largo de todo el año por pernoctar y acampada ilegal. Con mayor presencia en el ejercicio actual, hasta finales de agosto sólo se han interpuesto 326

Más caravanas y menos sanciones en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar
Más caravanas y menos sanciones en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar

El autocaravanismo está de moda y ha venido experimentando un fuerte tirón en los últimos años, especialmente desde el estallido de la pandemia del coronavirus. Las autocaravanas, caravanas y furgonetas camper se multiplican en los principales enclaves de la provincia y han incrementado su presencia considerablemente en rincones privilegiados de la costa como el parque natural de Cabo de Gata-Níjar. Si bien en la mayoría de las localidades almerienses del litoral existe un preocupante vacío legal en las ordenanzas municipales y una visible falta de control sobre las colonias de casas sobre ruedas que invaden espacios públicos que no reúnen condiciones adecuadas para este tipo de vehículos, en los espacios protegidos si existe una normativa específica de la Junta de Andalucía que parece no tener demasiado cumplimiento.

Ante la proliferación de la flota autocaravanista, el pasado año se intensificó la vigilancia y sanción de los que se saltaban la prohibición de acampada libre, recogida en un Plan de Ordenación de Recursos Naturales de Cabo de Gata-Níjar que sólo la autoriza en campings y zonas habilitadas. La Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de Almería interpuso 1.278 sanciones, de las que 755, casi el 60% del total, se concentraron en los meses de verano en los que hay una mayor afluencia de visitantes en las calas y playas del levante. Fue su mayor registro disciplinario de la historia para salvar la “joya del patrimonio almeriense” de las acampadas y pernoctaciones en base a un dispositivo especial que realizaron de forma permanente sobre el terreno agentes de Medio Ambiente.

Un férreo control para evitar la proliferación de prácticas perjudiciales para la conservación e imagen del enclave más singular de la provincia complementado por una campaña informativa a los usuarios de caravanas y furgonetas camper sobre la prohibición de estacionamiento entre el ocaso y el orto en los lugares no autorizados, así como del vertido de residuos y otros problemas derivados de su masiva presencia como el colapso de salidas de emergencia, vías y caminos de acceso denunciadas por los vecinos del parque natural. También se encargaban a diario del cierre de los gálibos colocados en los aparcamientos de Mónsul, Genoveses, La Isleta, Los Escullos y el Playazo establecido como “medida muy eficaz” para evitar la entrada de estos vehículos.

Normativa del PORN

El Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del parque natural de Cabo de Gata-Níjar prohíbe totalmente la acampada libre en el espacio protegido, por lo que este tipo de vehículos solo pueden acampar dentro de los campings y zonas habilitadas específicamente.

Las batidas nocturnas y la vigilancia de otros comportamientos incívicos como el depósito ilegal de aguas grises y negras, del denominado poti en el argot caravanista, conllevaron la interposición de 1.278 sanciones, la mayoría por pernoctar con vehículos que han sido habilitados como ‘viviendas’ en zonas restringidas. Las infracciones administrativas contemplan multas de hasta 601 euros en el caso de ser leves y de hasta 60.000 euros para las más graves. Raquel Espín, todavía delegada en funciones de Desarrollo Sostenible, manifestaba a Diario de Almería que este dispositivo contó con el visto bueno de vecinos, usuarios y empresarios de la comarca para garantizar el buen uso y disfrute de todo el territorio evitando así problemas de convivencia, salubridad, imagen y conservación.

El aluvión de autocaravanas ha sido una constante también este año, posiblemente más agudo que nunca al acrecentarse durante los meses de invierno con la llegada de centroeuropeos que no podían desplazarse a Marruecos, como suelen hacer cuando arrecia el frío, por el cierre de la frontera y las restricciones de la pandemia, pero el capítulo sancionador se ha visto sensiblemente disminuido en relación al anterior ejercicio. La administración andaluza sólo ha interpuesto 326 sanciones hasta finales de agosto, ni el 30% de las que se contabilizaron en 2021.

Decenas de caravanas estacionadas cuando cae la noche en el núcleo de La Fabriquilla
Decenas de caravanas estacionadas cuando cae la noche en el núcleo de La Fabriquilla

Las sanciones por realizar acampada o aparcamiento ilegal en el parque natural dentro de la campaña de vigilancia de los agentes de Medio Ambiente han sido un centenar y el resto se corresponden, según los datos facilitados a este periódico, con denuncias por acampar en las playas con tiendas (31) y por el estacionamiento de vehículos en las zonas no autorizadas (175). Estas últimas denuncias incluyen a los coches aparcados en las zonas con vegetación, los que se detectaron circulando campo a través y los que estacionaron en zonas que no estaban permitidas en los aparcamientos regulados y señalizados en las playas de la franja litoral de Genoveses a Mónsul.

La acampada con vehículos que se han habilitado como vivienda (autocaravanas, caravanas y furgonetas camperizadas) también suman otras 20 denuncias fuera del dispositivo de los meses de verano. En definitiva, más caravanas y muchas menos multas -ni un tercio- de las que se interpusieron durante el pasado año. El 70% de los sancionados durante los meses de verano procedían de otros países. Una decena de establecimientos de la provincia, concentrados en Carboneras, Aguamarga, Pujaire, Albaricoques, Cabo de Gata y Roquetas, se concibieron para este servicio y disponen de instalaciones para evacuar esos vertidos, además de duchas y otras prestaciones que no existen en los ‘poblados’ clandestinos.

Colapso de caravanas y camper este verano frente a la playa de Las Salinas
Colapso de caravanas y camper este verano frente a la playa de Las Salinas

Los usuarios de las caravanas afrontan inversiones que superan en ocasiones hasta los 180.000 euros en sus casas móviles, los que las tienen en propiedad, pero se instalan en cualquier punto del litoral del parque natural porque no están dispuestos a abonar entre 10 y 30 euros diarios que cobran las áreas habilitadas y campings en la provincia. Los propietarios de las áreas de autocaravanas y camping instalados en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar no logran colgar el cartel de aforo completo, ni siquiera en los meses de verano después de un invierno con ingresos mínimos, no comprenden la pasividad por parte de la administración andaluza y el consistorio nijareño en un espacio protegido Geoparque Mundial y Reserva de la Biosfera reconocido por la Unesco y han llegado a contabilizar más de 150 caravanas y furgonetas camper haciendo día y noche entre Cabo de Gata y Las Salinas.

El presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos del parque natural de Cabo de Gata-Níjar (Asemparna), Francisco García, también reclamó a la Junta una mayor exigencia con el cumplimiento de la ley: “No es la imagen que debe dar el parque natural, hay caravanas en los caminos rurales, senderos y zonas estratégicas, lugares con buenas vistas y sitios privilegiados que no están habilitados para este tipo de vehículos”. No conciben ni comprenden el escándalo que generó que el propietario de un cortijo a un kilómetro y medio de la playa lo quisiera rehabilitar como hotel de 30 camas, pero no importe a las administraciones ni al conjunto de la sociedad la invasión de caravanas y furgonetas en las playas, instaladas con sillas y mesas y puertas abiertas como si tuvieran un apartamento junto al mar.

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