EEUU ya reconoce como afectados por radiación a sus soldados de Palomares
Bombas de Palomares
La recién aprobada Ley PACT proporciona beneficios y atención médica a los militares que visitaron Almería en 1966
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, firmó recientemente la Ley PACT (Ley de Promesa para Abordar los Tóxicos Integrales). Que supone la mayor expansión de atención médica, con sus consecuentes beneficios, para los veteranos expuestos a sustancias tóxicas desde 1991, aunque esta Ley también incluye a aquellos veteranos que se a la radiación de Palomares en 1966.
Ha llegado tarde, pero los soldados que viajaron hasta Almería para participar en las tareas de limpieza han sido reconocidos, al fin, como afectados por la radiación. Mientras tanto, en España se sigue ocultando todo lo relacionado con lo sucedido. La Operación Indalo se trató de ocultarlo, falseando los resultados de las pruebas realizadas. Y aunque a los vecinos de la zona se les ha seguido realizando pruebas, no ha habido ningún tipo de reconocimiento ni ayuda a aquellos que participaron en las tareas de limpieza. No solo a civiles, también a miembros de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pues hay numerosos Guardias Civiles que participaron en estas tareas.
Algunos incluso aseguraron a este medio que se les intentó silenciar. “Tras lo de Palomares hice un curso de submarinismo en Cartagena. Fue entonces cuando comencé a sentir mareos y molestias. Me dijeron que podría ser de la misma actividad. Fui al hospital militar de Madrid. Fue entonces cuando se me recomendó que fingiera un accidente de tráfico en acto de servicio. Y así lo hicieron. Ahí terminó mi carrera”, explicó en su momento a Diario de Almería, José Ortiz Hernández, quien estuvo trabajando en Llano de Blanquizares tras la caída de las bombas.
Su objetivo era vigilar la zona. Pero lo que el Guardia Civil tuvo no fue un accidente: “Me tiemblan los brazos, he estado a punto de perder una pierna por un quiste y un trombo en la rodilla y tengo quistes en el cerebelo, hígado, pulmón y problemas serios en la próstata. Me tiemblan los brazos y camino con dificultad”, relataba.
“Nada estaba acotado. Eso era tan sólo un proyecto. Había gente trabajando en el campo y plantando hortalizas, que en su mayoría eran vendidas en el mercado por la franja de costa a base de furgonetas y burros. Bebíamos agua de un pozo que estaba a 100 metros de donde cayó y se quemó una bomba. Para comer, íbamos a una tienda de ultramarinos”, agregaba el Guardia Civil, quien en ese momento aseguraba que de la decena de Guardias Civiles que trabajaron junto a él, ya han muerto todos.
En Estados Unidos no han tenido prisa tampoco. Pero ya se ha rectificado. Con la nueva Ley se se abordará la gama completa de problemas que afectan a los veteranos expuestos a sustancias químicas tóxicas y brindar acceso a beneficios y atención médica a través del Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos (VA). Mientras tanto, en España, el ‘caso Palomares’ sigue encerrado en un cajón bajo el sello de confidencial sin que exista ningún tipo de proyecto de ayuda a los españoles que participaron en la limpieza.
Esta nueva ley abre la atención médica a más de 3.5 millones de veteranos, incluidos 1.600 veteranos de Palomares expuestos a sustancias tóxicas durante los trabajos militares tras el accidente nuclear de 1966. Crearán, de la misma forma, presunciones para 23 enfermedades respiratorias y cánceres, trasladando la carga de la prueba a los veteranos. Por lo tanto, si un veterano prestó servicio en un escenario en particular en un momento dado, se supondrá que estuvo expuesto a sustancias tóxicas y, por lo tanto, es potencialmente elegible para recibir atención médica y beneficios (económicos). Fundamentalmente, esta legislación bipartidista también agilizará el proceso de toma de decisiones por presunción del Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados para evitar más demoras en la atención.
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