La madres jóvenes se apagan en Almería, ¿por qué?

Solo 22 adolescentes han sido madres en Almería en lo que va de 2025

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Una pareja pasea con dos carritos de bebé que son empujados por el parque en una imagen de archivo.
Una pareja pasea con dos carritos de bebé que son empujados por el parque en una imagen de archivo. / DDA

La maternidad joven está en vías de extinción en Almería. Entre enero y febrero de este año, solo 22 adolescentes han sido madres, el dato más bajo de la última década. Mientras tanto, las mujeres mayores de 40 baten récords de nacimientos. El perfil de madre cambia, y 2025 podría marcar un antes y un después en la maternidad almeriense.

El desplome de la maternidad adolescente

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran un giro profundo en los patrones reproductivos de la provincia. En lo que va de año, el número de partos en mujeres de entre 15 y 19 años se ha desplomado un 46% respecto a 2015. Entonces se registraron 41 nacimientos en ese grupo, frente a los escasos 22 actuales. Si se amplía la comparación a 2013, cuando hubo 36 partos adolescentes, la caída sigue siendo significativa.

Pero el retroceso de la maternidad joven no se limita a las adolescentes. También baja con fuerza en el siguiente tramo: el de las mujeres de 20 a 24 años, tradicionalmente muy fértil. En lo que va de 2025, han dado a luz 123 mujeres en ese rango de edad, frente a 137 en 2015 y 162 en 2013. Es decir, se han perdido casi 40 nacimientos en solo una década. Sumando todos los partos en menores de 25 años, el total alcanza apenas 145, cuando hace solo doce años eran 199.

Las razones del cambio

Este cambio de perfil no es una casualidad ni un fenómeno aislado. Obedece a una transformación social profunda, donde la maternidad ha dejado de ser una urgencia en la juventud para convertirse en una decisión que se retrasa deliberadamente. Las jóvenes priorizan cada vez más los estudios, el trabajo y el crecimiento personal antes de plantearse ser madres. Además, la falta de estabilidad laboral, los precios de la vivienda y la precariedad económica influyen de forma decisiva.

La educación sexual, la disponibilidad de métodos anticonceptivos eficaces y el mayor empoderamiento sobre el propio cuerpo han reducido drásticamente los embarazos no deseados. Hoy, ser madre joven es una excepción, no la norma. Y los datos del INE no hacen más que poner cifras a una realidad visible en toda España, y cada vez más clara en Almería.

Desaparición de la maternidad infantil

La desaparición de la maternidad precoz tiene otro dato revelador: en lo que va de 2025 no ha habido ni un solo parto en menores de 15 años. Aunque suene anecdótico, en 2013 aún se registraba un nacimiento en ese grupo. Hoy, no hay ninguno. La maternidad infantil, aunque extremadamente rara, ha quedado casi completamente erradicada, lo que puede interpretarse como un avance en términos de derechos sexuales y reproductivos.

Boom de la maternidad tardía

Mientras la curva desciende en los tramos más jóvenes, hay un grupo de edad que no deja de crecer: el de las madres de más de 40 años. En los dos primeros meses de 2025, 87 mujeres entre 40 y 44 años han dado a luz en Almería. En 2015 fueron 56, y en 2013 apenas 45. En solo una década, esta franja se ha duplicado, reflejando un cambio no solo biológico o médico, sino cultural y social.

El fenómeno no se queda ahí. También se han registrado 8 partos en mujeres de entre 45 y 49 años, y 2 en mayores de 50. Aunque numéricamente no son cifras relevantes, en 2013 no hubo ninguno en esos grupos, lo que confirma que la maternidad tardía ya no es una rareza médica, sino una realidad facilitada por los avances en fertilidad y reproducción asistida.

También caen los grupos tradicionalmente fértiles

Con 319 nacimientos, el grupo más fecundo sigue siendo el de mujeres entre 30 y 34 años. Sin embargo, esa cifra también ha descendido respecto a años anteriores: en 2015 fueron 413 partos y en 2013, 453. La caída es constante. Incluso el grupo históricamente más fértil pierde peso. Hoy, muchas mujeres deciden ser madres más cerca de los 40 que de los 30.

Otro grupo en claro descenso es el de 25 a 29 años. Este año, Almería ha registrado 205 partos en ese rango, frente a los 294 de 2015 y los 292 de 2013. Es una pérdida de casi 90 nacimientos en diez años. En conjunto, la maternidad se desplaza hacia franjas más altas, con una caída generalizada en la base de la pirámide reproductiva.

Un cambio que va más allá de los números

En total, Almería ha registrado 1.023 nacimientos entre enero y febrero de 2025. Son menos que los 1.221 del mismo periodo de 2015 y mucho menos que los 1.258 de 2013. La natalidad desciende en números absolutos, pero sobre todo en edad. El descenso se acompaña de un cambio radical en el perfil de quiénes son las madres.

Si se mantiene la tendencia, 2025 podría ser el primer año en el que más del 10% de los partos en Almería correspondan a mujeres mayores de 40 años. Una cifra simbólica, pero potente: marcaría el fin definitivo de la idea de que ser madre pasada la cuarentena es algo extraordinario. La maternidad tardía se convierte en tendencia estable.

Más riesgos, pero también más preparación

Este cambio también tiene implicaciones médicas. Los embarazos a edades avanzadas requieren más controles, mayor seguimiento y suponen más riesgos obstétricos. Pero también son, en muchos casos, embarazos muy deseados y planificados. Las mujeres que optan por ser madres más tarde suelen hacerlo con mayor conciencia, preparación y recursos.

Lo que está ocurriendo en Almería es un reflejo claro de lo que ya sucede en el conjunto de España: menos hijos, más tarde, y con más planificación. La maternidad espontánea y temprana cede terreno ante una visión más racional, individual y flexible del hecho de tener descendencia. En este modelo, ser madre a los 20 se ve como pronto, y a los 40, como perfectamente posible.

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