Nuestros amados Beatles (II). John Lennon sigue siendo un mito
Música
El 9 de octubre habría cumplido 84 años. Antes de su vil asesinato, estaba atravesando una profunda crisis existencial
Nuestros amados Beatles (I). Hasta aquí, The Beatles
Aquel maldito 8 de diciembre de 1980 amaneció Nueva York con un clima templado y luminoso, ciudad donde el frío muerde. John Winston Lennon se había despertado muy temprano y como siempre mirando al Central Park desde sus ventanas del edificio Dakota. Allí vivía con la artista japonesa Yoko Ono desde 1973.
El afamado edificio Dakota tenía misterio, solera y sus historias con inquilinos famosos, (la rubia platino Lauren Bacall, Leonard Bernstein, pasando por Judy Garland o Boris Karloff). Su vecina de al lado era la cantante Roberta Flack. Pero algunos vecinos del Dakota albergaban ciertas reservas hacia los Lennon-Ono.
Llegaron a tener hasta cinco apartamentos. Lennon dejó al morir 235 millones de dólares.
Faltando 10 minutos para las 11 de la noche, John Lennon regresaba a su departamento. Venía de una sesión de grabación junto a su mujer, Yoko Ono. No llegó a darse vuelta, porque enseguida se sintieron los disparos. Cinco balazos en la zona del pecho, que lo derribaron.
Parafraseando una de sus canciones, "Era un día como hoy, hace 43 años".
El arma asesina (un revolver .38 Special) pertenecía a Mark David Chapman, un joven de 25 años, quien unas horas antes, cuando Lennon salía hacia el estudio, ya lo estaba esperando en la puerta del Dakota para pedirle un autógrafo; Lennon le dedicó la cubierta de su último album, Double Fantasy.
Tras los disparos, y mientras llegaba la ambulancia, Chapman se quedó en shock y perplejo. Cuando la policía lo arrestó, tenía el arma y un ejemplar de “El guardián en el centeno”, la célebre novela de J.D. Salinger, (a modo de auto-dedicatoria escribió: "Esta es mi declaración", y firmó Holden Caulfield, el personaje central de la novela). Lennon fue llevado de urgencia al Roosvelt Hospital, donde murió a su llegada, sobre las 11:20 de la noche. Con él se esfumaba, también, el deseo siempre latente de los millones de fans en el mundo que venían fantaseando con la posibilidad de volver a ver juntos a los Beatles.
La banda se había separado en 1970, pero ahora sí, el sueño había terminado. Fue un momento bisagra en la historia. Para muchos, el final de los años 70. Habían matado al beatle que más se había involucrado con la militancia antibélica con el recuerdo de Vietnam intacto.
Siempre creativo e inquieto
John Winston Lennon nació el 9 de octubre de 1940, en Liverpool. Pero sin dudas, la fecha clave es el 6 de julio de 1957. Ese día Lennon conoció a Paul McCartney en la iglesia St. Peter, en Woolton. Enseguida lo invitó a sumarse al grupo que había formado un año antes, The Quarrymen. John (16 años), Paul, (15): surgían los Beatles, claro, y a la vez la sociedad creativa más importante no sólo del pop sino de la canción popular hasta nuestros días.
Basta con pensarlo, apenas, para decir de memoria canciones inolvidables, como Yesteday, Let It Be, Hey Jude, Help, Day Tripper, Yellow Submarine, Eleanor Rugby, Come Together, y así podríamos seguir... Clásicos firmados a dos, como acostumbraban (siempre Lennon y McCartney, fuera de quien fuera el tema) y 13 discos oficiales entre 1962 a 1970.
Canciones inmortales
En el pop, el éxito siempre se midió en discos de oro y en hits. Pero Hollywood nunca se quiso quedar afuera. Y así como en su momento supo hacer películas a la medida de Sinatra o Elvis, también hubo que "exprimir" al furor por los Beatles. En 1965 filmaron Help!, con unos beatles en blanco y negro, dirigidos por el británico Richard Lester. Y hablando de colaboraciones con su socio, A Day in the Life, el final de esa ópera psicodélica que es Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (1967), está considerado, según varias encuestas, "El Mejor Tema de los Beatles". Compuesto básicamente por Lennon a partir de noticias del diario, es cierto que McCartney terminó aportándole al tema algunas líneas y el genial arreglo orquestal.
Si a Paul cabe asociarlo como el beatle más melódico, y Harrison el más místico, Lennon fue, sin dudas, el abanderado de las luchas sociales. Algo de eso expresaba en Revolution (1968). Para sintetizar al Lennon solista. Imposible no pensar en “Imagine”, ese himno a la paz difundido hasta el cansancio. "Imagina a la toda la gente viviendo en paz, podrás decir que soy un soñador, pero no soy el único".
Más de medio siglo de “Imagine”
El 19 de septiembre de 1971, Lennon sacó al mercado “Imagine”, su segundo álbum en solitario, con diez temas que conforman una carta de amor del beatle a su esposa Yoko Ono e incluyen la canción homónima que continúa como un himno de la paz por excelencia más de 53 años después.
Un par de años antes, Lennon tomó la iniciativa de abandonar “The Beatles” y comenzar su andaluza en solitario, influido por la rivalidad creativa que le enfrentaba con su compañero Paul McCartney, que trató de adoptar fallidamente el rol de líder de la banda tras la muerte del manager, Brian Epstein.
Lennon dejó de creer en el “mito” del cuarteto de Liverpool y se refugió en la japonesa Yoko Ono, con quien había contraído matrimonio ese mismo año en Gibraltar, y lanzaría después su primer álbum tras su etapa como beatle: John Lennon/Plastic Ono Band (1970).
La historia de la génesis de “Imagine” es bien conocida. Por lo que explicaron sus propios protagonistas, Lennon compuso este tema una mañana de comienzos de 1971 en una habitación de la propiedad que poseía en Tittenhurst, en Inglaterra. Su polifacética mujer también tuvo una parte muy activa en todo ello y fue ella la que explicó en su momento, por ser testigo de primera mano, cómo Lennon se sentó al piano blanco que había en la mansión y dio forma a las cuatro notas y veintidós versos de la canción.
Los tres minutos y siete segundos que dura la canción, durante cincuenta y tres años, han mantenido a los “soñadores” de todo un planeta entero con el anhelo de vivir en un mundo mejor. Ciertamente, no se puede pedir a una canción que transforme el mundo, sino que inspire actitudes de fondo. La intención de “Imagine” era buena, la situación del mundo cincuenta y tres años después sigue siendo deplorable.
También te puede interesar
Lo último