Almería descubre potencial en sus suelos para retener gases de efecto invernadero

Una investigación desarrollada en Cabo de Gata pone de manifiesto el hallazgo de un potencial inesperado en el almacenaje de estos gases

“La alta porosidad de estos suelos facilita la acumulación significativa de CO2”, explica el investigador Enrique Echeverría-Martín

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Trabajo de campo desarrollado en la estación experimental Llano de los Juanes (Sierra de Gádor).
Trabajo de campo desarrollado en la estación experimental Llano de los Juanes (Sierra de Gádor). / EEZA - CSIC

Almería/Los suelos semiáridos del Desierto de Almería están revelando su potencial como sumideros significativos de gases de efecto invernadero (GEIs), según recientes investigaciones en la parcela experimental Amoladeras. Este hallazgo es de particular importancia para la mitigación del cambio climático a nivel global y aporta una nueva dimensión al estudio de los ecosistemas áridos.

Investigación en Las Amoladeras

Una investigación desarrollada en Las Amoladeras, ubicada en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, liderada por un equipo de la Universidad de Granada (UGR), la Universidad de Almería (UAL) y la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC (EEZA-CSIC). Desde 2006, utiliza tecnología avanzada, incluyendo la técnica Eddy Covariance, para medir la turbulencia del aire y los flujos de CO2, vapor de H2O y otros GEIs. La actualización más reciente de los sensores y el sondeo realizado en 2023 han proporcionado datos cruciales sobre la composición gaseosa del aire a diferentes profundidades, incluyendo 3 m, 44 m (nivel freático) y puntos intermedios. Enrique Echeverría-Martín, investigador del CSIC, señala que “la alta porosidad de estos suelos facilita la acumulación significativa de CO2, revelando un potencial inesperado para el almacenamiento de gases de efecto invernadero”.

Enrique Echeverría-Martín, investigador del proyecto, en Las Amoladeras (Cabo de Gata)
Enrique Echeverría-Martín, investigador del proyecto, en Las Amoladeras (Cabo de Gata) / EEZA - CSIC

Capacidad de almacenamiento de CO2

A pesar de ser suelos áridos y pobres en materia orgánica, con baja humedad, estos presentan una notable capacidad para almacenar CO2. La alta porosidad permite que el aire ocupe la mayoría de los espacios porosos, lo que aumenta la capacidad del suelo para almacenar gases. Echeverría-Martín destaca que “los suelos semiáridos tienen un gran potencial para almacenar CO2 debido a su alta porosidad, lo cual es crucial para entender su rol en el ciclo global del carbono”.

Regulación de otros GEIs

Además del impacto en el ciclo del carbono, los hallazgos también resaltan el papel de estos suelos en la regulación de otros GEIs, como el metano. La menor humedad en los suelos áridos facilita la presencia de bacterias que consumen metano, contribuyendo a la reducción de este gas en la atmósfera. Echeverría-Martín agrega que “los suelos semiáridos no solo almacenan CO2 de manera eficiente, sino que también juegan un papel en la reducción de metano, un potente gas de efecto invernadero”.

Estación experimental de Amoladeras. Sensores en continuo de CO2 y variables meteorológicas
Estación experimental de Amoladeras. Sensores en continuo de CO2 y variables meteorológicas / EEZA - CSIC

El estudio también incluye comparaciones con otras dos estaciones en Almería: Balsa Blanca, en el mismo parque natural, y Llano de los Juanes, en la Sierra de Gádor. Estas estaciones proporcionan datos valiosos para comprender las variaciones en la dinámica de GEIs en diferentes ecosistemas áridos. La información obtenida a partir de estos sitios ayuda a contextualizar los resultados de Amoladeras y a ajustar los modelos científicos sobre la dinámica de GEIs en suelos áridos.

Implicaciones para los modelos dec ambio climático

La investigación forma parte de la tesis doctoral titulada “Origen y evolución de gases de efecto invernadero en la zona vadosa de distintos acuíferos del sureste ibérico”. Echeverría-Martín explica que “este trabajo es fundamental para determinar si el suelo profundo puede actuar como un sumidero importante de GEIs, lo que tiene implicaciones significativas para los modelos de cambio climático global”. Esta tesis se centra en el análisis de la dinámica de los GEIs en el suelo profundo, entre la superficie y el nivel freático, para evaluar el potencial de almacenamiento de estos gases.

Muestreo gases de efecto invernadero zona vadosa. 1) Introducción sonda 2) Acople bomba vacío 3) Llenado de bolsas de aire profundo. En la Estación experimental Amoladeras
Muestreo gases de efecto invernadero zona vadosa. 1) Introducción sonda 2) Acople bomba vacío 3) Llenado de bolsas de aire profundo. En la Estación experimental Amoladeras / EEZA - CSIC

Comprender el comportamiento de los GEIs en suelos semiáridos es esencial para evaluar su rol en el ciclo del carbono y en el calentamiento global. Estos estudios permiten determinar si los GEIs permanecen estáticos, se incrementan o se desplazan hacia la atmósfera. Según Echeverría-Martín, “este conocimiento es crucial para ajustar los modelos de calentamiento global y desarrollar estrategias efectivas para la mitigación del cambio climático”. Los hallazgos en Amoladeras y otras estaciones de la provincia subrayan el potencial de los suelos áridos para contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático, ofreciendo nuevas perspectivas tanto para la investigación científica como para las políticas ambientales.

Importancia y sostenibilidad

El trabajo continuo en estas estaciones no solo amplía el conocimiento sobre la dinámica de los GEIs en ecosistemas áridos, sino que también resalta la importancia de integrar estos hallazgos en las estrategias globales de mitigación del cambio climático. La investigación en el Desierto de Almería demuestra cómo ecosistemas aparentemente inhóspitos pueden desempeñar roles vitales en la regulación del clima global, ofreciendo una valiosa oportunidad para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia ambiental.

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