Diez años de cierre Las entrañas de la casa consistorial

Los espacios nobles, pese al tiempo y los derrumbes, sobreviven Los restauradores han elaborado un listado con todos los elementos a recobrar como suelos, forjados y madera antigua

El despacho del alcalde, con una parte del techo colgando.
El despacho del alcalde, con una parte del techo colgando.
María Victoria Revilla

03 de noviembre 2015 - 01:00

La lluvia torrencial de finales de febrero de 2005 asestó sin contemplación alguna el último golpe sobre la Casa Consistorial. Techos desplomados y una riada por las escaleras interiores no dejaron otra alternativa que la salida inmediata de este edificio histórico, que desde años atrás daba muestras de su debilidad estructural. Han transcurrido diez años y ocho meses de cierre absoluto, sin que el Ayuntamiento de Almería haya autorizado a personas ajenas a la rehabilitación el acceso a su interior por cuestiones evidentes de seguridad. Hasta ahora.

¿Cuál es el estado actual de la Casa Consistorial? y ¿qué es lo que perdura en su interior?, son dos cuestiones que el Diario de Almería ha podido comprobar junto a parte del equipo técnico que se encargará de la siguiente tanda de las obras de rehabilitación (subfase A de la segunda fase), y el concejal de Fomento, Manolo Guzmán, que ha permitido por primera vez la entrada al edificio de un medio de comunicación.

"Recuerdo perfectamente el día en el que el alcalde tuvo que tomar la decisión de dar la orden de desalojo inmediato. Yo estaba en su despacho con él cuando sonó un estruendo, parecía un terremoto". Rodríguez-Comendador y Guzmán se encontraban reunidos en Alcaldía en el momento en el que parte del techo se desplomaba encima de una de las mesas de esta habitación, situada en la zona más antigua de la Casa Consistorial. La más débil.

"Parecía -recuerda el concejal de Fomento- que el suelo se venía abajo". Las vigas de madera no han soportado el paso de los años y Alcaldía literalmente está sostenida por el antiguo Archivo Histórico Municipal, justo en la planta inferior.

La incursión a las entrañas del viejo Ayuntamiento se realiza con estrictas medidas de protección -esencial el casco- y, sorteando los puntos débiles detactados por los técnicos ("no crucéis por el centro..., id por este lateral..., pueden caer cascotes"), alcanza hasta el despacho del alcalde. Una madera, que atraviesa la puerta de entrada, impide el acceso, pero no la visión. Trozos del techo cuelgan amenazantes sobre un cable y el suelo está totalmente cubierto de restos de escombros, maderas podridas y carpetas. Da la sensación de que en el Ayuntamiento salieron literalmente huyendo.

Es la impresión que a lo largo del recorrido por la planta superior se tiene, pese a que "la salida de los funcionarios se hizo de manera progresiva. Los primeros que abandonaron la Casa Consistorial fueron los que trabajaban en Alcaldía, Secretaría General, Obras Públicas...", detalla Guzmán. Buena parte del suelo es una manta de cristales rotos y objetos desperdigados como si el popular elefante hubiera entrado en la cacharrería. Llaves de dependencias, carteles de campañas municipales con la imagen de un joven Luis Rogelio, banderas, trozos de placas de mármol, extintores, un trozo de váter, la maqueta de la desaladora, un periódico de 2005 con las noticias del día (El cañillo de Almería vuelve a la Puerta Purchena o, cómo no, el soterramiento), se entremezclan con botellas vacías de Zotal.

La visita se ha podido realizar después de que la Casa Consistorial se haya sacudido, a fuerza de químicos, de pulgas y ratas. En sus diez años de cierre, el edificio se había convertido en cobijo perfecto para roedores y gatos, por lo que ha sido necesario comenzar esta segunda fase de obras por trabajos de desinfección y desratización.

Si bien la planta superior se muestra caótica, no huele a nada. Ni siquiera las papilas olfativas respiran la humedad que sí se deja ver en las paredes, exentas de los óleos que antaño las decoraban, en los frisos de madera agrietados y en pasamanos de hierro oxidados.

Cuadros, mesas y bancos de madera noble y esculturas, entre otros objetos de valor, fueron sacados a su debido tiempo, como los libros y antiguos documentos del Archivo, que fue trasladado al Palacio de Marqueses de Cabra. Los miles de expedientes fueron de igual modo repartidos por cada una de las dependencias a las que se mudaron las diferentes áreas y, en la parte rehabilitada del Ayuntamiento, hay una entreplanta que custodia muebles que, como la antigua mesa de Plenos, se han ido restaurando estos años, santificados por San Indalecio.

La escultura, antes del desalojo municipal, daba la bienvenida, en el rellano principal, a los visitantes, como si fuera la pareja del policía municipal y ordenanza, ante quienes había que identificarse justo tras ascender por la escalera principal de mármol. Es ésta una de las piezas que figuran en el inventario de los elementos que serán restaurados. La escalera, en concreto, será desmontada e instalada de nuevo, una vez reparada y concluidas las obras de rehabilitación del edificio. Toda esta parte de antesala, compuesta por columnas y arcos, permanecerá protegida de derribos. El equipo restaurador, si comprueba que efectivamente el conjunto es de piedra, eliminará las capas de revestimiento que ha recibido durante el devenir de los años, incluidas las figuras de la Virgen del Mar y de otro San Indalecio con rostro de -cuentan que por capricho del escultor de igual nombre-, San Pedro.

La escalera principal no es la única a conservar. El ala adjunta, donde se encontraba la Secretaría General y la máquina para fichar, será conservada en su totalidad de igual modo: columnas, ventanales superiores, la segunda escalera doble de mármol y las barandillas de decorada forja.

Espacio clave de esta parte noble de la Casa Consistorial es el Salón de Plenos, cuya inspección ha deparado un buen chasco, el falso techo de escayola que emulaba a la perfección madera noble tallada, si bien también ha nutrido la lista de restauración con un descubrimiento que ha sorprendido: frescos ocultos en las paredes empapeladas. Las pinturas serán investigadas, del artesonado se ha tomado un molde para su reproducción exacta y la lámpara gigante y los suelos serán restaurados. Estas labores de recuperación se extenderán en general a toda la Casa Consistorial que mantendrá los antiguos suelos de porcelana hidráulica, forjados y frisos y zócalos de madera.

stats