Almería lidera la llegada de pateras a la península, pese a la bajada del 36% de inmigrantes irregulares
La costa almeriense acapara el 71,5% de las interceptaciones en el área del Estrecho y el 30% del litoral mediterráneo en el último año con 4.067 inmigrantes, sólo superada por Canarias y Baleares
Un plan especial contra mafias del narcotráfico e inmigración ilegal para el Mar de Alborán
La provincia de Almería sigue siendo el punto más caliente de la península en los flujos migratorios que entran de forma irregular mediante neumáticas, narcolanchas y hasta motos de agua. Así lo ha confirmado la estadística del Ministerio del Interior sobre las llegadas de inmigrantes africanos por vía marítima que ha contabilizado 4.067 personas, un 36% menos que durante el año anterior (492 pateras con 6.433 ocupantes) y uno de los registros más bajos de la última década junto al de 2022 (3.995). A lo largo de los más de 200 kilómetros de costa almeriense, entre Adra y Pulpí, han sido interceptados poco más de cuatro mil personas de origen magrebí, una cifra que solo ha sido superada en España por el archipiélago canario, en situación crítica por un colapso migratorio con la asistencia a 18.555 inmigrantes en Las Palmas y 19.536 en Santa Cruz de Tenerife, y las islas Baleares (5.800 personas en casi 350 embarcaciones).
La ruta atlántica acapara la principal ruta migratoria del país frente a la mediterránea que ha experimentado un descenso en relación al año anterior del 6,5% pasando de 15.435 personas en 2023 a 14.431 en 2024. Almería acapara casi el 30% de la inmigración irregular que ha llegado por vía marítima a través del litoral mediterráneo y el 71,5% de los que lo han entrado durante el último ejercicio en territorio nacional procedentes del norte de África a través del área andaluza del Estrecho de Gibraltar (5.685 personas, un 41,1% menos que en 2023). Los inmigrantes que han llegado a la provincia multiplican por tres y hasta por cinco los que han sido interceptados en otras provincias de Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña.
El descenso de llegadas de inmigrantes en la costa almeriense contrasta con el incremento de la inmigración que ha entrado de forma clandestina en España por la vía marítima en cayucos y pateras (61.323 personas), principalmente en la ruta canaria, con una subida nacional del 10,3% y del 17,4% en las islas situadas al noroeste del continente africano (46.843). Entre los años 2017 y 2024, la provincia de Almería sólo ha bajado en el cómputo anual de la cifra de cinco mil inmigrantes interceptados por la vía marítima en los años 2022 y 2024, cifras muy superiores a las que se dieron en los años previos, cuando todavía se dejaba sentir el impacto de la crisis económica, con 682 en 2013, 1.176 en 2014, 1.487 en 2015 y 2.156 en 2016. Esta estadística tiene su punto álgido en 2018 al ser la única vez que se han superado los diez mil en Almería (65.383 en España). Una año antes se produjo un primer tirón de la estadística migratoria con 5.576 y a partir de ahí los números han experimentado una evolución desigual oscilando de los 6.489 en 2019 a 5.421 en 2020, 6.519 en 2021, 3.995 en 2022, 6.433 en 2023 y 4.067 en 2024.
Casi 55.000 inmigrantes en la última década
En la última década han sido casi 55.000 inmigrantes los que han sido detectados en su tránsito irregular entre África y Europa a través del litoral almeriense. Los agentes que trabajan sobre el terreno en vigilancia marítima han comprobado un cambio de los flujos migratorios recuperando la fuerza que tenía antaño la ruta de Argelia en detrimento de los viajes en narcolanchas organizados por la mafias marroquíes en el último año. En 2023 la llegada de marroquíes fue muy superior (4.285 frente a 1.806) y en el pasado ejercicio se han igualado los registros. De los 447 inmigrantes que alcanzaron la costa almeriense en julio, 374 eran argelinos (84%). Con el dato de ese mes también se podía vaticinar el retroceso en las llegadas al cierre del año porque se contabilizaron 447 inmigrantes frente a los 1.339 de julio del año anterior y de 100 a 41 embarcaciones, tanto de narcolanchas como de pateras taxi.
Más de 700 pateristas detenidos en una década
Entre 2012 y 2023 han sido 709 los detenidos e investigados en Almería, tanto nacionales como extranjeros, por su implicación en el transporte marítimo de inmigrantes, acusados de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, de los que la mayoría (514) se concentran en el último lustro. No siempre es fácil demostrar la identidad y participación de los patrones y colaboradores necesarios de las mafias porque el testimonio de los viajeros es una de las principales formas de acreditarlo y están amenazados antes de partir y son conscientes de las represalias que podrían sufrir sus familias en los países de origen. Entre los años 2020 y 2022 la estadística de detenidos e investigados por favorecer el tráfico ilegal e inmigración clandestina ha estado por encima del centenar (121 en 2020, 114 en 2021 y 108 en 2022), lo que evidencia que lo que la pandemia no rebajó la presión migratoria ni minimizó el control policial sobre las organizaciones criminales. Las cifras anteriores también ponen de manifiesto el notable incremento de procesados en el periodo posterior a la crisis de la burbuja inmobiliaria: de los 7 y 13 detenidos de 2013 y 2014 se pasa a 114 y 108 en 2021 y 2022.
El drama humanitario de la crisis migratoria presenta oscilaciones en cuanto a la cifra de llegadas y el modus operandi de las mafias que introducen inmigrantes de forma clandestina en la provincia y en el último año han perdido protagonismo las planeadoras procedentes de Marruecos que alternaban portes de hachís y personas a plena luz del día en las playas del Poniente (Adra y El Ejido) frente a la ruta argelina, inmigración tradicional en pateras taxis a las calas del Levante en oleadas nocturnas. Las operaciones que se han venido realizando contra las mafias, principalmente con la desarticulación de los clanes del petaqueo, están mermando las capacidades de transporte de las narcolanchas marroquíes que se habían disparado en el Poniente. La inmigración irregular de 2024 en España se ha quedado a sólo 328 personas del récord histórico que se alcanzó en 2018.
El triple negocio de las mafias
Pese a su leve contención en el último año, estas mafias marroquíes que alternan el tráfico de drogas, petacas y personas han profesionalizado la actividad y disparado los riesgos al incorporar medios de última generación y pilotos expertos y temerarios que se embolsan hasta 50.000 euros por trayecto. La presencia de encapuchados en las narcolanchas es la evidencia más clara de la incorporación de españoles al catálogo de roles de la delincuencia marítima. En los traslados de inmigrantes graban con el móvil la llegada, con desembarcos violentos y bruscos que ya han propiciado varias muertes por ahogamiento y traumatismos y envían los vídeos a los cabecillas para certificar que han entregado el "paquete" en Almería. También ha cambiado la actitud de los pasajeros que hace años llegaban a tierra y emprendían a pie la huida. Ahora son conscientes de que una vez identificados serán puestos en libertad en menos de 48 horas con un oficio de Policía Nacional para que se tramite una orden de expulsión que nunca llega, por lo que al desembarcar ya esperan a ser atendidos por Cruz Roja que les facilita ropa y comida.
Delito de homicidio imprudente si hay muertes
Cuando se produce la muerte de algún pasajero en el trayecto, como ha ocurrido en accidentes y naufragios recientes, los pateristas se suelen enfrentar a un delito de homicidio imprudente. Los atestados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se incluyen en las diligencias suelen dejar constancia de la falta de elementos de seguridad de este tipo de embarcaciones, algunas en mal estado y no aptas para navegar en alta mar, que realizan la travesía al carecer de sistemas de seguridad como chalecos salvavidas, medios de navegación y sistemas de comunicación, así como por la la sobrecarga de la patera o el riesgo de llevar el combustible en el interior, entre otras negligencias que ponen en peligro la integridad física de los tripulantes.
Ayuntamientos y sindicatos piden más medios
Las asociaciones de Guardia Civil y sindicatos policiales reclaman al Gobierno desde hace ya algunos años un refuerzo de los medios y plantillas para poder hacer frente a las mafias del triple negocio de la inmigración ilegal, narcotráfico y petaqueo. Las redes criminales del norte de África han mejorado sus medios de transporte marítimo y cuentan con potentes planeadoras que vuelan a 60 nudos (110 kilómetros por hora) con tres y cuatro motores fueraborda de 300 caballos y su interceptación se ha convertido en misión imposible. David contra Goliat libran hoy una batalla desigual en aguas del mar de Alborán y en los últimos años han desbordado las capacidades de respuesta en mar y tierra de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Existe una supremacía naútica de estas redes delictivas con estructuras en las diferentes provincias del litoral mediterráneo y es necesario dotar de mayores recursos a los que tienen que frenar el tráfico de drogas y la introducción clandestina por vía marítima de inmigrantes. Junto a los sindicatos y asociaciones están los ayuntamientos de la provincia que vienen reclamando también el refuerzo de personal y recursos de los puestos en sus localidades. Así lo han reivindicado los alcaldes de El Ejido, Adra y Níjar, entre otros, al tiempo que trasladan al Gobierno la alarma social creada por la presencia de narcolanchas en sus playas, una actividad incipiente del petaqueo y desembarcos de pateras taxi en sus costas. En estos municipios no hay plantillas suficientes y en ocasiones patrullas de dos agentes se han tenido que hacer cargo de grupos de hasta 80 inmigrantes a la espera de su traslado al CATE en el Puerto.
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