La ruta del medievo desde las canteras de Pescadería, más cerca
patrimonio
El Ayuntamiento de Almería firmará antes de junio la segunda fase del Plan Turístico de Grandes Ciudades, donde el enclave recibe aporte económico

En 2018, el Ayuntamiento de Almería recibía una buena noticia. La Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía anunciaba Almería entraba a formar parte Plan de Grandes Ciudades.
La propuesta del Ayuntamiento para el Plan de Turismo de Grandes Ciudades de Almería recogía una inversión de cinco millones de euros para una veintena de iniciativas repartidas en varios ejes estratégicos.
Dos años después, en 2020, Junta y Ayuntamiento firmaron la primera fase del convenio. Su duración sería de dos años y en este tiempo deberían hacer frente a la puesta en valor del Mercado Central, los refugios, el cine, los congresos, el turismo de playa, el turismo de Golf y la gastronomía. Y trasversalmente, potenciar la inclusión y accesibilidad del turismo almeriense.
Se detalló una inversión de 68.358,54 euros para la potenciación del Mercado Central como un atractivo turístico vinculado al estilo de vida saludable gracias a la combinación de un producto fresco de extraordinaria calidad en un entorno histórico y arquitectónicamente atractivo en pleno centro. Otros 124.391,60 euros refugios de la Guerra Civil; además, 173.095 euros para la ampliación de las capacidades de nuestra Casa del Cine dotándola de una sala de Producción para los nuevos rodajes y la creación de un plató de interiores.
82.460 euros para el Palacio de Exposiciones Cabo de Gata-El Toyo y 280.000 euros en infraestructuras para las playas urbanas Cabo de Gata y la de El Toyo.
Además, la mejora de la experiencia de la visita a la ciudad (160.000 euros), el turismo inteligente (109.536 euros) y la implantación de sistemas de gestión integral innovadores (56.986,75 euros) son también ejes estratégicos de esta primera fase del Plan junto a la promoción de los recursos turísticos (golf) y mejora de los servicios públicos en temporada baja (452.695,18 euros). Además, la gastronomía se llevaba 266.868,14 euros.
Pero junto a todo esto también existía la promesa de mirar hacia zonas más humildes pero que, en caso de explotarse, redundarían en dar valor al entramado histórico de la ciudad desde La Chanca poniendo en valor las canteras califales, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) desde que se las reconoció como el lugar desde el que se salieron las piedras utilizadas para hacer la Alcazaba, por ejemplo.
Aún no se sabe cantidad económica ni qué tipo de trabajos, aunque a las canteras califales les hace falta un acceso digno, señalización y una puesta en valor turística pues poseen, sin duda alguna, el mejor mirador de la ciudad de Almería y un valor histórico incalculable.
Una vez adecentadas, es más que factible crear la ruta califal, en la que entrarían la Alcazaba, las torreones y las canteras. Un recorrido que expondría a los turistas el valor histórico de la parte más antigua de la capital almeriense y que podría ser el inicio de la recuperación de la zona, rica en pasado pero con muchas necesidades en el presente.
Este recorrido medieval comenzaría en el Conjunto Monumental de la Alcazaba y podría inmiscuirse en el Mesón Gitano una vez puesto en funcionamiento, ofreciendo a los visitantes una visión completa de lo que sería la vida lujosa dentro de los muros del conjunto monumental y la vida cotidiana del barrio andalusí, datado entre los siglos XI y XIII.
El viaje continuaría por calle Reducto, Impresores y se llegaría a la Avenida del Mar, donde se encuentra los torreones califales, Construidas en el año 955, forman parte de la muralla inicial que Abderramán III mandó a construir en el momento en que concede a Almería la categoría de medina. Su objetivo era militar, guardando un aspecto de corte defensivo en caso de que la ciudad fuera objeto de amenaza externa. Mirando hacia el mar, las de La Chanca cumplieron perfectamente esa función durante siglos.
A continuación se pasaría por las Cuevas del Callejón y el espectacular Mirador de las Higuerillas, sin duda, uno de los lugares con mayor encanto para disfrutar de las vistas espectaculares que pone a disposición de almerienses y turistas este rincón de la capital. Desde él se divisa la Alcazaba y La Chanca con el puerto pesquero y el Mar Mediterráneo al fondo.
El siguiente paso sería llegar a las canteras califales. El arqueólogo Lorenzo Cara, presente durante todo el trabajo de reconocimiento de las canteras, destaca su valor por encima de otras localizadas en el panorama nacional: “Son las mejores canteras medievales califales que están descritas. Lo característico es que vinieron canteros de Medina Azahara porque los procedimientos de extracción son muy parecidos a los de la Ciudad Califal. Esas están protegidas desde hace tiempo y han tenido un uso posterior. Pero estas se han quedado fosilizadas, están las huellas conservadas perfectamente”.
El viaje continuaría por el Cerro de las Mellizas y llegaría hasta las Torres de Fundición (conocidas en su conjunto como Fundición Heredia) constituyen unos de los restos protegidos del siglo XIX que aún conserva la ciudad. Junto al barrio de La Chanca, se trata de unos vestigios propios de una época marcada por el intento de desarrollo económico de la provincia, que trató de buscar diversidad en el terreno laboral y encontró en el metal una respuesta que, para su desgracia, no perduró demasiado en el tiempo. La mayoría de los restos de esta fundición han desaparecido por el paso del tiempo y el poco cuidado que se le ha prestado.
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