Ocho municipios de Almería, sin hijos desde hace más de una década

Demografía

El llanto de un recién nacido se ha convertido en un recuerdo lejano desde al menos 1996 en municipios como Alsodux

2023 será recordado como el año con menos partos en Almería

Almería sobrevive al desplome vegetativo nacional

Benitagla es uno de los municipios de la provincia con escasez de niños. / Carlos Barba / Efe

La provincia de Almería enfrenta un desafío demográfico sin precedentes, revelado por datos contundentes del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con un preocupante patrón de ausencia de nacimientos en numerosos municipios, la realidad desnuda la difícil situación que atraviesan estas comunidades rurales. Desde Alsodux, donde el llanto de un recién nacido se ha convertido en un recuerdo lejano desde al menos 1996, hasta Bayarque, donde la llegada de nuevos habitantes se detuvo en 2013, la provincia se enfrenta a una crisis demográfica que amenaza su futuro.

Municipios de Almería con menos nacimientos

En Olula de Castro, el paso del tiempo se hace evidente en la falta de partos desde 2005, marcando una década de silencio que refleja la realidad de muchos pueblos en la región. La ausencia de la infancia, motor de la renovación y la esperanza, plantea serias interrogantes sobre el destino de estas comunidades en declive. Senés y Suflí, con una década sin nuevos nacimientos, enfrentan un panorama similar, donde la falta de población infantil compromete la vitalidad y el crecimiento de estos lugares.

Turrillas y Velefique sufren las consecuencias de la ausencia de nacimientos desde 2014. La pérdida de población infantil no solo impacta en la dinámica demográfica, sino también en la estructura social y económica de estos pueblos, que luchan por mantenerse a flote en medio de la adversidad. La falta de políticas y acciones que impulsen la natalidad agrava aún más la situación, dejando a estas comunidades en un limbo demográfico.

Alcudia de Monteagud, Santa Cruz de Marchena y Armuña de Almanzora, sin nuevos nacimientos desde 2019, enfrentan un futuro incierto donde la continuidad de la vida en el pueblo pende de un hilo. La falta de niños empadronados en estas localidades refleja una realidad preocupante que exige medidas urgentes para revertir la tendencia y asegurar la supervivencia de la comunidad a largo plazo.

Albanchez, Beires y Bentarique, con la ausencia de partos en los últimos dos años, se suman a la lista de pueblos en riesgo demográfico. La pérdida de población infantil, evidenciada en cifras cada vez más alarmantes, plantea un desafío formidable para estas comunidades, que luchan por mantener viva la llama de la esperanza en medio de la adversidad. Chercos, Líjar, Alcóntar y Almócita, con la falta de nacimientos en 2022, enfrentan una realidad similar, donde el futuro se vislumbra incierto y sombrío ante la pérdida de población infantil.

Bacares y Alicún no tuvieron partos en el último año, pero tampoco desde 2018 a 2022, por lo que también se encuentran en una situación crítica que amenaza su supervivencia a largo plazo. En un contexto de cambio y transformación, es fundamental actuar con determinación para preservar la riqueza cultural y la identidad de estos pueblos, asegurando un futuro próspero para las generaciones venideras.

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