Las autocaravanas invaden las playas del parque natural de Cabo de Gata-Níjar
Cientos de turistas centroeuropeos colapsan los aparcamientos y espacios públicos no habilitados
ASHAL reclama a Ayuntamiento y Gobierno que controlen los asentamientos de caravanas
Más caravanismo y menos sanciones en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar
Las caravanas se asientan a ambos márgenes de la desembocadura del Río Andarax
El turismo de autocaravanas, caravanas y camper ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años en la provincia, sobre todo después del confinamiento en la pandemia, y cada vez es más frecuente encontrar concentraciones de estas viviendas sobre ruedas en determinados puntos de la mayoría de localidades, aunque con mayor incidencia en las del litoral. Estas colonias se encuentran dispersas la franja costera comprendida entre Adra y Pulpí y también se han extendido por sus enclaves privilegiados, como el parque natural de Cabo de Gata-Níjar, donde ocupan aparcamientos, vías y espacios públicos no habilitados. En estos días de invierno los camping y áreas de caravanistas apenas tiene clientela, no cubren ni una mínima parte de su aforo, una imagen de soledad que contrasta con la presencia masiva que tienen estas casas portátiles en diferentes rincones de un Geoparque Mundial y Reserva de la Biosfera reconocida por la Unesco.
Desde el núcleo del Cabo de Gata hasta la Almadraba y el Faro, hay cientos de autocaravanas sobre el arcén, algunas incluso se han instalado a escasos metros del mar y se han establecido colonias en los grandes aparcamientos de la barriada. En los foros y portales especializados se multiplican las reseñas en todos los idiomas que relacionan al destino con una estancia gratuita, nada que ver con las restricciones con las que tropiezan en otros lugares turísticos como Tarifa, Sierra Nevada o Costa del Sol. Caravanas y camper han llegado a rodear por completo el torreón de San Miguel que es un Bien de Interés Cultural que se remonta al año 1746 y pronto se convertirá en punto municipal de información turística. El aparcamiento está permitido, pero no los incumplimientos que conlleva en algunos casos la estancia prolongada de turistas llegados desde todos los puntos del país, pero principalmente desde la Europa Central: Francia, Alemania, Austria, Países Bajos y Reino Unido.
Los colectivos vecinales y empresarios del parque natural vienen reclamando un mayor control y regulación de esta actividad ante la pasividad de las administraciones públicas para que se cumplan las ordenanzas municipales (afecta a las localidades de Almería, Níjar y Carboneras) y las normativas de protección ambiental, tanto el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) como el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del espacio protegido. De hecho, el PORN y la ordenanza de playas de Níjar prohíben totalmente la acampada libre en este espacio protegido y en el frente de playa, por lo que solo estaría permitido acampar y pernoctar dentro de los campings y zonas habilitadas específicamente y, sin embargo, hay numerosas pruebas -sólo hay que darse una vuelta cualquier noche- que acreditan la invasión de zonas públicas que no reúnen condiciones adecuadas y de todo tipo de incumplimientos.
Desde la administración andaluza insisten en que cada vez hay un mayor respeto y concienciación ambiental, si bien siempre hay excepciones de caravanistas que llenan con mangueras sus depósitos de agua en la fuente de la calle Camino Viejo del Faro junto a las instalaciones deportivas y descargan el depósito de aguas grises y negras, el denominado 'poti' en el argot caravanista, en sumideros de la red pública de alcantarillado y puntos no autorizados. La directora del parque natural, Lucía Tejero, reconocía hace ya más de un lustro que la presencia masiva de caravanas supone un problema y se planteó una comisión de trabajo para regular las áreas de estacionamiento, pero todas las que se han autorizado están lejos del mar y acaban fracasando. "El turista no quiere irse a Pujaire entre invernaderos, sino estar cerca de las playas", reconoce uno de los empresarios que ha presentado proyectos no aprobados en La Fabriquilla, Almadraba, Isleta y Rodalquilar.
1.278 multas en 2021 y 327 en 2022
Ante la proliferación de la flota autocaravanista durante la crisis del coronavirus y los años posteriores, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul intensificó la vigilancia y sanción de los que se saltaban esa prohibición de acampada libre y otras infracciones por prácticas perjudiciales para la conservación del parque natural e interpuso 1.278 sanciones en 2021, de las que 755, casi el 60% del total, se concentraron en los meses de verano en los que hay una mayor afluencia de visitantes en las calas y playas del levante. Fue su mayor registro disciplinario de la historia para salvar la joya del patrimonio natural almeriense de esa invasión de casas sobre ruedas en base a un dispositivo especial que realizaron de forma permanente sobre el terreno agentes de Medio Ambiente.
Sin embargo, al año siguiente cayeron en picado estas denuncias con sólo 327, de las que 258 fueron por estacionamiento en zona prohibida, principalmente por la noche, y otras 69 por la realización de acampadas. Los funcionarios de la Junta también han realizado acciones informativas para explicar a los autocaravanistas la legislación y restricciones del enclave más singular de la provincia, así como sobre la prohibición de estacionamiento entre el ocaso y el orto en los lugares no autorizados y otros problemas derivados de su masiva presencia como el colapso de salidas de emergencia, vías y caminos de acceso denunciadas por los vecinos del parque natural. Una iniciativa que contó con el visto bueno de vecinos y empresarios de la comarca para garantizar el uso adecuado y disfrute de todo el territorio evitando así problemas de convivencia, salubridad, imagen y conservación.
Además, se encargaban a diario del cierre de los gálibos colocados en los aparcamientos de las playas más mediáticas, las de Mónsul, Genoveses, La Isleta, Los Escullos y el Playazo, que se instalaron como “medida muy eficaz” para evitar la entrada de este tipo de vehículos. Sin embargo, estos agentes ambientales, al igual que ocurre con los de Policía Local, están bajando el nivel de control porque son conscientes de que estas multas sirven de bien poco cuando la mayoría de sancionados son centroeuropeos (en torno al 70%) que están de paso hacia otros puntos de la geografía peninsular e incluso del norte de África. Las infracciones administrativas contemplan multas de hasta 601 euros en el caso de ser leves y de hasta 60.000 euros para las más graves.
Extranjeros en invierno a coste cero
En invierno llegan en oleada los extranjeros que han optado por no invertir ni un sólo euro en sus estancias en la geografía almeriense generando un grave perjuicio económico a los propietarios de zonas habilitadas que están prácticamente vacías hasta la Semana Santa. Aunque el caravanista responde a un perfil de turista ecológico, que se autoabastece y es un amante de la naturaleza, en ocasiones de alto poder adquisitivo, estos asentamientos clandestinos y gratuitos que han improvisado por media provincia nunca podrán entenderse precisamente como un ejemplo de turismo sostenible porque, más allá de la competencia desleal que ejercen sobre los empresarios que han acondicionado instalaciones para tal efecto, las autocaravanas tienen que realizar con frecuencia el vaciado de sus depósitos y en muchas ocasiones estos residuos acaban en el mar, cauces o alcantarillado.
Una decena de establecimientos de la provincia, concentrados en Carboneras, Aguamarga, Pujaire, Albaricoques, Cabo de Gata y Roquetas, se concibieron para este servicio y disponen de instalaciones para evacuar esos vertidos, además de duchas y otras prestaciones que no existen en estas colonias improvisadas. Los usuarios de estas ubicaciones alegales afrontan inversiones de más de 180.000 euros en sus casas móviles, los que las tienen en propiedad, pero no están dispuestos a abonar los entre 10 y 20 euros diarios que cobran las áreas habilitadas y campings en la provincia. Desde el sector turístico cargan contra la permisividad ante una práctica diaria y habitual en enclaves privilegiados de Almería. "Son plenamente conscientes de que aquí está permitido lo que no pueden hacer en Tarifa o Sierra Nevada y se corre la voz", añade uno de los empresarios afectados con un área de caravanas prácticamente vacía durante los meses de invierno.
"Están viviendo en primera línea de playa y un día a la semana vienen a lavar la ropa y ducharse por cuatro euros y aprovechan para conectarse al wifi", argumenta otro de los empresarios afectados c. Desde la Asociación de Empresarios Turísticos Asemparna tampoco están conformes con la actual situación de las caravanas porque desde hace años no ofrecen la mejor imagen del parque natural al estar ocupando lugares no habilitados, vías públicas y hasta caminos inaccesibles. La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL) reclamaba hace exactamente un año un mayor control de los asentamientos de autocaravanas en la provincia y recordaba que suponen una brecha en la seguridad porque no hay ficha de viajeros ni registro policial y causan un perjuicio para la economía del sector del camping.
Nueva normativa nacional y legislación local
El Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del parque natural de Cabo de Gata-Níjar prohíbe la acampada libre en el espacio protegido, por lo que este tipo de vehículos solo pueden acampar dentro de los campings y zonas habilitadas. La circulación de vehículos, acampadas e instalaciones está definida en el título IV de la Ordenanza Municipal de Playas del Ayuntamiento de Níjar y recoge en su artículo noveno que “quedan prohibidos el estacionamiento y la circulación no autorizada de vehículos en el dominio público marítimo-terrestre de las playas de Níjar, así como la acampada en éste o en los frentes de playa”. Se publicó en 2009, fue ratificado en 2014 y recurrido después por particulares y asociaciones de caravanistas. El consistorio ganó el procedimiento en primera instancia y fue nuevamente recurrida hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía fallara definitivamente en favor de la ordenanza.
La Dirección General de Tráfico (DGT) aprobó el pasado verano la esperada actualización de la instrucción 08 V-74, ahora denominada PROT 2023/14 Autocaravanas, que regula el uso de las autocaravanas y furgonetas campers en España. Esta actualización trae consigo una importante diferenciación entre estacionar y acampar, lo que evitará sanciones innecesarias por dormir en una autocaravana en la calle, en un aparcamiento público o en cualquier otro lugar donde se esté estacionado sin acampar. La Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR), que ha colaborado estrechamente con la DGT en la elaboración de esta nueva instrucción, manifestó su satisfacción con la nueva normativa estatal que recoge que para que una autocaravana esté estacionada y no acampada, el motor debe estar apagado y solo estar en contacto con el suelo a través de las ruedas, sin utilizar calzos, elementos estabilizadores ni otras formas de apoyo.
Tampoco puede ocupar más superficie que la que ocupa cuando está cerrada y no puede emitir ningún tipo de fluidos ni ruidos al exterior. En este caso, las obligaciones son las mismas que para cualquier otro vehículo con características técnicas similares. En general, las autocaravanas pueden estacionar en cualquier lugar donde se permita el estacionamiento de vehículos, siempre y cuando se cumplan las normas de tráfico y no exista ninguna otra prohibición referente a la envergadura del vehículo o capítulos específicos en ordenanzas municipales y normativas de espacios protegidos como en el de Cabo de Gata-Níjar.
3 Comentarios