La Balsa del Sapo se salta la evaluación ambiental y ya tiene contrato de asistencia técnica
El Consejo de Ministros autoriza la licitación del proyecto de tratamiento de aguas de riego y Seiasa adjudica el contrato de dirección de obra y seguridad por importe de 206.727 euros a la consultora Aima Ingeniería
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El inicio de obras en la Balsa del Sapo está cada día más cerca. El Consejo de Ministros autorizaba hace un mes la exclusión del proyecto para el tratamiento de aguas de riego de la evaluación ambiental por todo lo que va a suponer en garantía de disponibilidad de recursos hídricos que rebajen la presión sobre los acuíferos del Poniente y por su adaptación al 100% al cambio climático y la sociedad SEIASA ha adjudicado en la primera semana de junio el contrato de asistencia técnica a la dirección de obra para el control, vigilancia y coordinación de la seguridad y salud de las actuaciones por un importe de 206.727 euros a la consultora Aima Ingeniería, al presentar la mejor de las 22 ofertas que se han recibido en la licitación.
Este proyecto estratégico que forma parte del convenio de 14 actuaciones de modernización de regadíos promovido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias, y los regantes de Almería en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con una inversión conjunta de 195 millones de euros, entra así en la recta final de tramitación y encara el comienzo de trabajos. La actuación tendrá un coste de poco más de doce millones y contempla una nueva planta de tratamiento de aguas de riego en la que se producirán con un sistema de ósmosis inversa en torno a 6.696 metros cúbicos al día de agua regenerada para atender los cultivos de hasta cuatro municipios de la zona al menor coste posible.

Además de los recursos hídricos que aporta al Poniente, el proyecto permite controlar la cota de la lámina de agua de la Balsa del Sapo para dar una “mayor seguridad” a los vecinos y construcciones de Las Norias de Daza, emplazamiento donde se ubica, ante eventuales desbordamientos. El estudio de impacto ambiental se sometió en abril a exposición pública, pero la evaluación no ha sido necesaria, tal y como solicitó el Ministerio de Agricultura. La actuación promovida por la comunidad de regantes Sol y Arena permitirá el suministro a alrededor de 6.600 hectáreas de regadío y busca salvaguardar el acuífero superior de la Balsa del Sapo así como “maximizar” el uso de los recursos disponibles mediante aguas regeneradas con un tratamiento previo para dotarlas de cierta calidad para su aprovechamiento en cultivos de El Ejido, La Mojonera, Vícar y Roquetas.
Sol y Arena, que forma parte de la Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente, es la entidad que distribuye el agua para riego en buena parte de la comarca y tiene una concesión para extraer de la zona central del Campo de Dalías 3,4 hectómetros cúbicos al año. Además de la planta de tratamiento, habrá sistemas de captación del agua bruta y otros para la impulsión, tanto de los recursos regenerada desde la planta de tratamiento hasta las balsas de regulación de Carcáuz como para conducir la salmuera desde la infraestructura hasta el punto de entrega especificado en Roquetas.
Obras complementarias en la EDAR de El Ejido
No sólo la Balsa del Sapo ha experimentado un importante avance en su tramitación y las obras complementarias para el aprovechamiento del agua regenerada de la EDAR de El Ejido también tendrán muy pronto los trabajos en marcha al adjudicarse recientemente el contrato para el servicio de asistencia técnica a la dirección de obra para el control, vigilancia y seguridad de las obras promovidas por la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA). El contrato tiene un importe de 284.543 euros y se ha otorgado a Aima Ingeniería SLP con sede en El Ejido. Las actuaciones de la Balsa del Sapo (12 millones) y obras complementarias para el aprovechamiento del agua regenerada de la depuradora (19 millones) forman parte del convenio para la modernización de regadíos en la provincia de Almería
Con el objetivo de reducir el consumo de energía procedente de fuentes convencionales se prevé la construcción de una planta fotovoltaica con potencia pico de 465 Kwp. El conjunto de infraestructuras proyectadas va a permitir un ahorro global para esta comunidad de regantes de 774.101,00 kWh/año y esto a su vez implica la reducción de las emisiones de 317.000 kg de CO2 por año. Esto quiere decir que se emitirán menos gases de efecto invernadero en la gestión de la cota de la lámina de agua de la Balsa del Sapo que actualmente se controla mediante bombeos al mar al incorporar sistemas de energía renovable.
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