Campo Baeza, Premio Nacional de Arquitectura, regresa a la Universidad Laboral de Almería 50 años después
Patrimonio
El edificio luce ya la placa de la Fundación Docomo Ibérico por sus valores arquitectónicos que el Colegio de Arquitectos defiende para su catalogación como Bien de Interés Cultural
La Universidad Laboral celebra sus 50 velas con una charla magistral del Premio Nacional de Arquitectura y coautor

En el rico calendario de actividades de conmemoración de la construcción de uno de los edificios de mayor singularidad de la arquitectura moderna almeriense, la Universidad Laboral (hoy el Instituto Sol de Portocarrero), ha rememorado sus orígenes con el regreso a sus valorados espacios de Alberto Campo Baeza, 50 años después de que esbozara el centro de enseñanza junto al arquitecto Miguel Martín Escanciano. , de la mano de quien fuera su profesor Julio Cano Lasso y en la que también intervino Antonio Mas-Guindal.
Ha sido un reencuentro muy especial el del Premio Nacional del Arquitectura 2020 con uno de sus primeros trabajos profesionales, quien ofrecía este viernes pasado una clase magistral ante un auditorio repleto de asistentes que compartía también con Martín Escanciano. Ambos recordaron aquellos encuentros para diseñar de forma minuciosa la Universidad Laboral, considerada por sus arquitectura como uno de los mejores edificios docentes del país, agradeciendo la confianza que Laso depositó en ellos en un trabajo de verdadero equipo.
En la conferencia, organizada conjuntamente por el Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, el IES Sol del Portocarrero y la Residencia Escolar Carmen de Burgos con motivo de los 50 años de la Universidad Laboral, Campo Baeza desveló a los asistentes las claves empleadas por el equipo de arquitectos que tuvo muy en cuenta las condiciones climatológicas de Almería dando como resultado un edificio que hoy sería baluarte de los parámetros esenciales de la sostenibilidad. El “paisaje, el hombre y una pasión ”, como los hilos conductores de las novelas de Miguel Delibes, estuvieron presentes en la configuración de este conjunto mediterráneo dispuesto en piezas autónomas abrazando el patio principal bajo los criterios de racionalidad y economía, donde también primaron los arquitectos la sencillez de la distribución para facilitar al alumnado un centro con un lenguaje arquitectónico fácil de entender y adaptado a las necesidades del futuro y a los cambios de los planes de estudio. De hecho, Campo Baeza y Martín Escanciano trabajarían poco tiempo después a la conclusión de su construcción, desarrollada entre 1971 y 1974, en ampliaciones para dotar a la Universidad Laboral de biblioteca, entre otros servicios.
Cuidaron con celo todos los detalles, desde los materiales empleados al diseño de los muebles y a la elección de las plantas escogidas que, como la buganvillas, pudieran adaptarse al clima desértico y a la proximidad del mar de este centro de La Cañada de Almería, donde Campo Baeza experimentaba ya con la importancia de la luz como material entre cal y linóleo. “El milagro de la arquitectura se produce cuando es atesorado por la luz”, significó el prestigioso arquitecto ante un público agradecido por poder contemplar los bocetos originales de la Universidad Laboral, “sin inteligencia artificial”, y de otros evocadores proyectos de Campo Baeza, como la Biblioteca del Liceo de Madrid, en construcción, una guardería en el ‘monte de Noé’ en Armenia o también la premiada casa de Mojácar edificada en 2022 (ARCO 2023), obra también de Modesto Sánchez.
Nueva cita este viernes
De hecho, este próximo viernes el COAA ha organizado otra cita cultural abierta a cualquier persona interesada en la presentación de la nueva publicación del arquitecto y urbanista Gerardo Roger, la ‘Recuperación del urbanismo español’. Será el 11 de abril, a las 18:00 horas , en la sede de Colegio de Arquitectos de la calle Martínez Campos de Almería.
Docomo Ibérico
Como colofón al acto, en el que los asistentes pudieron recorrer junto a los arquitectos los interiores del edificio, la Universidad Laboral fue reconocida con el Docomo Ibérico por parte de la Fundación del mismo nombre, dedicada a la documentación y difusión de la arquitectura del movimiento moderno en España y Portugal, luciendo ya la placa a su entrada principal .
Es otro respaldo más a los valores arquitectónicos de la Universidad Laboral, que el Colegio de Arquitectos piensa seguir potenciando a favor de su declaración como Bien de Interés Cultural y a través de la anunciado por Luis Cano futura Fundación del COA Almería con la motivación de vertebrar, en el seno de sus objetivos y funciones, elconjunto de iniciativas, que viene distinguiendo a este Colegio profesional en materia de la difusión cultural de la arquitectura, a través de sus publicaciones y la proyección social de la misma, entre otras futuras acciones.
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