Atajan con obras las ratas y otros defectos del edificio Virgen del Mar de Almería

Se le avecinan otra vez obras de reforma a los trabajadores del Órgano de Gestión Tributaria que ocupan el edificio Virgen del Mar, la antigua clínica sanitaria que adquirió el Ayuntamiento de Almería y que ha estado sometido, primero, a una reforma integral y, luego, a la ampliación de las plantas tercera y cuarta. Ahora llegará otra tanda de trabajos que vendrán a subsanar deficiencias de consideración y, ya de paso, la molesta presencia de ratas en el interior los conductos del inmueble que ya obligara, en 2019, al desalojo puntual de los trabajadores, si bien, según denuncias de la oposición, esta insalubre problemática ha persistido durante todo este tiempo.

A propuesta del área de Obras Públicas, Mantenimiento, Accesibilidad y Economía Azul, gestionada por la concejal Sacramento Sánchez, el Ayuntamiento de Almería ha aprobado en una reciente Junta de Gobierno Local la ejecución de obras para la reforma de la planta baja del Órgano de Gestión Tributaria de este edificio con fachada la plaza Virgen del Mar. El contrato le ha sido confiado a la mercantil Grupo Indaldeco de Construcción, que se ha ofrecido a llevar a cabo la reforma por 44.977,55 euros exactos y un plazo de dos meses. 

Su oferta, algo más baja que el presupuesto base de la licitación establecido en unos 48.363 euros, se ha impuesto sobre las presentadas por otras cuatro empresas en liza (Ventanas Almería, Lineal de Construcciones Hispánicas, Oryx Obras Servicios y Mantenimiento y Grupo Copsa). 

Los trabajos a emprender de forma inminente vendrá a solventar deficiencias detectadas, algunas de las cuales han sido objeto de duras críticas por parte de la oposición. En concreto por el Grupo Municipal Socialista, cuya representante Carmen Aguilar exponía en el Pleno del pasado mes de abril un panorama laboral cuanto menos espeluznante. 

Exponía entonces la concejal del PSOE el incumplimiento de las normativas higiénico sanitarias del inmueble “con ratas y fluidos putrefactos cayendo sobre las mesas de los trabajadores”, así como el incumplimiento en esta primera planta de las exigencias básicas de prevención de incendios, así como problemas de iluminación. Agregaba a este listado negro el estado de las sillas de los trabajadores municipales “con dolores lumbares”.